Tengo sueño, pero como
este mes vengo posteando poco en el blog, me la banco y no dejo para mañana lo
que puedo reseñar hoy.
Me pareció muy acertada la
idea de la colección Continuará de nuclear en un mismo libro el Dr. Fogg y
Undermédanos, dos historietas de los ´80 en las que vemos al gran Lito
Fernández romper el molde de la historieta más industrial, la que produjo por
toneladas para las revistas de Columba y el combo binacional Skorpio/
LancioStory. En ambas historias vemos a un Fernández más suelto, dispuesto a
arriesgar más, muy comprometido con la creación de climas, muy generoso en el
trabajo de fondos y hasta por momentos vanguardista en la puesta en página y la
composición de las viñetas, sobre todo en Undermédanos.
Dr. Fogg es una historia
breve (28 páginas) escrita por el maestro Carlos Albiac, bastante en la línea
de la fantasía oscura con algo de realismo mágico que años más tarde ofrecería
el sello Vertigo. En 28 páginas no se puede pretender mucha profundidad en la
psiquis de los personajes y quizás eso sea lo que le falta a Dr. Fogg para ser
aún mejor de lo que ya es. Eso y el rotulado, que es pesadillesco. De todos
modos, es una perlita, una historieta breve, sumamente satisfactoria y extraña
en el contexto de la historieta argentina de principios de los ´80.
Undermédanos, en cambio,
tiene la intención de ser una buena historieta, pero tropieza con sus propias
pretensiones. El guión le pertenece a Oscar Armayor, un autor bastante
prolífico durante los ´80, que nunca fue ascendido al status de “maestro” ni
por los lectores ni por la crítica. Armayor plantea una especie de alegoría, es
decir, quiere bajar una línea ideológica por atrás de la aventura, utilizar a
esta como “puesta en escena” de un mensaje que nos quiere transmitir. Pero
narra todo en forma demasiado caótica. Hay cosas que no se terminan de
entender, la curva dramática no está muy pronunciada, están mal elegidos los
momentos que se enfatizan y los que se des-enfatizan, los personajes
secundarios se quedan en estereotipos muy básicos… y encima los experimentos de
Lito en materia de técnicas de dibujo y puesta en página no contribuyen
precisamente a sumar claridad al relato.
El resultado es un poco
frustrante, porque si tenés a Lito dibujando a ese nivel, así de jugado, con
esas ganas de romper todo, daba para aprovecharlo más, con un guión más sólido.
Visualmente, es un despelote absolutamente cautivante, 100% imprescindible para
los fans del co-creador de Dennis Martin. Ojalá algún día se reediten esos
clásicos que hizo Lito para Skorpio junto Eduardo Mazzitelli, que son un pico
en su extensa carrera.
Salto a 2006, cuando
Marvel publica una serie rarísima: Nextwave, Agents of H.A.T.E., una comedia
pasada de rosca escrita por el maestro Warren Ellis y dibujada por un Stuart
Immonen rarísimo, que cambia su grafismo habitual por otro más anguloso, más
sintético, como si se amalgamara con Phil Hester, ponele, pero más jugado al
color, menos dependiente de las masas negras. Un trabajo realmente notable de
Immonen, sobre todo por la búsqueda de una impronta distinta, que le permite
enfatizar las expresiones faciales de los personajes sin descuidar la machaca
estridente ni el dinamismo extremo de los cuerpos en movimiento.
El guión de Ellis es
extraño porque se trata básicamente de una comedia al estilo Justice League de
Giffen y DeMatteis. Superhéroes de la B Metropolitana, diálogos filosos,
confusiones, enredos, villanos deliberadamente pedorros… El único upgrade que
le mete Ellis a la fórmula de la JLI son las puteadas, que en 1988 no se podían
poner y en 2006 sí, aunque no leamos exactamente la palabra “fuck”. La sátira a
SHIELD y en especial a Nick Fury es descarnada, va más a fondo de lo que iría
cualquier guionista de DC si le dicen “haceme una historieta en joda parodiando
a SHIELD y Nick Fury”. El nivel de mala leche sube con cada arquito argumental de
dos números, al igual que el nivel de violencia, que se exarceba intencionalmente,
para lograr un efecto humorístico.
Este primer TPB trae tres
aventuras y hay tres más en el Vol.2 que prometo leer pronto. Hasta ahora, me
vengo cagando de risa. Pero claro, me queda la sensación agridulce de saber que
nada de lo que pase acá tenddrá consecuencias reales para nadie, porque
H.A.T.E. no es S.H.I.E.L.D., Dirk Anger no es Nick Fury, y tarde o temprano otros
guionistas querrán usar a Monica Rambeau, Machine Man, Tabitha Smith o Elsa
Bloodstone y no les va a quedar otra que barrer estas aventuras abajo de la
alfombra y hacerse bien los boludos, como si nada de esto hubiese sucedido. Por
suerte, los buenos momentos que pasamos leyendo este comic no nos los quita
nadie.
Nada más por hoy. Ni bien
tenga más material leído, posteo de nuevo acá en el blog.
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