el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 22 de noviembre de 2011

22/ 11: I AM LEGION


Vuelvo a un clásico de este blog: comic francés traducido al inglés. Pero esta vez hay una excusa casi convincente: el dibujante es yanki! Sí, ya sé... eso no hace que la historieta sea menos francesa, pero bueno, la verdad es que los yankis sacaron los tres tomos juntos en un libro que conseguí a muy buen precio y nada, no me iba a perder la oportunidad de leer completa esta saga de la que había leído sólo el primer tomo.
La verdad es que el guonista Fabien Nury apostó fuerte: metió terror, policial, espionaje y bélico, más un toque romántico, en una misma historieta, en sólo 170 páginas. Y además ambientó la historia en la Segunda Guerra Mundial, o sea que tuvo que investigar todo un contexto histórico. Un desafío colosal, del cual Nury salió recontra-victorioso, en andas de una hinchada que lo ovacionó de pie.
La trama tiene la complejidad justa: si se enroscaba más, nos perdíamos entre tantos personajes, tantos cambios de locación, de identidad y de lealtades. Si la diluía un toque, quedaba algo estirado, o excesivamente centrado en el gore, los asesinatos y las torturas. No quiero ser muy específico para no spoilear, pero digamos que todo gira en torno a un experimento de los nazis para utilizar en su favor los oscuros poderes de los “strigoi”, unos seres sobrenaturales a los que generalmente llamamos por otro nombre. Los buenos vendrían a ser los ingleses, que van a tratar de desmantelar la movida de los nazis, por supuesto sin saber que se enfrentan a algo sobrenatural.
Los personajes son muchos y muy variados, pero si tengo que elegir a un protagonista y bancarlo en todas, creo que me quedo con Stanley Pilgrim, el policía inglés a cargo de la investigación, que arranca con un asesinato medio extraño y termina con una conjura global, con millones de vidas en juego. Pilgrim demuestra todo el tiempo estar a la altura de unas apuestas que no paran nunca de subir, pero además no es el clásico héroe. No es el tipo atlético, copado, o que se las sabe todas. Nury se esfuerza para que lo veamos como a un tipo común metido en un kilombo muy, muy poco común. No quiero ahondar, realmente, porque toda la trama está atravesada por un montón de misterios, de personajes que juegan a dos puntas, de situaciones que se resuelven de modos tan impactantes, que si agarrás el libro manejando cierta data, sin duda va a perder emoción.
De todos modos, supongo que la mayoría de los lectores argentinos que le entren a I am Legion no lo harán por los méritos (sobrados) del guión, sino por el hecho de que lo dibuja el impresionante John “el Facha” Cassaday, otro que hizo méritos de sobra para ganarse el aliento incondicional de una hinchada gigantesca. Cassaday va por la figurita difícil del álbum para cualquier dibujante yanki, que es el libro para Francia, y va por triplicado. No prueba a ver qué onda con un tomito de 46 páginas, se juega la vida en una epopeya de 170, complicada por donde se la mire. Por la ambientación, porque requiere un equilibro sutil para no irse a la mierda con la sangre y el gore, por la cantidad de personajes y obviamente por la cantidad de viñetas por página que exige el guión de Nury. Por momentos, sobre todo en el primer tramo de la saga, el espacio para el lucimiento del Facha es ínfimo y su dibujo se ve apretujado entre miles de viñetas repletas de diálogos. Y aún así, el co-creador de Planetary pela y brilla como pocas veces, como para dejarle en claro también a los franceses que estamos frente a uno de los mejores dibujantes de estilo académico-realista que tiene hoy el Noveno Arte. Los colores de Laura Martin son fundamentales para sostener y potenciar los climas y para redondear un paquete que, desde lo visual, es absolutamente demoledor.
Vértigo, truculencia y volantazos impredecibles, en un guión formidable que cruzó el Atlántico para aterrizar en el tablero de una bestia asesina que la rompió de punta a punta. Los fans del comic europeo y los del comic yanki tienen un maravilloso motivo para encontrarse, para converger en una historieta que –me juego la chota- les va a encantar a ambos.

8 comentarios:

rodrigo dijo...

Sin tener una chota que ver les hago una pregunta a Andres y demas lectores del blog. ¿Cuales son las obras impresindibles de Charles Burns? igual pregunta para las de Tezuka.

Andres Accorsi dijo...

De Burns: Black Hole, El Borbah y Big Baby.
De Tezuka: Astroboy, Black Jack, Adolf, Fénix, Buddah, Oda a Kirihito, Apollo´s Song, MW, Ayako y algunas que nunca se publicaron fuera de Japón.

Iñaki dijo...

Andrés, volviendo al tema de las traducciones, me surgieron un par de preguntas para hacerte, de puro curioso nomás:

1) ¿Tenés algún autor favorito para traducir?
2) ¿Hay alguna obra/comic/novela gráfica/manga que te parezca que está traducido/a como el ojete y que vos podrías haber hecho un mejor trabajo?
3) ¿Cuál es LA obra que hubieras deseado que la traducción pasara por tus manos?

Un abrazo grande, genial el blog.

Andres Accorsi dijo...

Uh, qué difícil...
1) No, pero hubiese pagado en vez de cobrar por traducir The Killing Joke. De Alan Moore tuve la suerte de traducir también la de Clayface del Batman Annual 11.
2) Ni idea, porque trato de no leer comics en idiomas que no son los originales. Las traducciones de los mangas que consumo, salvo alguna excepción, me parecen aceptables, pero no las puedo cotejar con los originales porque no entiendo un pomo de japonés.
3)Un montón! Creo que en primer lugar pondría a Sandman, pero me encantaría traducir TODOS los comics que leo y disfruto en otros idiomas. La traducción es una parte importantísima del laburo de DIFUSION de la historieta con el cual uno está comprometido hace 25 años.

Iñaki dijo...

Gracias por la respuesta, Andrés. Y confío en que el laburo de difusión que venís haciendo hace ya un cuarto de siglo es excelente, man. Al menos, este blog es una prueba contundente de ello.

Un abrazo desde Mendoza.

Anónimo dijo...

Hola,
Si se me permite me gustaría agregar algo al tema de las traducciones.
Me parece interesante que se piense este tema, pero creo que hay un concepto que no debe dejar de decirse: El autor o la genialidad de la obra termina atravesando la traducción. Digo esto porque pareciera que para que uno pueda disfrutar de la literatura rusa hay que aprender ruso. No es así.
Además es poca la gente que realmente puede leer en otro idioma, por más que se entiendan todas las palabras del inglés o de lo que fuere.
Hay traducciones mejores y otras peores, pero hay también hay textos y textos y los textos geniales nos atraviesan por más que hayan sido originalmente escritos en chino.
Matías-

Andres Accorsi dijo...

Estoy bastante de acuerdo con eso. Pero te aseguro que una muy mala traducción de un muy buen comic, te lo hunde, mal.

JUGADISIMO dijo...

ME JUEGO LA CHOTA! QUE VIVO! NO PERDES CASI NADA LA XXA DE TU MADRE!