el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 1 de agosto de 2020

NIPPUR DE LAGASH Vol.20

Sigo inclaudicable en mi gesta, sin sucumbir a la tentación de mandar a la mierda a Nippur y a estas historias supuestamente clásicas que se repiten muchísimo y ya no me emocionan en lo más mínimo. Este tomo ofrece otros siete episodios publicados en 1975 en la revista D´Artagnan, y además una cantidad bastante indignante de páginas en blanco. Entiendo que no puedan publicar tomos con más páginas o menos páginas porque se trata de una colección con el formato estandarizado, pero poneme algo. Portadas de Alfredo De la María, textos sobre la Mesopotamia en la antigüedad, entrevistas a los autores, un texto de alguien que sepa grosso sobre la serie… algo. Vamos con lo que hay. La primera historieta es –lejos- la mejor del tomo. El planteo es lógico, el desarrollo crea intriga, la resolución no es la obvia, el recurso de que esté todo narrado en primera persona por alguien que no es Nippur también garpa muchísimo… La verdad que me re-gustó. Ojalá en las seis historietas restantes viéramos a Robin Wood en este mismo nivel. El dibujo de Lucho Olivera también está buenísimo, excepto por las caras de las mujeres que (como suele suceder) son todas idénticas. Se ve que en aquella época garchaban entre primos o incluso entre hermanos, y había poca variedad de rasgos faciales. Después tenemos dos aventuras flojísimas, donde no llegás a sentir el peligro, ni a merte dentro de la trama. Son boludeces, peripecias muy menores, una de corte más sobrenatural, la otra de corte más clásico. Obviamente con páginas de 12 y 13 viñetas en las que la acción nunca se luce y con cantidades de texto grotescas. En ambos casos dibuja Sergio Mulko que trata de meter por lo menos dos buenas imágenes en cada episodio, a pesar de todo. Y sí, el resto de los dibujos se ven apurados, sin ganas, a veces con una mezcla de técnicas de entintado rara, y con algunas viñetas entintadas a lo bestia, con tres pincelazos. En la cuarta historia vuelve Lucho y el guion de Robin levanta un poquito. También, una cantidad de texto bestial, y chicas idénticas entresí. Pero el argumento es un toque mejor. Hay una chica con los mismos poderes de Dream Girl (de la Legion of Super-Heroes) y hay un peligro grosso, tan grosso que no resulta demasiado verosímil la forma en que Nippur escapa de una muerte más que cantada. Después tenemos la historieta peor dibujada del tomo, con Mulko ya definitivamente sin ganas, con páginas repletas de viñetas microscópicas y sin esas dos o tres imágenes memorables que el dibujante trataba de meter en cada episodio. El guion va más para el lado de la ética y la filosofía, con lo cual cuando Wood le agrega un par de escenas de violencia (como para que Nippur haga algo) se desvirtúa un poco la escencia de lo que quería contar. La sexta historia es casi buena, tiene ritmo, tiene páginas sin bloques de texto innecesarios y hay un argumento que no es genial ni mucho menos, pero por lo menos no es igual al que ya leímos 50 veces. Lo raro es que empieza narrando en primera persona un personaje secundario y para la quinta página es Nippur quien se hace cargo del relato en off. Lucho le pone bastante onda al dibujo, excepto en esa página funesta, con QUINCE viñetas y muchísimo diálogo, donde –lógicamente- dibuja lo menos posiible. Y en la séptima y última vuelve Hattusil, para otra aventura con onda sobrenatural, en la que el dibujo de Mulko ya es cualquier cosa. Líneas y manchas en estado salvaje, como si estuviera trabajando directo en tinta, sin un plantado previo a lápiz. El resultado es sumamente olvidable. Otra cosa que me hizo ruido es que el hijito de Hattusil llamado Nippur, al que vimos nacer hará unos… tres años, cuatro a lo sumo, acá ya parece un pibe de 9 ó 10 años. Por supuesto los adultos están siempre igual, ninguno parece haber envejecido 9 ó 10 años. En fin, seguimos lejos de la calidad que uno espera en una serie considerada un clásico, un pico de la gloriosa historieta argentina. Podría ser peor (supongo), pero también podría ser infinitamente mejor, sobre todo si pensamos que era la serie más popular de la editorial que dominaba por amplísimo margen un mercado inmenso, y a la que evidentemente no le faltaban recursos para cuidar un poco más los guiones, los dibujos y el color. Ni hablar del rotulado, pero ese flagelo por suerte fue eliminado en la edición de Planeta que estamos recorriendo. Gracias por tanto, perdón por tan poco, y vamos que ya estamos en Agosto y falta menos para que se termine este año de mierda.

6 comentarios:

Julián Blas dijo...

Esta colección es lejos la peor re-edición de un material nacional de la historia. Mal escaneada, mal remontada, mal letreada y con unos errores de ortografía que te dejan ciego. Es pésima. Y el que diga que sin esto jamás tendríamos a Nippur entero, hay que contestarle que excepto el ciclo primigenio con la dupla original, Wood-Olivera, el resto es más que olvidable. Y eso que acá todavía no llegó la etapa de Gómez Sierra, que es el dibujante más desangelado que alguna vez le tocó a Nippur.

Anónimo dijo...

Muy buen comentario y comparto. Soy de los 80, me gustaba la revista pero no me daba ganas comprar. Parecía innecesario, un par de historietas y ya la idea estaba servida. Y los años nos da la razón para sus defectos, después de todo esto es historia gráfica hecha de manera industrial, funcionó y los editores decidieron alargarlo en lo posible. Igualmente, leer comentarios así le dan encanto, lejos de echarles tierra. Donde vivo, había pilas de estas revistas en cada casa y por lo mismo, años después las tiraban. Ahora la colección está en unos 50 pesos ¿quien lo imaginaría?

Anónimo dijo...

Recuerdo haber leído declaraciones de algún dibujante guionista, no diré su nombre por si me equivoco "hace diez años a Nippur no me lo banco más".

Y Julián Blas tiene razón, Gómez Sierra no es un mal dibujante, pero hace cuerpos en pose, sin sombras ni movimiento salvo los brazos y piernas, como si fuera un dibujante publicitario.

Nicoanarco dijo...

Yo la colgue. Envejecieron muy mal estas historias y a ese precio por ese formato no había manera de seguirla. No encontré eso q me contaron y q me gusto en pequeños ejemplos. Igual se agradecen este tipo de apuestas.

Nicoanarco dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
javier gonzalez dijo...

Por lo visto no me perdí mucho al no coleccionarlo. Atesoro los primeros tres volúmenes publicados por Columba en papel de diario usado y coloreados con la pistola de Homero.Prefiero recordarlo con los gloriosos momentos que me dió de pibe.