el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 9 de octubre de 2012

08/ 10: MIA

Bueno, me ensarté de nuevo. Esta novela gráfica de Man parecía promisoria, y no, a la hora de los bifes me decepcionó.
El dibujo es blandito, se le nota demasiado que está pensado para gustarle a todo el mundo. Y sin ser malo, le falta onda. Parece un comic dibujado por Pier Brito sin ganas. Hay mucha variedad de ángulos, no escasean los fondos, las secuencias están bien hilvanadas, y sin embargo tiene gusto a poco, a cosa obvia, muy pre-masticada. El color también, es predecible, aporta poco y por momentos le trata de dar visos más “líricos” a un dibujo más bien prosaico. Repito: no es que la faz gráfica esté mal, o que se vea fea. Es que le falta alma, filo, onda, no sé... algo.
El guión (en el que Santi Navarro le da una mano a Man) tampoco me convenció. Es la historia de unos fascinerosos que intentan secuestrar a un pibe y, de rebote, terminan por secuestrar también a una minita. Los dos cautivos pegan onda y harán lo imposible para liberarse a sí mismos y al otro. Los buenos van a zafar de peligros muy jodidos, lo cual erosiona bastante el verosímil, y los malvivientes –que la van de super-profesionales- cometen unos errores inexplicables que van a desembocar en la victoria de los jóvenes tortolitos.
Los policías a cargo de la investigación, los inspectores Angel y Salomón, también resultan tan ineptos que casi funcionarían mejor si Man los presentara como “comic relief”, como personajes en joda, pensados para descomprimir con chistes una trama que se presentaba sórdida y áspera y terminó por resultar obvia y edulcorada. Entre una cosa y otra, a Man no le faltan excusas para meter escenas de acción y la verdad que no están mal. El tema es que muchas veces no sirven para hacer avanzar la trama.
Creo que lo mejor del libro es lo que no pasa. Uno, que sigue a Man desde la época en la que hacía porno salvaje para la Kiss Comix, arrancó desde la página 3 esperando que a la protagonista (Mía, la sensual colegiala con bulimia) se la garcharan de arriba a abajo, como en tantas otras historietas de este autor. Y no, a Mía no se la garchan nunca, o por lo menos no lo ves. En la página 70 hay indicios de que uno de sus captores trató de abusar de ella, pero no nos consta, no se explicita. Y en el epílogo, que nos la muestra ya viviendo en pareja con... alguien, está claro que cogen, pero tampoco nos lo muestran. O sea que esta vez, un autor que –por sus trabajos en la Kiss Comix e incluso en otros, junto a guionistas como el gran Hernán Migoya- podría parecer entre machista, misógino y sexópata, se cuida muchísimo en el tratamiento de la protagonista e incluso a la hora de meterse con la bulimia, tema al que le dedica extensos textos al final del libro.
Esto es lo único no obvio, no trillado, no pensado para apelar a lo que el lector quiere ver en la historieta. Al resto se le notan mucho los hilos de la marioneta y eso no hace que Mía sea una mala novela gráfica, pero sí la manda a la pila de las prescindibles.
Mañana, en una de esas, se viene un post desde Nueva York. Si no, el lunes 15, con toda seguridad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Andrés, te escribo porque estoy tratando de conseguir “el baño violeta” de Gustavo Sala y se me hace imposible. Se que cuando te presentas en eventos a vender tenes material de el, ese tomo lo trabajas?
Saludos.
Matías.

Andres Accorsi dijo...

Matias, en Argentina no hay tomo recopilatorio de El Banio Violeta. Yo tengo un solo ejemplar de la edicion espaniola, que me lo regalo Gustavo.

Anónimo dijo...

en la pagina de la revisteria figura q esta:

http://www.larevisteriacomics.com/violeta-p-9884.html

Anónimo dijo...

OK Andrés, Muchas gracias por tu respuesta.
Saludos.