lunes, 23 de noviembre de 2020
MANO OCULTA
Otra vez me toca reseñar una obra de Rodrigo Canessa, un guionista semi-oculto en los pliegues de la historieta argentina actual, del que se habla poco, pero por lo menos una vez al año tira al “mercado” una obra interesante.
En este caso me tocó leer Mano Oculta, escrita por Canessa y dibujada por Athos Pastore, una obra en la que el guion en sí es casi minimalista. Canessa plantea un argumento (no lo quiero explicar, por las dudas que que alguien prefiera leer el libro), que tiene que ver con un mundo post-holocausto nuclear en el que algunos sobreviven como pueden y otros montan un complejo operativo para experimentar ilícitamente con seres humanos. Y ya está. Lo plantea y lo deja volar. Lo que más me gustó del guion es cómo Canessa “se calla la boca” y deja que las imágenes que conjura Pastore cuenten la historia de Etiel y su búsqueda. Esto podría ser un festival de bloques de texto introspectivos, o descriptivos, y los personajes podrían hablar mucho más de lo que hablan, pero el guionista elige el camino contrario: el de los silencios., el de dejar que los dibujos creen los climan, describan y acentúen lo que le está pasando a Etiel y al resto del elenco.
En principio no es una mala opción, pero para mi gusto Mano Oculta tiene dos problemas, y casualmente los dos tienen que ver con esta decisión por parte de Canessa: por un lado, como toda historieta en la que escasean los textos, se lee muy rápido. No a todos los lectores les resulta un bajón que los libros les duren menos de 15 minutos, pero a mí la verdad que no me copa. El otro problema es que noto una cierta falta de intensidad. Canessa piensa un argumento rico en situaciones tensas, estremecedoras, jodidas… pero después renuncia al uso de un montón de elementos que podría poner en juego para hacernos vivir todas esas sensaciones con más fuerza. Sin embargo, prefiere que estas nos lleguen –como decía recién- exclusivamente a través de los dibujos de Pastore, lo cual no siempre sucede. En algunas secuencias, como la del incendio cerca del final, Pastore se pone el relato al hombro y deja todo para transmitirnos la verdadera fuerza dramática de lo que está sucediendo en la historia, y en otras la verdad que no, y eso hace que Mano Oculta enfríe en momentos en los que debería calentar y no impacte en momentos en los que –desde el argumento mismo- tenía todo servido para impactar.
En el apartado gráfico, Athos hace muy bien algo que la mayoría de los dibujantes hacen mal, que es mezclar varias técnicas de entintado. Acá hay un revoltijo de línea clara, mancha expresionista ida al carajo, tramas mecánicas, claroscuro… Imaginate una historieta dibujada a ocho manos entre el Lucas Varela de Doctor Oscuro, Pablo Burman, Renzo Podestá y Gonzalo Ruggeri. Un dibujo muy generoso en materia de climas, repleto de detalles en los fondos pero muy simple en los rostros, realmente muy interesante para mirar y estudiar. Le falta lo que señalábamos recién: más intensidad a la hora de transmitir todas esas cosas que habitualmente transmiten los textos y que acá el guionista decidió “restar” de la ecuación. Pastore se desvive para cuidar la calidad del grafismo y el flujo del relato secuencial, pero le falta ese plus, esa garra para cazar al lector de la garganta y ametrallarlo con todas esas sensaciones y emociones que Canessa imaginó en el argumento pero no incluyó en el guion.
Sólo por la cantidad de secuencias mudas que tiene Mano Oculta, me doy cuenta de que es una historieta que guionista y dibujante hablaron mucho, y que hay entre ellos un fuerte vínculo de confianza. Esta vez, la apuesta a un guion minimalista y un dibujo que cargara con casi todo el peso de la narración no salió todo lo bien que uno quisiera, no obstante lo cual (cantaría Riff) estamos ante una obra atractiva, con un buen conflicto, un buen desarrollo y una buena resolución, ambientada en un mundo atípico y fértil para este tipo de aventuras, y dibujada en un estilo original, novedoso y de gran solidez, coherente consigo mismo de la primera viñeta hasta la última. No tengo dudas de que en su próxima obra conjunta Canessa y Pastore van a ajustar un poquito la sintonía para que todo este despliegue de ideas e imágenes pegue mucho más fuerte.
Ah, excelente la edición a cargo de la editorial Deriva. Un lujo, de verdad.
Nada más por hoy. Seguimos recorriendo obras de autores argentinos en este Noviembre temático, acá en el blog.
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