martes, 22 de abril de 2025
THE BEST AMERICAN COMICS 2015
Aquell@s que siguen este blog hace mucho tiempo recordarán que hubo una época en la que una vez por año yo me compraba el The Best American Comics del año anterior y lo reseñaba en este espacio. El último reseñado en orden de salida fue el de 2013, allá por el 08/07/14, un par de años más tarde conseguí el de 2007 y lo reseñé el 28/04/16. El año pasado, encontré MUY barato el de 2015 y dije "bueno, dale, reincidamos". Craso error.
La verdad que la selección que presentan Jonathan Lethem y Bill Kartalopoulos por momentos es tan decepcionante, que hasta puede ser motivo de orgullo para los que quedaron afuera NO formar parte de la misma. Todo el tiempo flota la duda... "Si estos son los mejores, no me quiero imaginar lo que serán los peores". La selección de 2015 va más a fondo con dos de las características más polémicas de las ediciones anteriores: primero, centrarse en la producción marginal, mucho más cerca del underground que de las historietas que aparecen en los diarios y en las grandes editoriales de comic books. Y segundo, incluir un montón de extractos de novelas gráficas, fragmentos elegidos de manera dudosa de obras que uno ya tiene, o ya sabe que quiere tener... completas, no en una muestra "gratis" de 12 ó 14 páginas. A mí esto último esta vez me jugó a favor: gracias a los extractos que aparecen en este libro, decidí que NO me voy a comprar dos novelas gráficas que tenía en la mira, una de Jules Feiffer y una de Peter Bagge.
Como nunca antes en los libros de esta serie, me encontré con un montón de páginas ocupadas por material francamente horrible, trabajos de chicos y chicas que dibujan muy mal y narran peor. Y lo más loco: estos son trabajos de 2014, y en los 10 años posteriores nunca vi otros trabajos posteriores de estos mismos autores, ni mejores ni peores. Lo que me hace suponer que Lethem y Kartalopoulos metieron en el BAC a una camada de autores cuyo paso por la historieta fue efímero e intrascendente. Pero, como siempre que caigo en garras de una antología que me decepciona, encontré varias cosas para rescatar. Veamos.
Ben Duncan, dibujante de la San Puta, con ideas muy limadas.
Julia Gfrörer, con una muy buena historieta histórica protagonizada por Simón el Bautista. Gran manejo del tempo narrativo y un trazo en la línea del Eddie Campbell de From Hell.
Megan Kelso, que siempre dibuja bien, aunque acá no me interesó lo que tenía para contar.
Eleanor Davis, dibujante extraordinaria, con un manejo impactante del color y muchos logros en la puesta en página.
Henriette Valium, una autora con un dibujo DEMENCIAL, completamente incompatible con la función narrativa que debe tener el dibujo en la historieta, pero muy, muy atractivo.
Ron Regé Jr., otro que siempre cumple. Una pena que le hayan seleccionado solo tres paginitas.
Mat Brinkman, una bestia con un manejo alucinante del blanco y negro, con cosas de Hideshi Hino, Thomas Ott y Richard Corben. No entiendo cómo en los últimos 10 años no escuchamos hablar de él, al menos día por medio.
El recordado Ed Piskor, gran dibujante y gran narrador.
Peter Bagge, con un fragmento de una novela gráfica que no me generó mayor interés (Woman Rebel: The Margaret Sanger Story), pero que obviamente está muy bien dibujada.
Jim Woodring, cada día más zarpado. Un dibujante inexplicable, de una imaginación y un talento indescriptibles.
Jesse Jacobs, un autor interesantísimo, precursor de varias cosas que vimos más tarde en obras de Femimutancia y Sole Otero, por poner ejemplos que todos conocemos.
Y finalmente, las seis páginas de Crime Chime Noir, del ignoto (o ignota) A. Deger, una especie de vuelta de tuerca lisérgica al estilo de Massimo Mattioli, muy bien lograda.
Fuera de eso, muy poco para rescatar. Un extracto de la maravillosa The Wrenchies (de Farel Dalrymple), que vimos acá el 26/05/16... y el resto no está ni cerca de ese nivel. Huyendo del mainstream, Lethem y Kartalopoulos cayeron en las garras de un montón de autobiografías pedorras de chicos y chicas con menos calle que una pantufla, o dibujantes que quieren ser Simon Hanselmann y no les da la nafta.
Una pena cómo chocaron la Ferrari. Los BAC eran (hace muchos años) una cita no te digo impostergable, pero sí muy atractiva, donde solíamos encontrarnos con material muy variado y -casi siempre- muy bueno. Nunca vi ni de cerca el BAC 2014, pero no descarto comprarlo el día que lo encuentre a buen precio. Y posteriores a este de 2015, me parece que no, que no me compro ninguno más, por las dudas de comerme otro garrón como el de hoy.
Tengo por la mitad otro librito, así que calculo que en un par de días se me habrá juntado material como para volver a postear acá en el blog. Gracias y hasta pronto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario