el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 13 de noviembre de 2018

ESSENTIAL MOON KNIGHT Vol.3

Este voluminoso masacote recopila prácticamente todas las historietas protagonizadas por Moon Knight entre 1983 y 1990. No todas, porque para 1990 ya estaba saliendo la serie Marc Spector: Moon Knight, la más extensa de las muchas colecciones encabezadas por el personaje, que aún hoy nunca se recopiló en libro. Pero la historieta que cierra este libro funciona perfecto como epílogo a todo lo anterior, es decir, a la serie original (cuyos últimos siete números abren el Essential) y a la segunda y efímera Moon Knight: Fist of Khonshu, que duró sólo seis números y aparece completa en este libro.
Pero volvamos a 1983, cuando Doug Moench nos regala sus últimas historias de este personaje con el que tanto se identificó. La verdad, son guiones muy flojitos comparados con lo que veníamos viendo en los Essentials anteriores (nunca los reseñé porque los leí antes de empezar con el blog). Pero tienen un ancho de espadas imbatible que son los dibujos de Kevin Nowlan, que en blanco y negro mejoran muchisimo y adquieren sublime majestad. Como el ritmo de producción de Nowlan ya era lento, la revista traía back-ups, a cargo de otros autores. Uno de ellos, “Cancer” (a cargo de Alan Zelenetz y un primerizo Marc Silvestri) está realmente muy bien.
Cuando se va Moench lo reemplaza Tony Isabella, pero sólo por un par de numeritos donde escasean bastante las buenas ideas. Lo mejor es un back-up medio en joda, homenajeando a los comics de la E.C., con dibujos de Richard Howell. Y para los tres últimos números de esta primera serie de Moon Knight, se convierte en guionista Alan Zelenetz, quien tratará de cambiar la onda del personaje: en vez de un justiciero urbano tipo Batman o Daredevil, nuestro héroe ahora se vinculará en asuntos sobrenaturales, siempre repletos de elementos místicos… con resultados sobrenaturalmente espantosos. Su primer número es casi aceptable porque lo dibuja y entinta el gran Bo Hampton, pero ni bien llega un entintador que tapa un poco el trazo de Hampton, Moon Knight se torna ilegible.
Llega entonces el relanzamiento, con un nuevo nº1 y un nuevo rumbo más para el lado del ocultismo. Zelenetz se da el lujo de no darle bola al vínculo entre el protagonista y sus amigos (Marlene y Frenchie) y ningunear por completo uno de los elementos más interesantes, que es el las múliples identidades secretas del héroe. Eso dura cuatro números muy aburridos, dibujados por el correcto Chris Warner y entintados como los dioses por el exquisito filipino Eufronio Reyes Cruz (E.R. Cruz, para los amigos). Y después vienen un unitario escrito por Jo Duffy y otro por Jim Owsley (hoy Christopher Priest), uno más intrascendente que el otro. Y así, en Diciembre de 1985, el Fist of Khonshu se lo meten donde vos te estás imaginando y Moon Knight se queda sin serie propia por varios años.
Pero todavía falta para llegar a aquel unitario de 1990. Primero tenemos una historia de Ann Nocenti y Brent Anderson (a priori, un equipazo) donde Moon Knight y Marlene de nuevo están juntos, para enfrentar a otra amenaza sobrenatural bastante pelotuda. Después, en otra historia corta, Jo Duffy plantea otra aventura con elementos místicos, pero con algo de humor y palos despiadados contra las boy bands chotas tipo New Kids on the Block. Mike Carlin, en poquitas páginas, narra una historia ambientada en New York en la que el héroe reaparece con todas sus personalidades secretas, como si de nuevo estuviéramos en 1983 y Moench fuera el guionista titular. En la siguiente historia corta, en cambio, Moon Knight opera en el área de Los Angeles, sin sus personajes secundarios de siempre, y de nuevo se vincula con la temática sobrenatural. Los textos del maestro Roger Stern son abultadísimos, el dibujo del veterano Bob Hall está bastante bien y la historia se hace cargo (un poquito) del accidentado paso del personaje por la revista West Coast Avengers.
Y después sí, la breve “Old Business”, en la que el cuasi-ignoto Robert M. Ingersoll se anima a ponerle un moñito a toda esta etapa de Moon Knight, barre un poco abajo de la alfombra la faceta mística del personaje para reconciliarlo con la impronta más “batmanesca” y hasta tiene tiempo de presentar a un villano, que nunca más volvió a aparecer. El dibujo de esas 11 páginas es pesadillesco, abisal, un auténtico cáncer de retinas. La gracia está (como ya señalé) en la sensación de clausura, de “fin de una era” que transmite el guión. Si la idea era dejarle la cancha limpita a Chuck Dixon para que jugara tranquilo en la serie que lanzó en 1989, esta historia llegó tarde, pero cumplió su cometido.
Y bueno, faltarán muchos años para que Moon Knight vuelva a protagonizar una serie cuyo atractivo se acerque al de los primeros 30 números de Doug Moench, con lo cual no me duele tanto que no exista un Vol.4 de esta colección. Con los tres tomos que hay, te armás perfectamente la etapa clásica y te quedan sobrando unas cuantas de las historias que componen este Vol.3, claramente el menos imprescindible de los tres Essentials.
Gracias a todos los que se acercaron a saludarme en la San Luis Comic Con y volvemos pronto con nuevas reseñas, acá en el blog.

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