miércoles, 27 de agosto de 2025
MIÉRCOLES DE CALORCITO
Nos merecíamos un día como el de hoy, después de habernos cagado bastante de frío durante todo este eterno mes de Agosto. Yo ayer no me moví de casa, así que aproveché para avanzar con las lecturas.
A un ritmo sumamente pachorro, sigo adelante con mi colección de Archives de Plastic Man. Un lejano 10/06/16 comentamos el Vol.5 y ahora me toca hablar del 6... que sorprendentemente (o no) me encuentra listo para repetir lo mismo que escribí aquella vez.
Aventuras policiales con un personaje que tiene superpoderes y otro que no para de generar situaciones cómicas, villanos estrafalarios pero sin superpoderes (esta vez aparece uno CON superpoderes: el Grasshopper) que a menudo mueren y nunca regresan a vengarse de los buenos, una estructura de relatos en la que al final de cada uno todo vuelve a foja cero y nadie recuerda nada de los episodios anteriores, chistes de humor verbal y de humor físico y un dibujo que nos permite afirmar que en esta época (1946-47) Jack Cole estaba on fire, pero todavía lejos de hacerle sombra a Will Eisner (que es, claramente, su principal referente estético).
Me quedo un poquito más con el dibujo: hay algo muy loco en el trazo de Cole, porque nos llena con muy poco. El tipo no se calentaba en lo más mínimo por el realismo ni por el detalle. Resolvía todo de un modo minimalista, y el lector tiene que poner mucho de sí para que esas calles parezcan calles, esos edificios parezcan edificios y esas ametralladoras parezcan ametralladoras. Cole dibuja lo mínimo indispensable, busca la síntesis más extrema, más despojada, en la que todo eso se reduce a íconos. El esmero del autor se nota más en los primeros planos y en la forma en la que acomoda muchísimos elementos gráficos (y los textos) en esas seis o siete viñetas que tiene para llenar en cada página. Así es como tenemos aventuras de 15 ó 16 páginas en las que pasan muchísimas cosas, los personajes hablan sin parar y cada golpe, caída o disparo es acompañado de una hermosa onomatopeya. Y sin embargo todo fluye de un modo muy ágil, muy ganchero, nunca sentís que te están tirando con demasiadas cosas juntas. Evidentemente eso es fruto de una excelente planificación de la página y de una inigualable composición de las viñetas.
De todas las historietas de este tomo (originalmente publicadas en las revistas Plastic Man y Police Comics) hay solo dos guiones que si los presentás hoy en una editorial actual no te los rebotan: el del tipo que regala cuatro millones de dólares (hoy serían como 400) y el del asesino con las flechas de Cupido. El resto son muy predecibles, medio pavotes, o muy traídos de los pelos... lo cual no significa que no sean divertidos, o que no se puedan disfrutar si los leés 80 años tarde y con la primaria completa. De alguna manera extraña, este material perdura, no huele a naftalina como las historietas de casi todos los superhéroes de la Golden Age. Son comics que hoy no pasan vergüenza, sobre todo si se los piensa como entretenimiento infanto-juvenil. Y eso habla de lo capo que era Jack Cole en los años ´40. Me faltan solo dos Archives para completar la colección. Acepto donaciones.
¿Te parece leer en portugués una novela gráfica de guionista español y dibujante argentina? Y bue... acá no la edita nadie y en España no la encontré. La verdad es que tenía muchas ganas de leer El Amante de Lady Frankenstein y ver hasta dónde habían llegado Hernán Migoya y Patricia Breccia con la cautivante consigna de mezclar El Amante de Lady Chatterley con Frankenstein. Pero en la práctica descubrí que la consigna no se sostiene más de 80 páginas y que la novela se estira innecesariamente para alcanzar esa extensión. Esto mismo, en 64 páginas pegaría más fuerte y se disfrutaría mucho más.
