el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 23 de julio de 2013

23/ 07: THE WOLVERINE

La primera peli de Wolverine fue definitivamente mediocre. Después de una primera hora más que digna, cuando Logan se escapa del laboratorio donde le engrampan el adamantium la cosa empieza a derrapar hacia el abismo y parece no encontrar fondo. Esta, lejos de ser perfecta, está mil veces mejor que aquel bodrio irreivindicable. Trataré de spoilear lo mínimo indispensable.
The Wolverine dura 126 minutos, pero no la sufrís, no se hace larga en ningún momento. En algunos pasajes, hasta logra sumergirte por completo en la historia, compenetrarte a full y hacer que sufras cuando los personajes sufren. Un ratito, nomás, no toda la película. El director James Mangold encontró un equilibrio entre machaca e introspección que funciona bastante bien. La machaca abunda, pero no es la única pata en la que se apoya la película que –sorprendentemente- ofrece un muy buen planteo argumental, capaz de atrapar y satisfacer incluso al que no es fan de Wolverine.
El principal hallazgo es –me parece- todo ese tramo en el que a Logan le funciona para el orto el factor curativo. Ahí lo vemos más vulnerable, más humano, más creíble, incluso con alguna chance de fracasar en su misión, que es impedir el asesinato de una bellisima Mariko Yashida, muy bien interpretada por Tao Okamoto. Logan tiene que echar mano a otros recursos, apoyarse un poco más en otro personaje con mucha onda (Yukio, interpretada por Rila Fukushima) y hasta usar la cabeza para deducir pistas. Por supuesto hay saltos al vacío totalmente inverosímiles, como la lucha arriba del tren bala o la escena en la que Wolverine se opera a sí mismo del corazón. Y varios momentos jodidos de verdad, en los que no se te ocurre cómo va a zafar el canadiense de los peligros que enfrenta. La runfla empresario-político-criminal que rodea a los Yashida desde aquella mítica miniserie de Frank Miller y Chris Claremont está muy bien aprovechada y es un caldo de cultivo muy fértil para... dos villanos y medio, a los que no se puede nombrar para no spoilear. La vuelta de tuerca que llega cerca del final, cuando se nos revela la identidad de... uno de los villanos, es totalmente impredecible y está muy, muy bien. Lo único medio choto es cómo se sacan de encima a la villana, a la que le habían logrado dar mucha chapa a lo largo de la película. Daba para propinarle un mejor final.
A la atractiva base de “Wolverine en Japón metido en una rosca espinosa por la sucesión de un industrial multimillonario, con villanos y ninjas”, el guión le agrega un tramito inicial tomado levemente de Logan, el comic de Brian Vaughan y Eduardo Risso, en el que Wolvie sobrevive al ground zero de la bomba de Nagasaki. Eso está bellamente contado por Mangold en una escena muy, muy notable. Sin ser una maravilla, la peli tiene poco para envidiarle a las tan ovacionadas producciones de la “línea Avengers”. Tiene acción, aventuras, runflas, honor, amor y hasta algún chiste bien calzado. Le falta la sangre, claro. Pareciera que la gente sólo sangra DESPUES de cagarse a espadazos o a tiros, cuando los médicos les curan las heridas. En las peleas no vuela una sóla gota de sangre y eso que se dan de lo lindo.
A diferencia de la primera peli, ambientada mucho antes de que Wolverine se uniera a los X-Men, esta va claramente después de X-Men III y se hace cargo de TODO lo sucedido en esa trilogía. De hecho, un personaje importante es el fantasma de Jean Grey, interpretada de nuevo por una Famke Janssen ya más viejita, pero igual de hermosa que hace 10 ó 12 años. Y la secuencia entre los créditos está pensada para cebar a los fans de los X-Men a niveles cósmicos, inconmensurables. Salís del cine y empezás a tachar los días que faltan para X-Men: Days of the Future Past, como si fueras un preso.
La verdad que Hugh Jackman hizo bien en insistir con SU versión de Wolverine en la pantalla grande. Esta vez remó con creces el bajón del film anterior y nos obsequió dos horas y puchitos de diversión al palo, bien actuada, bien filmada y con pocos momentos frutihortícolas en el guión, que no logran empañar un argumento bastante más sólido que el del comic promedio de Logan. A mí no me apasionó la trilogía de X-Men, ni soy fan de Wolverine, ni me excita ver a Jackman en cuero y todo chivado. Pero si reuniera alguna de esas tres condiciones, creo que esta película tendría grandes chances de ser mi nuevo totem personal. Aguante el kusuri.

5 comentarios:

Sucubo dijo...

Jean Grey en esta peli es un fenómeno parapsicologico extraño: Un fantasma que envejece.
Un poco como el cyborg de terminator 3 que estaba mas gordo y pelado que en las otras dos. Se nota que le va bien a las máquinas en el futuro.

Anónimo dijo...

la escena post creditos viene con pelado incluido?

Andres Accorsi dijo...

Sí, Anónimo. Hay Picard y hay Gandalf, no sé si me explico...

Anónimo dijo...

Es algo raro, vos Andres que no te cebás con las adaptaciones de comics a la gran pantalla le haces una critica bastante elogiosa, siendo que en otros medios la han masacrado bastante a esta wolverine.

Andres Accorsi dijo...

Seguramente tienen razón los críticos de los "otros medios", Anónimo. Yo soy un vulgar lector de comics que va al cine tres veces al año y sólo mira películas de superhéroes. O sea que mi opinión en materia de cine hay que tomarla con muchísimas pinzas.