el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 13 de junio de 2023

MARTES GÉLIDO

Hoy no sé por qué, pero me estoy cagando de frío. Debe hacer frío afuera. Lo comprobaré empíricamente en un rato, cuando salga... Pero primero, unas reseñas, que hace mucho que no posteo por acá. Hacía mucho, pero mucho tiempo que no leía un tomo de Omaha the Cat Dancer, una serie de culto de la segunda mitad de los ´80, que se extinguió sin hacer mucho ruido a mediados de los ´90. Después de mil años desenganchado de la serie, conseguí este Vol.4 de la colección de tomos recopilatorios (que si no me equivoco, son seis) y descubrí los nºs 11 al 14 del comic book que editaba Kitchen Sink, pero en formato más grande, mejor papel, sin publicidades, una gloria. Omaha the Cat Dancer es una creación del músico e historietista Reed Waller, quien sumó como co-guionista y autora de los diálogos a Kate Worley, fallecida hace ya casi 20 años. Básicamente es una telenovela con escenas de alto voltaje erótico, en la que los protagonistas son humanos con cabezas y colas de animales. El hecho de que algunos personajes parezcan gatos, otros perros, otros aves, otros vacas, chanchos o lo que sea, es totalmente cosmético. En todo momento queda claro que Waller y Worley están contando historias muy humanas, muy reales, de las que seguramente les pasaron a ellos, a sus amigos o familiares, y -en una de esas- a los lectores. Pero todo exagerado un toque, porque -como en toda telenovela- hay que pegar esos golpes de impacto en los que un personaje queda en silla de ruedas, otro se involucra en una batalla legal para cobrar una herencia multimillonaria, hay traiciones, aprietes, celos, peleas entre enamorados, etc. ¿Por qué está bueno este comic? Primero por lo obvio: el dibujo de Waller es exquisito y los diálogos de Worley son brillantes, reales, vívidos, cero acartonados, al hueso. Y después porque nadie hacía telenovelas en el ámbito del comic en esa época. Lo más parecido era... no sé, el segmento de Jaime Hernandez en Love & Rockets, pero no tenía el dramatismo ni el impacto de las tramas de Omaha. Y además, en esa época se usaba muy poco tener personajes con amplia variedad de orientaciones sexuales (que Omaha tiene) y hasta era raro ver a animalitos en escenas bastante hot, con garches en distintas posiciones, chupadas de lo que se te ocurra, etc... Por ahí para el lector de hoy esto huele a naftalina, o se hace denso de leer, porque casi todas las páginas tienen nueve viñetas y en todas los personajes hablan MUCHO, pero para lo viejos chotos, que en la segunda mitad de los ´80 todavía éramos adolescentes y teníamos el gusto en proceso de formación, esta historieta fue realmente importante. Eso sí, como toda telenovela, el tomo termina en cliffhanger, y me deja con muchas ganas de saber cómo corno continúa la historia. Me faltan los dos últimos tomos para tenerla completa y no creo que sean fáciles de conseguir, sólo por las décadas que pasaron entre que compré el Vol.3 y que apareció mágicamente este Vol.4. Quién sabe, algún día...
Ahora que terminé de leer las historietas de autores argentinos publicadas en 2022 (ovación de pie), me tiré de cabeza en una obra de autor argentino que el año pasado salió en España y Francia y este mes salió en nuestro país. Me refiero a La Última Comedia de Paolo Pinocchio, un tremendo librazo escrito y dibujado por Lucas Varela. La edición de La Cúpula es zarpada, con papel de un gramaje muy alto... y bueno, las infaltables carátulas y páginas todas negras, sin textos ni dibujos, que engordan innecesariamente al libro y lo encarecen. Tiene que haber una forma más eficiente de marcarle al lector dónde termina un capítulo y dónde empieza el siguiente. La novela en sí es, creo yo, lo más raro que escribió Varela en su vida. La Última Comedia es ante todo una saga épica, repleta de elementos sobrenaturales y metafísicos, algunos muy bizarros y otros levemente humorísticos. Tiene un tono solemne, distante, que Varela logra mediante la utilización de un lenguaje complejo, florido, que suena intencionalmente antiguo. Por momentos pensaba que es una historia que le hubiese gustado escribir a Neil Gaiman, o a Mike Carey en la época en que estaba a cargo de la serie regular de Lucifer. Esto tiene más que ver con ese Vertigo sofisticado y audaz que con aquel Paolo que debutó hace como 15 años en las páginas de Fierro y que era, a grandes rasgos, un chiste. La extensa aventura transita por climas ominosos, tiene un interludio bastante cómico (el inicio de la cuarta parte es lo más parecido a una secuencia en joda que vas a ver en el libro) y cuando arranca la quinta parte, ya te descoloca por completo. Ahí es donde Lucas te deja en claro que acá puede pasar cualquier cosa, y que la saga no es lo que vos suponías que era. La Última Comedia tiene momentos protocolares, momentos de exploración de un universo rarísimo, momentos de acción al recontra-palo, historias dentro de la historia (otra vez tengo que nombrar a Gaiman, capo en esa disciplina), tintes absurdos que desorientan al que cree haber sintonizado la onda épica y grandilocuente que predomina durante varios pasajes... esto es Varela Unleashed, un delirio demasiado genial como para ponerle una etiqueta y enrolarlo en un género puntual. Como en El Humano, acá Varela opta por una paleta limitada, en la que algunos colores (como el verde, por ejemplo) no existen. Un artificio más de un dibujo fascinante, complejo, generoso en detalles increíbles, que no para un minuto de tirar virtuosismo, pero que está 100% puesto al servicio de la narración. Si a esta historia le sacás los textos, también te queda un relato maravillosamente adictivo, que te estimula de todas las maneras posibles para que llegues hasta el final. Obvio que con los textos se disfruta más, pero el dibujo es tan claro, tiene tanta fuerza icónica, tanto dinamismo, que si te dejás llevar, te arrastra como un remolino a las profundidades de la narración. Obra totalmente consagratoria para Luca Varela, que se sigue cantando "quiero retruco" a sí mismo, y cada vez que puede, se hace un tiempo entre los trabajos "de encargo" con guionistas para irse bien al carajo y regalarnos gemas como esta inolvidable Última Comedia de Paolo Pinocchio. Si no pasa nada raro, mañana voy a ver la peli de Flash, así que prometo para muy pronto la reseña (ya veremos si con o sin spoilers) acá en el blog. Gracias y hasta entonces.

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