A diferencia de la mayoría de los autores que reversionan la obra de Mary Shelley, a Migoya parece no importarle mucho la labor científica de Victor Von Frankenstein. No indaga mucho ni en el cómo ni en el por qué de su obsesión por darle vida a criaturas monstruosas que arma en base a cadáveres rejuntados por ahí. Simplemente es una especie de genio alienado capaz de resucitar fiambres, mientras ningunea soberanamente a los seres vivos, incluyendo a la hermosa mujer que recibe como esposa a partir de un arreglo entre familias poderosas. Victor es un personaje muy secundario en buena parte de la obra, un ente cuya ausencia dispara la búsqueda de Elizabeth, quien necesita un hombre para amar y lo encuentra en Adam, el apuesto jardinero. La primera mitad de la novela va a estar regida por la lujuria y la segunda por el terror, porque los amantes ahora van a ser muertos resucitados. El final es trágico, impredecible, muy impactante y, como ya dije, me habría gustado más si sucedía 20 páginas antes, para cerrar la trama de manera más sucinta, menos descomprimida.
El dibujo de Patricia se muestra sólido y versátil. Dibuja con el mismo aplomo personajes seductores y personajes esperpénticos, que están ahí para perturbar o causar miedo en el lector. Se nota la solvencia tanto en las expresiones faciales como en los cuerpos, los personajes se mueven con naturalidad, los fondos están muy bien trabajados y la aplicación de los grises es impecable. El trazo de Patricia es mucho menos sintético que en otros trabajos más o menos recientes (pienso, por ejemplo, en Mano Blanca): acá hay más mancha negra, más texturas, más efectos de iluminación, más detalles en la ropa... por momentos hay tanto detalle que parece una cruza entre Patricia y Horacio Lalia o Solano López. Lo único que no me copa de la faz gráfica es cuando Patricia corta al medio una viñeta con una diagonal para meter DOS viñetas en el espacio de una. Hay puestas en página organizadas con diagonales que quedan buenísimas, pero cuando una viñeta chica de pronto se convierte en dos triangulitos, la narrativa se resiente y el dibujo no se luce. En esos casos, prefiero dos rectángulos finitos o el viejo y querido "inset".
No me queda muy claro por qué en Argentina no hay una edición local de El Amante de Lady Frankenstein, porque es una novela gráfica que -sin ser la Octava Maravilla- puede enganchar sin ningún inconveniente a los fans del erotismo, del terror, del drama, de Mary Shelley, de D.H. Lawrence y de dos capos de tremenda trayectoria como son Migoya y Breccia. Es un comic violento, sí, obvio. Hay sangre, mutilaciones, asesinatos, garches bastante subidos de tono (sin genitales, aclaremos), pero se aclara que es solo para adultos y listo.
En fin, hasta acá llegamos, por hoy. Nos encontramos esta noche en el canal de YouTube de Comiqueando para una nueva emisión en vivo de Agenda Abierta y si no, muy pronto en este mismo espacio, con nuevas reseñas.
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3 comentarios:
Tu lo has dicho, compañero, nos hemos cagado!! Que alegria leerlo con esas palabras. Y que bella jornada soleada, ideal para pasar por una pizzeria porteña y disfrutar el sabor del roquefort y un vaso de vino, como preambulo perfecto para llegar al hogar y sentarse frente a una historieta de
Imaginate a plastic man garchando o cagando vestido de tiburon en ambos casos? Es mejor que Reed o el de liga europa o el otro ese de la pelicula parecida y esos dejanabarbera, el mejor es el plastic man. Y si se viste de tiburon y se sienta en el inodoro mejor, porque es lo que nacio para
ponele quemortadelo tambien, mortadelo es rankeable tambien. yo quoero una hisotroa demortadelo cnon plastic man luchando de detectives en praga y que encuentran un misterio que tienen que resolver u pero justo en l medio aparece una sociedad scerta de hombre svampiros que los tratan de secuestrar y entonces se tiene que vestir de tiburon y cagar angosto para queno lo encuentran y enocntes despues lo rescata a mortadelo que se puede hacer pasar por inodoro y entre el distraen a l lider, exponen la conpsiracion, rescatan a los perros salchcihcas y lo ventilan todo en los medios y que llegaba tambien aca que lo cuenta pagni y navarro por igual
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