el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 4 de enero de 2024

JUEVES DE GLORIA

Ah, bueno... Tengo para reseñar tres libros y los tres son gemas del infinito... Así vale la pena. Empiezo por el más esperado: Inodoro Pereyra: Inéditos, un álbum en formato grande que rescata un montón de planchas del Renegáu que (andá a saber por qué) no se habían incluido en ninguno de los libritos recopilatorios que durante años republicaron (en un formato chotísimo) las historietas del glorioso Roberto Fontanarrosa. Acá hay material de todas las épocas, desde planchas bien setentosas hasta entregas del año 2006, cuando la enfermedad que se llevó al Negro ya no le permitía dibujar ni rotular las historietas. No sé si están bien ordenadas, me parece que parte de las planchas que aparecen en el capítulo titulado "1980" en realidad son de los ´70... pero por ahí son justo de la bisagra, del año 1980 o 1981, previas a ese estadío en la evolución del dibujo del Negro que asociamos con los ´80. Obviamente es MUY bizarro que de las 184 páginas que ofrece el libro sólo 80 sean historietas. Pero me imagino que si en las páginas pares también se hubiesen puesto planchas de historieta, el libro quedaría como muy saturado, muy abigarrado... lo cual en general no me molesta. La verdad, no sé si prefiero esto (un libro grande con infinitas paginas en blanco) o la otra mierda, el librito cuadrado con las viñetas remontadas. Creo que esto es mejor, o menos malo. Algunas de las páginas que no tienen historietas recuperan frases que Fontanarrosa soltó en alguna entrevista, que no están mal. Y el prólogo de Rep es exquisito. En cuanto a las historietas, ¿qué puedo decir sobre Inodoro Pereyra que ya no se haya dicho? Nada. Esto es una cima absoluta del comic humorístico, que no trascendió fuera de Argentina porque está escrito como hablaban los gauchos, porque acumula una infinidad de referencias a la coyuntura argenta de los años en los que se publicó y porque le pone mucho énfasis a los juegos de palabras que son imposibles de traducir a otros idiomas. El dibujo de Fontanarrosa cambia muchísimo entre las primeras planchas y las últimas y -para mi gusto- alcanza su punto más alto en la segunda mitad de los ´80, para empezar la cuesta abajo en los albores de este milenio. En un 2023 que tuvo mucho laburo en el rubro Rescate Editorial, la movida de Planeta, de recuperar TODO Inodoro Pereyra en tres álbumes, no puede ser menos que gloriosa. Ojalá hagan lo mismo con todas las obras del Negro, en este mismo formato pero con planchas de historieta en todas las páginas... o por lo menos en el 75% de las páginas.
Breve paso por Japón para comentar sensaciones que me dejó la lectura del Vol.5 de Innocent. Acá no sólo Shin´ichi Sakamoto nos propone un "time-skip", sino que durante casi todo el tomo el foco pasa a Marie-Joseph, la hermanita menor de Charles-Henri Sanson, protagonista de las dos secuencias más estremecedoras de este quinto tankoubon. Me pareció magistral la idea de Sakamoto de graficar con una muñeca de porcelana la escena (tremenda) en la que un adulto se coge a una nena de nueve años. Y hermosa la escena del garche entre Charles-Henri (que hasta ahora sólo se había sentido atraído por varones) y Marie-Jeanne. El resto, lo de siempre: intriga palaciega, crueldad, atrocidades, injusticias que una elite perversa y decadente comete con total impunidad, y el talento desmedido de Sakamoto y sus asistentes para ponerle belleza y vuelo poético al horror y al dolor. Este es un manga áspero en la temática y en la forma de abordarla y absolutamente cautivante desde lo visual, aunque avance lento y tenga mucho más desarrollo de personajes que trama propiamente dicha.
Finalmente vuelvo a Argentina para recomendar enfáticamente un libro fundamental, que creo que está en los Top Five de 2023 de tod@s mis colegas: La Gran Estaca, la primera novela gráfica del imposible Tony Ganem, a quien ya habíamos visto en historias cortas incluidas en distintas antologías. Ahora este talentoso hincha de Racing va por la gloria y se despacha con casi 180 páginas de una aventura vibrante, intensa, ambientada en una Buenos Aires de los años ´50 alucinada y poblada por personajes antropomórficos de un carisma arrollador. La Gran Estaca es una historia de ciencia ficción con mechas a lo Evangelion, con combates graficados como si fueran dibujos animados de las Powerpuff Girls, con personajes que tienen cada uno su personalidad y su background (como en la película Sing, que aprovecho para recomendar, ya que estamos) y con unos diálogos magníficos en los que Ganem reproduce de manera muy acertada ciertos giros del habla de los porteños de los ´50. Hay referencias a toda la cultura argenta de aquellos tiempos: el lunfardo, el tango, el futbol, el gobierno de Perón, el machismo que le negaba igualdad de oportunidades a las mujeres, cierta "normalización" de la joda nocturna en su versión extrema de falopa, escabio y descontrol... Y si bien uno no vivió esa época y la conoce más que nada por películas, novelas y relatos de padres o abuelos, se siente lo más real que puede sentirse un comic protagonizado por ovejas, gatos y chanchos. Creo que de todos los hallazgos que tiene La Gran Estaca, el más potente es la capacidad de Ganem para hacer queribles a los personajes. Me parece que ahí reside buena parte de la magia de esta historia zarpada en miles de aspectos. El dibujo es indescriptible, repleto de riesgos en el diseño de los personajes (¡y los mechas!), en la puesta en página (acá hay logros maravillosos y asombrosos) y hasta en la elección de la paleta de colores, que prescinde por completo del azul. Acá se ve una integración muy notable de elementos dibujados a mano con imágenes logradas con la computadora, y el resultado es un combo devastador entre una ambientación claramente retro y una estética muy moderna, hasta adelantada a lo que hoy suele verse en las historietas. Por ahí el hecho de que haya animalitos que combaten al mal adentro de robots te puede transmitir la idea de que se trata de una historieta para chicos. No te dejes engañar: no descarto para nada que un pendejito de 11 años lea La Gran Estaca y enloquezca de emoción, pero sin dudas se trata de una obra pensada para ser disfrutada plenamente por los adultos, que entienden los subtextos sociopolítcos de la trama y la línea que (con bastante sutileza) baja el autor. Obviamente cuento los días como un preso hasta que vea la luz el próximo trabajo de Tony Ganem, que con La Gran Estaca da la vuelta olímpica que nuestra querida Academia nos viene mezquinando desde 2019. Nada más, por hoy. No te olvides de pasar por https://comiqueandoshop.blogspot.com/ y descargar la nueva Comiqueando Digital. Si nunca le diste una oportunidad, estoy seguro que este número te va a enganchar y vas a decir "¿esto era la Comiqueando Digital? Está buenísima, ¿cómo nunca la había leído antes?". Ahí te esperamos con 270 páginas de artículos inéditos, un episodio especial del podcast, dos videos exclusivos, mucha merca de gran nivel, de verdad. Mil gracias a l@s que ya la descargaron y nos reencontramos pronto, acá en el blog.

1 comentario:

LAM1988 dijo...

Una locura La Gran Estaca. La viñeta del tachero está increíble. Y narrativamente tiene mil recursos, como cuando relata en primera persona desde la carta.