jueves, 28 de diciembre de 2023
AQUAMAN: THE LOST KINGDOM
Aquaman es todo lo que está bien. Es alegría, es descontrol, es bardo. Es fiesta con rock & roll a un volumen estridente. Y también es ese momento en el que nos ponemos serios porque las cosas se están yendo de mambo.
The Lost Kingdom puede confundirse con una película de machaca, pochoclo y esteroides. Pero es una película sobre los vínculos que nos unen, sobre el alto precio de mandarse cagadas y la riqueza invaluable que te da asumir que uno se mandó una cagada y tomar la decisión en serio de corregir el rumbo. Comparás al Aquaman de la primera peli, el que se hacía el banana y dejaba morir al padre de Black Manta, con el que llega al final de The Lost Kingdom y te das cuenta de lo mucho que se puede aprender y madurar sin limpiarte el ojete con tu esencia, con lo que te define como (buena) persona.
Creo que la segunda entrega me gustó más que la primera, tal vez porque está mucho mejor repartido el juego entre Orm y Black Manta. Y porque los genios infinitos que inventan las locaciones en las que se van a desarrollar las distintas escenas se cantaron "quiero retruco" a sí mismos y esta vez nos deslumbraron como pocas veces nos deslumbró el cine de superhéroes con esos paisajes, esa Sunken Citadel, ese mundo perdido bajo los hielos de la Antártida... Hasta la isla donde Manta arma su base se ve alucinante. Me encanta porque al pensar y diseñar estos lugares los tipos tiran fantasía sin límite, te meten cosas que parecen de Lord of the Rings o Star Wars en el contexto de una aventura que transcurre en nuestro mundo y en nuestra época. Y sale el boludo y dice "pero es puro escapismo..." y al final Aquaman te tira el discurso sobre el cambio climático (que algunos necios se obstinan en negar) y los esfuerzos que tenemos que hacer todos para que nuestro planeta no deje de ser habitable de acá a un par de siglos.
¿Qué no me gusta de esta película? Y, al ser la última, yo me habría jugado a hacer boleta a alguno de los protagonistas... o de los secundarios más importantes. Total, no los necesitás más. La magnitud de las amenazas a las que combaten Arthur y sus aliados ameritaban que alguno pagara con la vida la victoria que tanto les cuesta conseguir. Y bueno, ya dije mil veces que a mí me copa el Aquaman/ Tarzan, el pibe humano criado por los peces, no por el guardafaros. El pibe al que le cuesta tratar con seres humanos, porque siempre se movió entre el cardumen. Pero para darle ese perfil a Aquaman tenés que sacrificar bastante de uno de los ejes centrales de la versión fílmica del personaje que es la de la familia. No hay muchos superhéroes que tengan vivos a su papá y a su mamá (en las películas, podemos sumar a Wasp a esa acotadísima lista), y que encima agranden la familia con casorio, hijo y tardía reconciliación con un medio hermano. Reemplazar todo ese entorno por delfines sería difícil de lograr en términos dramáticos y medio suicida en términos comerciales. Y la verdad que funciona bien, no hace ruido ni obstaculiza el lógico desarrollo de las tramas.
Me gustó la música, me maravilló el diseño de producción, me convencieron los efectos visuales, pero creo que lo que más me gustó es el ritmo: no te podés aburrir ni aunque te lo propongas, porque siempre pasan cosas zarpadas, una atrás de la otra. Y encima está bien logrado el equilibrio entre drama y comedia. Las actuaciones, bastante decorosas. Me parece que tanto Yahya Abdul-Mateen II como Dolph Lundgren están más sólidos que en la primera entrega y el resto al mismo nivel, más que aceptable.
Y banco fuerte la decisión de escindir por completo a esta película de ese intento frustrado que fue el universo fílmico de DC. Acá no aparece ningún otro personaje, no hay cameos, no hay guiños, ni siquiera se menciona que Aquaman alguna vez fue parte de la Justice League e interactuó con otros superhéroes. De hecho, estaría buenísimo que se haga un nuevo corte de la primera peli en la que se eliminen todas las menciones a otros personajes, así estas dos aventuras de Aquaman pasan a estar encapsuladas en su propio universo, sin contacto con todo el despelote que pasaba por alrededor de estas dos obras maestras de James Wan.
Leo en los portales de noticias que en la taquilla a The Lost Kingdom la tapó el agua más que a Atlantis y la verdad que me chupa un huevo. Yo la disfruté un montón, me entretuvo a full, me emocionó y me vendió una iteración que recontra-garpa de un personaje que me gusta desde siempre, incluso cuando era un goma que -al lado de Superman, Batman y Wonder Woman- estaba de adorno. No digo "es la mejor película jamás filmada", pero la pasé bomba. Y al lado de excrementos radioactivos como la Flash de Andy Muschietti, esto es la cima del Séptimo Arte.
Si es posta que en las futuras películas de DC veremos a Jason Momoa en el rol de Lobo, supongo que vendrá otro actor a interpretar a Aquaman, y me parece bien. Basta de esa nostalgia tóxica que quiere que Batman sea siempre Michael Keaton, o que Superman sea siempre Christopher Reeve. Ya está, este universo fílmico se terminó y vendrá otro, que ojalá tenga pelis de Aquaman tan buenas como estas dos que nos regalaron Wan, Momoa y familia.
Nada más. Por ahí mañana hay reseñas de comics. Y seguro mañana (viernes 29) sale a la venta la nueva Comiqueando Digital, así que date una vuelta por www.comiqueandoshop.blogspot.com y descargala, así te llevás material recontra-premium para leer y contribuís a que toda esta rueda siga girando. Desde ya, gracias totales.
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4 comentarios:
Como andás Andres. La verdad que comparto tu opinión con respecto a la peli. No se por que esa necesidad de pegarle tanto. No te voy a negar que fui verla con pocas espectativas. Le estaban tirando tanta mierda que fui resignado
Pero la pasé de 10, al final me sorprendió lo mucho que me gustó. Nos tendremos que conformar con estas dos y resignar una 3ra entrega. Como pasó con el Hellboy de Del Toro.
Yo con estas dos estoy más que satisfecho. No necesito más.
Asumo por esta reseña que Wan no tuvo los huevos de hacer que Manta mate al bebe
El lineas generales coincido, pero hubiera preferido que hubieran matado al padre para darle algo mas de dramatismo y un final agridulce a lo Empire, lo cual me recuerda que también podrían haberle cortado la mano al final. Obviamente, matar un bebé en una peli mainstream de Hollywood es imposible (bah, en los comics de los 70s pasó "fuera de cámara" de hecho) pero me hubiera gustado ver el amague / corte de mano con en la serie de Bruce Timm
Salute.
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