el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 12 de octubre de 2020

HOY

Este es uno de esos libros imposibles, que más que libros parecen muebles. Un libro grandote, con más de 400 páginas, que nadie que no esté entrenado para levantar pesas podrá sostener en el aire más que un par de segundos. Un objeto contundente, monumental. Al nivel del concepto, también es monumental. Es un monumento que los editores le erigieron a la historieta argentina independiente, presente y pasada. Cada detalle del libro, cada texto, cada historieta, es un testimonio de la pasión que vincula a Julián Oubiña Castro y Sergio Schiavinato con este medio, y sobre todo con esta forma de producir. El resultado es una foto enorme, completísima, que deja muy chiquitos a intentos anteriores por hacer algo más o menos similar. Lo primero que me sorprendió es que había leído en otras publicaciones UNA SOLA de las 66 historietas que integran la antología. Sospecho que los editores les habrán pedido enfáticamente a los autores participantes que entregaran material inédito, que no desempolvaran para esta edición historietas ya aparecidas en otros medios. Eso es un acierto, porque lo lógico sería que a este lbro se acercara mayoritariamente gente que sigue habitualmente a estos autores en fanzines, antologías, blogs o revistas digitales y está bastante familiarizada con las obras ya publicadas de muchos de ellos. Como en toda antología de historieta argentina post-1995, me sorprendió también la diversidad de estilos gráficos. El nivel es, a grandes rasgos, muy bueno, pero lo más impactante es la amplitud, la gran variedad de estéticas distintas que ofrece HOY. Eso habla muy bien del criterio con el que se eligió a los autores, un criterio evidentemente generoso, para nada sectario. Hay un par que me parecieron de desastrosos para abajo, muy difíciles de redimir. Pero en promedio, me parece que visualmente es una antología sólida, con muchas posibilidades de seducir a públicos distintos e incluso a paladares exigentes. No está ahí, me parece, el problema o las limitaciones que muestra la historieta argentina independiente a esta altura de su evolución. El problema aparece cuando estos dibujos se tienen que poner al servicio de una narración. Dentro estas 66 historietas, en ese sentido, noto un déficit realmente preocupante. Hay un puñado, quizás un 10% de las historietas, en las que se combinan buenos dibujos con buenos guiones. Y en el 90% restante, veo dos variantes igualmente frustrantes: Por un lado, muchas historietas que parten de una buena idea, mal llevada a la página producto de una impericia narrativa que hace que el relato no prospere, se empantane, no trascienda. Por el otro lado, guiones que nacen muertos, pavadas irrelevantes, o peor aún: planteos hiper-ambiciosos que evidentemente no se van a poder desarrollar en cinco o seis páginas y quedan ahí, a la deriva. Entiendo lo difícil que es contar algo consistente con principio, nudo y desenlace en poquitas páginas. Y entiendo también que autores y autoras acostumbrados a publicar en antologías deberían tener más recursos, más cintura, para salir mejor parados de estos desafíos. Dejo de lado el tema de la pobre redacción de diálogos y textos, porque la verdad que no hay tantos errores de ortografía. Sí muchas dudas en el uso de los signos de puntuación. Pero lo realmente alarmante es la baja calidad que me encontré en la mayoría de los guiones. Repito que hay algunos muy buenos, algunos pasables, otros cuyo argumento no me atrapó pero me engancharon con buenos diálogos, algunos que no entendí ni remotamente qué corno me estaban queriendo contar, y otros donde entendí la trama pero me pareció muy poco atractiva, o la vi naufragar a merced de una precariedad lamentable en el armado de las secuencias, la elección de los enfoques o la planificación de las páginas. Es muy injusto tirar este tipo de críticas sin hacer nombres, sin entregarles el salvoconducto a los que merecen quedar exentos del “tirón de orejas”, pero me gustaría creer que ellos y ellas saben quiénes son, que no necesitan que yo los identifique por escrito. Rescato la gran variedad de temas, las ganas de contar cosas distintas, pero en la mayoría de los casos noto que faltan herramientas, que los autores se propusieron hacer cosas que no están del todo capacitados para hacer. Por suerte están los dibujos, que empujan para arriba el promedio final, las ilustraciones (que en su mayoría son excelentes) y los textos teóricos de Oubiña Castro, realmente valiosísimos. Y ese cuidado, esa atención por aspectos de la edición que muchas veces se descuidan y acá, en HOY, están impecables hasta en los más mínimos detalles. Ojalá en 10 ó 20 años, estos mismos editores produzcan un nuevo libro antológico con este nivel técnico, esta diversidad, esta pasión, esta amplitud de citerios, en la que (los que lleguemos vivos a verla) podamos apreciar una evolución en el aspecto más flojo de esta antología (y –supongo- del universo que la misma busca reflejar), que son los guiones. Por encima de cualquier cuestionamiento del tipo “¿Cómo pusieron una historieta de Tal y no una de Cual?”, me parece importantísimo subrayar este punto: con malos guiones o dibujantes que no saben narrar, el techo nos queda demasiado bajo. Hay que encontrar la forma de romperlo y de crecer por afuera de estos límites que se ven tan claramente en las páginas de HOY.

4 comentarios:

Gaspar Buono dijo...

al contrario de muchas antologías, no sé por qué, pero me muero de ganas de leer esta...

NN dijo...

Lo que destaco de este libro es justamente el hecho de incorporar autorxs que están más allá de los nombres conocidos (esxs que sabés que son infalibles). Ojo, está todo bien con ellxs, nos encantan, pero abrir diferentes antologías y encontrar siempre la misma gente termina por ser cansador. Acá Julián –un gran conocedor del mundo de la historieta nacional – hizo una apuesta muchísimo más arriesgada, interesante y saludable: con su corazón de coleccionista de fanzines en la mano, decidió dar un pantallazo de la inabarcable, mutable y multiforme movida fanzinera e independiente. Esto obliga a incorporar gente conocida, obviamente, pero abre el juego a muchos que pasan por debajo del radar. No lo digo como participante del mismo –aunque cuando fui convocado apenas se proyectaba como un modesto fanzine en torno a los colaboradores de “Zinerama”- sino como alguien interesado en autorxs amateurs, que se sorprendía más al mirar las mesas de un “Dibujados” que al comprar la “Fierro” mes a mes. Porque las anécdotas intrascendentes no son monopolio de los "no profesionales". Las fotocopias abrochadas no son perfectas; las pretensiones de ciertos autores de apostar por formatos más chetos tampoco los hace mejores. No quiero excusarnos de las falencias que podamos llega a tener –como dibujantes o guionistas- quienes formamos parte de este proyecto tampoco. Pero sí destacar el aire fresco que “HOY” significa.
¡Saludos Andrés!

Roman82 dijo...

Porque este tipo de historietas cortas no pueden estar en suplementos dominicales íntegramente de historietas que salgan con los diarios?? Tan mal negocio es?? Vieron los contenidos de las revistas dominicales de los diarios??

Roman82 dijo...

Porque este tipo de historietas cortas no pueden estar en suplementos dominicales íntegramente de historietas que salgan con los diarios?? Tan mal negocio es?? Vieron los contenidos de las revistas dominicales de los diarios??