el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 11 de abril de 2024

JUEVES DE FINALES

Hoy, reseñas cortas para dos libros que funcionan como último tomo de sendas series. Primero, me toca hablar del Vol.3 de El Minúsculo Mosquetero, de Joann Sfar, probablemente el mejor de los tres álbumes que integran la serie. No es un verdadero final, porque termina con la promesa de retomar la saga en un Vol.4 que -como tantos proyectos de Sfar- jamás se materializó. Pero es una historieta muy entretenida, con un gran mix entre aventura, comedia y momentos de introspección. Este es el tomo de el Mosquetero menos delirante, más ajustado a una narración aventurera más o menos lógica, y si bien tiene varios garches, es donde se sienten menos forzados y mejor incorporados al desarrollo dramático de la trama. Me llamó mucho la atención que el coprotagonista esta vez es un intrépido espadachín italiano, apodado "el Escorpión"... al que Sfar dibuja con la misma cara y la misma ropa que Armando Catalano, el personaje de Stephen Desberg y Enrico Marini. Un crossover bizarrísimo. Y para las últimas páginas, Sfar se pone meta, cuando el mosquetero conoce a Louis Le Trondabbe (que es una obvia referencia a Lewis Trondheim) y se ponen a hablar del festival de Angoulême, en la previa a esa cuarta historia que nunca veremos. Andá a saber qué tenía para decir acerca de esa movida y decidió guardarse. Donde no se guardó nada Sfar es en el dibujo de este álbum, absolutamente maravilloso. Como en el anterior, hay cambios en el trazo, en la paleta de colores... hasta adopta el estilo de Paul Gauguin cuando las peripecias del mosquetero lo llevan a esas islas que parecen del Pacífico Sur. Un trabajo deslumbrante de un Sfar que no se casa con ninguna grilla para la puesta en página ni con ninguna estética para plasmar gráficamente las locuras que se le ocurren para que viva su personaje. Por ahí si nunca leés El Minúsculo Mosquetero tu vida no cambie demasiado, pero si le das una oportunidad, no creo que te defraude, sobre todo si ya sos fan del genio de Niza.
Me leí muy rápido el Vol.2 de Quiero ser Asesinado por mi Alumna, el manga de Usamaru Furuya cuya primera parte reseñé el 31/07/23. El dibujo me gustó un poco más que en el Vol.1, de hecho para la segunda mitad de este tomo (la más salvaje), el autor echa mano a unos cuantos recursos gráficos muy grossos, que no habíamos visto en el resto de la obra, con excelente resultado. El guion, en cambio, me desilusionó bastante. Esto está groseramente estirado, a límites exasperantes. Son 240 páginas para contar algo que se podía contar en 30, 36 a lo sumo. Toda la segunda mitad de la obra podría ser un gran capítulo final como para terminar bien arriba un primer (y único) tomo. Cuando leía el Vol.1, me pareció que pasaban pocas cosas, porque Furuya se tomaba su tiempo para presentar a los personajes y al conflicto central. Con todo eso ya presentado, en el Vol.2 no pasa mucho más. Crece la tensión, crece el suspenso y poco antes de la mitad del tomo ya estamos en ese climax, que se alarga tanto que en vez de dramático se vuelve tragicómico. Hay un par de revelaciones impactantes (también, en secuencias infinitamente estiradas) y un final que no está a la altura de la expectativa que generó el autor a lo largo de los dos tomos. Sin ser una basura, Quiero ser Asesinado por mi Alumna quedó muy lejos de otras obras de Furuya en las que el enrosque, los problemas mentales, las depravaciones sexuales y demás horrores cotidianos tienen bastante protagonismo. Ah, de nuevo me hizo mucho ruido la traducción al castellano neutro, ese engendro mutante que no se habla en ningún país. No sé si Merci compró los derechos para que esta edición circule por fuera de Argentina, pero la verdad que -acostumbrado como estoy a leer el manga en argento vía Ivrea o en gallego vía las editoriales españolas- el neutro me resultó casi infumable. Y destaco mucho lo bien que se ve la obra en ese tamaño un poco más grande, similar al que usa Ivrea para las ediciones de Monster, 20th Century Boys y algunas obras de Inio Asano y Junji Ito. Nada más, por hoy. Me gustaría leer más, pero no encuentro el tiempo... y a medida que se acerque la fecha de salida de la Comiqueando Digital nº9, más difícil se me va a hacer.

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