el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 15 de marzo de 2025

POR FIN DE REGRESO

Vengo de un montón de días sin poder postear por problemas en la conexión a internet que me impedían subir contenidos a la web (Telecentro, compadre..). Lo bueno es que en esos días pude leer bastante y tengo unos cuantos libros para reseñar. Vamos con los dos primeros. Allá por el 11/05/18, mientras naufragaba el anterior gobierno entreguista de derecha en el que estaban ratas inmundas como Federico Sturzenegger y Patricia Bullrich, yo hablaba del Vol.2 de Orgasmos Cotidianos y decía que nunca había visto el Vol.1. Años más tarde lo conseguí. Hecho mierda, pero lo conseguí. Y me pareció tan copado como el Vol.2. El Vol.1 es más diverso, porque combina historietas de distintas extensiones (hay de una página, de dos y de tres), hay planchas a color y planchas en blanco y negro, y -lo más importante- en vez de dos autores, hay tres. Están Xavier Roca y el glorioso Alfonso López, y además está otro monstruo como es T.P. Bigart (pseudónimo de Joan Tharrats), a quien vimos hace poquito en el álbum de Johnny Roqueta. Queda claro que tanto a este señor como a López, les compro cualquier cosa que lleve sus firmas. El dibujo parece ser todo obra de Alfonso, con lo cual sospecho de acá T.P. Bigart oficia de guionista, como lo hizo más de una vez en las obras que realizó con su hermano, Tha (de las cuales también vimos varias acá en el blog). Pero por ahí me equivoco. Con o sin Bigart involucrado en ella, la faz gráfica de este álbum es maravillosa. Con color o sin color, en blanco y negro puro o con grises aplicados, Alfonso López pone toda su magia al servicio de estos breves relatos humorísticos. El ídolo sabe cuándo el efecto cómico requiere una cierta sutileza y cuándo lo mejor es irse bien al carajo e impactar al lector con imágenes fuertes, de cuerpos desnudos y entreverados. Todo esto sin descuidar nunca la fluidez del relato, ni la apabullante generosidad en los fondos y en detalles de la ropa, los peinados, los muebles y demás referencias visuales que nos permiten situar fácilmente estas historias en la segunda mitad de los años ´80. Entre los guiones, lógicamente hay mejores y peores. Algunos me causaron mucha gracia, otros muy poca, pero me llaman la atención dos cosas: 1) atrasan menos que los que vimos hace poco en el librito de Tabaré. Si bien son anteriores, los Orgasmos Cotidianos quedaron menos anclados en su época y ofrecen una mirada de la temática del sexo bastante más potable en este segundo cuarto del Siglo XXI. 2) dependen menos de los culos, las tetas y las pijas que los del Vol.2, que eran -si mal no recuerdo- un toque más groseros. Acá hay levantes, garches, petes, cuernos, gente que se excita con "cosas raras" y demás tópicos de las comedias de impronta sexual, pero pegan más fuerte la originalidad y la gracia de las ideas de Roca (y la calidad del dibujo) que lo zarpado de lo que efectivamente se muestra. Creo que no hay más Orgasmos Cotidianos, por lo menos recopilados en álbumes, pero si llego a ver algún otro álbum de la serie, me tiro de cabeza, porque este es -sin dudas- un clásico ochentoso que todavía suena muy bien.
Me vengo a Argentina, año 2024, para presenciar el cierre de la trilogía de Mega, la creación de Salvador Sanz cuyos tomos anteriores vimos el 06/02/21 y el 30/04/23. Es un final lindo, casi poético, en el que cierran todas las puntas que se habían abierto en los tomos anteriores. Creo que lo que más me impactó esta vez no fueron los combates entre las criaturas fantásticas, sino la vuelta que Sanz le pega al personaje del papá de Elmo, que parecía una cosa y termina por ser otra, totalmente distinta. Y esperaba un poco más de Felipe, un personajes que creció muchísimo en el Vol.2, que amagaba con ser definitivo para la resolución de la trama y cuyo rol se disuelve de a poco a lo largo de estas últimas 115 páginas. La Danza de los Chacales mantiene lo mejor que tuvo el Vol.2: el equilibrio entre el misterio sobrenatural, la machaca entre criaturas colosales y las escenas más intimistas, en las que Sanz le agrega una capa de realidad, de cercanía, a la ambiciosa trama en la que seres ancestrales de inmenso tamaño e imnenso poder coexisten con la gente común, que vive acá a la vuelta. Me dio la sensación (pero no lo cotejé con los tomos anteriores) de que esta entrega tiene más secuencias mudas que los Vol.1 y 2, y que -por ende- se lee más rápido. No es algo que me moleste, a esta altura de la vida, y no porque no sea fan de los diálogos que escribe Salvador, sino porque la narrativa, en este tomo final de Mega, es impecable. No digo que más diálogos pudieran ir en detrimento de este cautivante flujo narrativo, pero así como está, se lee muy bien. Es un relato claro, bien puntuado por las puestas que Sanz elige para cada página, en el que no se resienten ni el clima que busca generar la historia, ni el impacto visual que -obviamente- generan los dibujos. El dibujo y el color están a ese mismo nivel tremendo de los tomos anteriores. El trabajo de Sanz es sublime de punta a punta, pero se detaca sobre todo en los dos extremos: en la precision minuciosa con la que reproduce los escenarios que existen en la realidad, y en el desborde de imaginación que pela a la hora de crear a estos seres fantásticos. Si los llamamos "kaijus" va a parecer que son clones más o menos disimulados de Godzilla y sus enemigos, y no. Estos bichos no se parecen a nada, son imponentes, majestuosos, fascinantes, y además sumamente originales. Como en la reseña del Vol.2, no recomiendo empezar a leer Mega por acá, porque no vas a entender una chota. Sí o sí hay que empezar desde el Vol.1. A tal punto que no me extrañaría que en alguno de los mercados en los que se suelen publicar las obras de Salvador Sanz, alguien se juegue a editar todo Mega en un solo tomo, como si fuera una única (y extensa) novela gráfica y no una trilogía. Gran trabajo de este consagradísimo autor argentino, y por supuesto ahora que terminó Mega hay que estar MUY atentos a lo que puede venir después. Nada más, por hoy. Mañana o pasado, nuevas reseñas de los libritos que ya tengo leídos. Perdón por el inesperado (y prolongado) paréntesis y gracias por el aguante.

2 comentarios:

PEL-PER dijo...

que pidan más bien perdón los truchos del sistema telecuento (y cableprisión también de paso)

PEL-PER dijo...

y este próximo Miércoles 19/03/25 esperamos el triple de represión, estimada compatriota Patricia Bullrich; cagámelos bien a palos a todos y a todas (a los "todes del orto" entonces)