el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 10 de enero de 2023

MARTES AL MEDIODÍA

Me hubiese encantado postear estas reseñas ayer o anteayer, pero bueno, pasaron cosas... Volví a leer el principio de Monster, de Naoki Urasawa, que conocía gracias a la fracasada y lamentable experiencia de LARP. Y me acordaba casi todo, lo cual es muy raro. De nuevo, al terminar las primeras 200 páginas pensé "¿en serio esto es una serie de más de 3500 páginas? ¿Para qué, si con esto, con mínimos ajustes en el final, tenías un tomo unitario perfecto?". Pero claro, faltaba resolver lo de la hermana gemela de Johan, lo cual ocupa el centro de la escena en las 160 páginas siguientes. De nuevo, con mínimos cambios en el final, la trama se podría haber resuelto de manera categórica, potente y muy satisfactoria, y dejado todo ahí, en 360 páginas de gloria infinita. Sin embargo a Urasawa se le ocurre cómo seguir la historia y las últimas 40 páginas del tomo nos adelantan para dónde va a ir la cosa: el Dr. Tenma va a invertir los roles y se va a convertir en el cazador implacable decidido a hacer lo que haga falta para ponerle fin a los crímenes de Johan, el pibe al que él mismo le salvó la vida nueve años atrás. Nada de esto hacía falta, pero confío en que Urasawa se las va a ingeniar para que el conflicto gane espesor, y el suspenso nos tenga atrapados hasta el final de la obra. En el medio hay un misterio interesante, que es cómo corno Johan se convirtió en el asesino perfecto. También hay cierta ambigüedad en la forma en que Anna/ Nina narra su versión de los trágicos hechos que acabaron con la muerte de sus padres, así que seguramente habrá revelaciones por ese lado. Y lo que menos me interesa es el plot de "la policía cree que Tenma es el autor de los asesinatos", algo que se vuelve irrelevante porque a los lectores nunca nos quedan dudas de que Tenma es inocente. Esto le va a servir (digo yo) a Urasawa para meterle tensión a la trama, porque Tenma, además de perseguir a Johan, va a tener que escaparse una y mil veces de las autoridades. Y cada vez que eso pase, yo voy a bostezar. De nuevo, confío en que Urasawa le de vueltas de tuerca sorprendentes y novedosas a este planteo argumental, que introduzca nuevos personajes, nuevos conflictos... lo mismo que le veo hacer tomo a tomo en 20th Century Boys. El dibujo está casi a ese mismo nivel inverosímil que disfrutamos en la otra obra del ídolo que publica (de vez en cuando) Ivrea, con esa expresividad en cuerpos y rostros que potencian a full el dramatismo de la puesta en escena y de los diálogos. Las páginas a color son preciosas y si bien el ritmo es lento, y por momentos exasperante, está todo pensado para atrapar al lector y asfixiarlo con lo jodido de lo que sucede y con la forma de mostrarlo. Por cómo está narrada, Monster parece una serie de TV de las de ahora, pero Urasawa la dibujó en la segunda mitad de los ´90, o sea que estaba muy adelantado a su época. Disfrutémoslo y roguemos para que nunca falten obras de Naoki Urasawa en el mercado local.
Me voy a 2008, cuando una editorial británica y una canadiense co-producen una adaptación al comic (la enésima) de Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde, el clásico de Robert Louis Stevenson que aún hoy ejerce una fascinación (sumamente entendible) en autores y lectores de todo el mundo. Esta vez, los encargados de contar en imágenes la desgarradora historia de Jekyll y Hyde son nada menos que el inolvidable Alan Grant y el siempre sólido Cam Kennedy. Se trata de un trabajo sobrio, sin excesos, donde se nota que ambos autores se esfuerzan por no irse a la mierda con el gore, ni con lo grotesco de las situaciones imaginadas por Stevenson. Los textos de la Bruja respetan a rajatabla los del relato original, como si el guionista quisiera permanecer oculto, convencernos de que no estamos leyendo a Grant, sino a Stevenson. Son pocas las escenas con mucho diálogo o muchos bloques de texto, con lo cual hay espacio para que Kennedy se luzca a full, en un estilo que remite enseguida a Carlos Ezquerra y con puestas en página que alternan entre las más tradicionales y algunas más arriesgadas. El color de Jamie Grant (el mismo de clásicos como All-Star Superman, por ejemplo) es maravilloso y se complemente a la perfección con la línea de Kennedy. No tiene sentido hablar del argumento porque es, ni más ni menos, el mismo que escribió Stevenson en 1886. Simplemente subrayar que la historia está muy bien llevada, que al toque Grant y Kennedy te meten en esa Inglaterra de fines del Siglo XIX y que, si no conocés la historia (lo dudo, pero bue...), el misterio se devela recién al final, cuando la tensión ya te dejó al borde del abismo. El libro tiene apenas 40 páginas de historieta, pero si sos fan de Cam Kennedy, o de la querida Bruja Grant, o de este tremendo relato de Stevenson, vale la pena conseguirlo y atesorarlo. Nada más, por hoy. Ni bien pueda, vuelvo a la carga con nuevas reseñas, acá en el blog. Y si quieren leer más, hay un montón de notas magníficas en el nuevo número de Comiqueando Digital, que se puede descargar por muy poquita plata en https://comiqueandoshop.blogspot.com/. Gracias y hasta pronto.

No hay comentarios: