el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 29 de enero de 2019

TRIPLETE DE MARTES

Mientras nos derretimos de calor y le pedimos a Thor que nos mande unos truenos acompañados de lluvia, me tomo un ratito para reseñar los últimos libros que tuve oportunidad de leer.
Batman & Robin Adventures Vol.1 recopila los diez primeros números de la serie homónima, la segunda basada en los gloriosos dibujos animados de Batman de los ´90. Hay cuatro dibujantes, de los cuales uno es decididamente flojo (el ignoto Tim Harkins). El mejor de los cuatro es el que menos páginas dibuja, el notable Ty Templeton. Y el que más dibuja es el siempre efectivo Rick Burchett, un prócer poco valorado del mainstream yanki. Por supuesto todos siguen a pies juntillas la estética de la serie animada, que (no hace falta que lo aclare yo veintipico de años tarde) es sencillamente perfecta. Los dibujantes ponen algún mínimo rasgo de estilo, como para que si les prestás mucha atención puedas diferenciarlos, y claro: ninguno es Bruce Timm. Pero Tempelton y Burchett captan sin ningún inconveniente la atmósfera oscura y el dinamismo elegante y potente de aquellos míticos dibujos animados y cada tanto hasta asumen algún riesgo en la narrativa, con vueltas de tuerca que en animación no se pueden hacer.
Templeton dibuja poco, pero escribe unos cuantos de estos diez episodios. Como en la serie animada, son guiones simples pero que incluyen momento cruciales, dilemas éticos que los héroes deben resolver y que van más allá de llenarle la cara de dedos al villano de turno. Y como en la serie animada, cada vez que aparece Paul Dini te clava esos episodios inolvidables, repletos de espesor dramático, mala leche, conflictos a todo o nada y pinceladas de un humor muy eficaz. Son esos episodios en los que Batman no llega a ser el héroe, si no que es entre un testigo y un obstáculo en historias que giran en torno a las mejores versiones de personajes clásicos como Two-Face, el Riddler y el Joker y a la única versión que me resulta interesante de Harley Quinn. Los guiones de Templeton no son para nada chotos (el de los chicos que quieren reemplazar a Robin es brillante), pero al lado de las gemas que pergeña Dini quedan un poco opacados. Amo al Batman Animated de los ´90 y ni bien pueda, le entraré a los tomos que me faltan para completar esta colección, que en su momento compré en revistitas que después vendí.
Allá por el 04/11/17 me tocó reseñar el Vol.1 de Daily Life of Sefora, un comic realizado por el catalán A.C. Puig y publicado en nuestro país por el sello Módena. Recomiendo repasar aquel texto para no tener que repetir los conceptos allí vertidos, que se aplican perfectamente al Vol.2. El único cambio que percibo es una mejora en la calidad del dibujo, siempre en esa línea tomada del maestro Akira Toriyama. El resto sigue igual. Y banco mucho la decisión editorial de reemplazar los localismos e informalismos españoles por localismos e informalismos porteños. El hecho de que se haya podido editar un segundo tomo me hace pensar que el Vol.1 encontró un público, y la verdad es que es una idea reconfortante, porque está bueno que se editen comics (o mangas, ponele) para chicas de 13-14 años, que intuyo es el segmento al que apunta A.C. Puig con esta serie.


Y también en 2018 se publicó en Argentina el libro Historias Cortas, que reúne los trabajos realizados para el recordado Suplemento de Historietas Nacionales de Télam por una dupla de lujo: Luciano Saracino y Carlos Gómez. Estamos (por enésima vez) ante una cantidad de páginas de historieta demasiado exigua como para armar un libro sustancioso. Así es como nos terminan por vender una publicación repleta de relleno: carátulas y páginas en blanco que no aportan absolutamente nada y textos que están buenos, pero no son lo que uno paga cuando compra un libro de Saracino y/o Gómez. En total, sobre 96 páginas, sólo 58 son de historieta y muchas tienen tres viñetas o menos. Un disparate.
Felizmente, entre esas 58 páginas de historieta hay algunas joyitas que merecían ampliamente ser republicadas en papel y atesoradas en las bibliotecas de miles de lectores. La que más me atrapó es (paradójicamente) Kuntur, una saga que Saracino y Gómez iniciaron a fines de 2014 para discontinuarla poco después, luego de un puñado de páginas (sí, el libro tiene pocas historietas y una de ellas es apenas el inicio de una historia que quedó inconclusa). También me parecieon logradísimas La Playa, Se Llama Justicia y la emotiva Dictadura. Son historietas en las que Saracino más que narrar una aventura, se juega a bajar línea en forma poética o irónica, y le sale realmente muy bien.
Claro, tener de dibujante a Carlos Gómez es como jugar con 40 ases de espada en el mazo. No podés perder nunca. El proyecto de Télam le permitió a Gómez volver a producir material para el mercado argentino después de muchos años, y el cordobés se aferró con todo a esa posibilidad. Acá se lo ve comprometido, jugado, dispuesto a detonar todo su talento en estos breves relatos imaginados por Saracino. Y además encontré a un Gómez propenso a explorar cosas nuevas desde la estética, como ese estilo deformado, grotesco, perfectamente idóneo para acompañar al guión, que pela en La Playa.
Si sos fan de Saracino o de Gómez, tenés que tener este libro sí o sí. Y si recordás con nostalgia la época en la que el Estado apostaba a la historieta como vehículo cultural, que podía entretener, emocionar o hablar de temas profundos, de relevancia política o social, también te recomiendo Historias Cortas. 

Perdón por la extensión infinita del texto, y nos reencontramos pronto, acá en el blog. (¡Ahí se largó-ya! ¡Gracias, Odinson querido!)

1 comentario:

nico urich dijo...

Que buenos recuerdos me traen Batman adeventures. En una epoca en la que los comics de Batman eran horripilantes, estas series eran una caricia al alma para los fans que estábamos asqueados de toda la boniga de Kightfall, Contagion y demás choreos de Denny O'neil. Aguante el Batman animated!