el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 1 de diciembre de 2018

SABADO TREMENDO

Arranca Diciembre y arranca muy fuerte, con dos lecturas realmente impactantes.
Desde mediados del año pasado, vengo comprando cada vez que salen los tomitos de Oyasumi Punpun editados por Ivrea, y tengo 10 acumulados. Sin haber leído ninguno, compré 10. A ese nivel llega mi fe en Inio Asano. Y bueno, ahora leí el Vol.1 y me pareció excelente.
Del dibujo no pienso hablar, porque ya está todo dicho en las reseñas anteriores de obras del ídolo. Pero el guión… acá sí que vi muchas cosas que nunca había visto en otros trabajos de Asano. Por lo menos en el arranque, Oyasumi Punpun nos ofrece una comedia costumbrista de chicos de escuela primaria que descubren la sexualidad, la paja e incluso el amor, pero con más de un twist extraño, con más de un elemento perturbador. La apariencia de Punpun, sin ir más lejos: ¿por qué Asano lo dibuja como una especie de fantasmita con pico y patas de pájaro, al que nunca vemos hablar y al que los bracitos le aparecen sólo cuando los necesita para agarrar algo? ¿Los demás no notan que Punpun es totalmente distinto al resto? ¿O lo notan y se hacen los boludos? ¿Y qué onda la familia de Punpun, que también aparece dibujada como pajaritos-fantasmas? Ahí pasa algo raro, que me genera muchísima intriga, que me saca mucho de eje.
Después está el misterioso mensaje que aparece en medio del video porno, que guiará a los chicos en una aventura que Asano desarrollará –supongo- en el Vol.2. Y lo más raro: esos adultos que se descontrolan y se ríen o se alteran como si fueran dementes patológicos. Acá el ídolo dibuja las expresiones faciales más zarpadas, más potentes de toda su carrera, pero todavía no sabemos si es para hinchar las pelotas o si eso es parte de algún elemento constitutivo de la trama. Ah, y también está Dios, un Dios con “alta onda” al que pareciera que Asano le reserva un rol importante en la saga de Punpun.
Se supone que este fue el intento de Asano por incursionar en un manga más comercial, más masivo (de hecho, trabajó con cinco asistentes para bancar el ritmo de la serialización semanal), pero hasta ahora se siente como un trabajo totalmente personal, sin concesiones de ningún tipo, muy fiel al espíritu de las obras de este genio que venimos viendo hace ya unos cuantos años. Banco a full y felicito a Ivrea por los huevos para editar esto en Argentina y por la traducción (de Pablo Tschopp) que está muy bien.
Hablando de Argentina, hace poquito se editó en nuestro país ¿Quién Mató a Rexton?, una novela gráfica que Diego Agrimbau venía planificando hace muchos años. A través de un ingenioso artificio narrativo, Agrimbau se genera la posibilidad de reencontrarse con varios de los dibujantes con los que colaboró asiduamente en sus… 20 años de trayectoria (Gabriel Ippóliti, Dante Ginevra, Pietro, Fernando Baldó) y de trabajar con dos dibujantes más jóvenes (pero también muy talentosos) como Pato Delpeche y Gato Fernández.
¿Quién Mató a Rexton? es una historia 100% metacomiquera, un comic que indaga en el asesinato de un famoso guionista de comics, desde la óptica de los dibujantes que trabajaron con él. Agrimbau aprovecha para hablar sobre el constante clivaje entre los aspectos artístico y comercial de la historieta y de cómo la tensión entre ellos la hace compleja y fascinante (tema acerca del cual la manya lunga), y además le suma la faceta humana, la de los vínculos entre personas muy distintas entre sí. Probablemente ese sea el costado más atractivo de ¿Quién Mató a Rexton?, el mejor trabajado por el guionista. Eso, y el giro del final, impredecible y sumamente satisfactorio.
Se me complica destacar a uno o dos de los seis dibujantes que participan, porque la verdad que los seis dejaron la vida, cada uno en su estilo. Estamos frente a un libro de una solidez gráfica impresionante, algo poco frecuente cuando mete mano tanta gente. Se podrían escribir larguísimos artículos acerca de esta novela, pero hagámosla corta: si te copa ver a un guionista y varios dibujantes contando historias de amor, locura, mala leche y ambición protagonizadas por guionistas y dibujantes (y editores, y críticos), no tengo dudas de que ¿Quién Mató a Rexton? va a rankear alto en tu lista de lo mejor de 2018.

Gracias por el aguante y la seguimos pronto.

1 comentario:

spidergato dijo...

Parece bastante interesante el nuevo trabajo de Agrimbau. Hay que leerlo.