el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 12 de septiembre de 2022

DISPAREN AL HUMORISTA

La visitadísima vagina de sus progenitoras, ¿cómo mierda puede ser que haya conseguido este libro a dos mangos en una librería de saldos? Disparen al Humorista es uno de los mejores libros que leí en mucho tiempo, algo que debería ser de lectura obligatoria en todas las putas escuelas del planeta. No puede ser que no haya hordas de lectores dispuestos a apuñalarse unos a otros por un ejemplar de este libro. Este es un comic que te modifica, te cambia la vida, te abre puertas para repensar un montón de cosas que tienen que ver con el humor, la risa, la comicidad y sobre todo la libertad para expresarnos. Son 150 páginas inolvidables, en las que Darío Adanti (historietista argentino radicado hace muchos años en España, del que ya vimos otros trabajos acá en el blog) echa mano a una infinidad de recursos para explicar de manera graciosa y atractiva qué es el humor, cómo funciona y por qué no tiene sentido ponerle límites o restricciones. El dibujo de Adanti es maravilloso, con una paleta de colores de tremendo impacto y momentos en los que la línea desaparece y es el propio color el que define los contornos de los personajes y demás elementos gráficos que aparecen en la viñeta. Casi todo el libro está armado con grillas clásicas, de cuatro o seis viñetas de tamaños prácticamente idénticos. Pero cuando esa grilla deja lugar a puestas en página más experimentales (esas a las que Thierry Groensteen calificaría de "ostentosas"), el talento de Adanti estalla como una supernova y nos ofrece momentos inolvidables, fascinantes, que no tienen nada que envidiarle a las puestas más extremas de las que pelaba J.H. Williams III en Promethea. Disparen al Humorista nos muestra al autor argentino en su mejor nivel, en un despliegue iconográfico de inmensa generosidad, con caricaturas, onomatopeyas (pienso en esas novelas gráficas de ahora sin onomatopeyas y me dan ganas de repetir las puteadas con las que empecé esta reseña), tipografías integradas a las viñetas, ese planteo cromático por momentos extremo, y sobre todo con un diseño muy personal, donde nada es como lo vemos en el mundo real, sino como Adanti tiene ganas de representarlo. Los personajes pueden ser esqueletos, un cacho de tronco con saco y corbata, una bombita de luz con un cerebro adentro, un tipo con cabeza de tostadora, un gatito antropomorfo, el propio Adanti... lo que venga. Todo está pensado minuciosamente para sorprender al lector y hacerlo entrar a este ensayo en el que el autor le da mucho protagonismo al texto, pero se mata para que el dibujo nos mantenga absolutamente atrapados a lo largo de todo el libro. Y lo mejor que tiene Disparen al Humorista es que, mientras el dibujo es claramente en joda, el texto es en serio. Adanti investigó, estudió teorías sobre el humor, revisó la historia, recopiló citas, refutó mitos, pensó a fondo en el tema y -como todo ensayista- volcó sus conclusiones en un trabajo con el que por supuesto se puede disentir, pero al que no se le puede decir ni mu en cuanto a la forma en que propone toda una serie de ideas, propias y heredadas de teóricos anteriores. Me sorprendió que Darío no trabajara con aquella cita de Arthur Schopenhauer que solía mencionar el Negro Dolina, esa que decía algo así como "hacer humor es básicamente poner algo allí donde no va". Una definición brillante, que no aparece en este libro, en el que abundan las definiciones brillantes acerca del humor, sus causas y sus efectos. Pero la verdad que es un texto completísimo, sustancioso, lleno de momentos que te disparan ideas, que te invitan a replantearte un montón de cosas, y que rápidamente te convencen del principal argumento que esgrime Adanti en estas páginas, que es lo ridículo y lo nocivo que resulta tratar de limitar las temáticas que se pueden abordar desde el humor. Esa exploración de las barreras que aparecen por derecha y por izquierda, el rol de los medios y las redes sociales en la instauración de estas instancias de censura o de represión a la labor del humorista, por un lado es cautivante y por el otro descorazonadora. Y lo que propone Adanti para dejar sin efecto esos mecanismos de censura es tan disparatado como genial. Recomiendo enfáticamente Disparen al Humorista, es una obra realmente fundamental para cualquier fan de la historieta y el humor. Ojalá la consigas barata como la conseguí yo, pero si la tenés que pagar un poco más, no lo dudes. Esto vale cada centavo que desembolses por el libro. Y nada más, por hoy. Nos reencontramos pronto con nuevas reseñas, acá en el blog.

2 comentarios:

maximiliano dijo...

Una maravilla, también lo compré de saldo pero si valía 10 veces más de lo que lo pague seguía valiendo la pena;
Sabes que estás ante una obra increíble cuando a través de una concienzuda reflexión la misma te cambia algunas formas de pensar (en mi caso particular no muchas, porque siempre pensé que en el humor no hay tabúes) pero bueno, esta obra va mucho más allá del pensamiento simplista "esto no tiene que ser tabú"
Y tengo la sensación que viniste muy cebado a escribir la reseña, y que probablemente ni tenías planeado hacer una pero leíste esto y dijiste "tengo que hacer una reseña de esto YA"

Un saludo

Superpiba dijo...

si es edición española y de saldo no es raro encontrar tesoros entre tanta bosta. Así me consegui casi todos los libros de los guiones de Buenafuente