el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 16 de septiembre de 2019

LUNES ESPLENDIDO

Por fin tengo un rato para sentarme a escribir las reseñas de los últimos libritos que leí…
Me quedaba por comentar Slay per View, el tercer (y creo que último) tomo recopilatorio de Sinister Dexter editado por DC y 2000 A.D. allá por 2005. Esta entrega ofrece casi 240 páginas de material, casi todo publicado originalmente en el semanario 2000 A.D. durante 1997, en lo que –sospecho yo- habrá sido el pico de popularidad de esta serie creada por el prolífico Dan Abnett.
De nuevo se hacen inevitables las referencias a Pulp Fiction y a Hitman, pero la verdad es que a nivel guiones este tomo no nos brinda ni por casualidad la magia del anterior. Hay pocas historias realmente chotas: la mayoría son un “meh, no está mal”. La mejor es la que da título al libro: en apenas 25 páginas, Abnett conjura una trama espesa, logra crear verdadera tensión, sorprende con la resolución y hasta se anima a hacer avanzar a los personajes por el lado de los vínculos. La historia más extensa, “Mother Lode and the Red Admiral”, tampoco está mal, de hecho tiene varios de los mejores diálogos del tomo, pero el dibujo de Calum Alexander Watt la deja al borde de lo ilegible de tan ramplón y torpe que es. Y la otra aventura atractiva es “Drop Dead Gorgeous”, donde también, en 20 páginas el guionista juega un par de cartas bravas, arriesga y sale bien parado.
Después hay muchas historias cortas, de 8 ó 9 páginas, en las que Abnett ni se propone armar algo asi como una estructura narrativa coherente. Son chistes largos, intentos de satirizar algo, anécdotas intrascendentes, secuencias medio oníricas… todo vale para llenar ocho paginitas en las que seguramente Sinister y Dexter van a boletear a alguien a sangre fría. De estas aventuritas menores y/o en joda, destaco a “Lyrical Bollards”, una farsa demencial con certeros palos al mundo de la poesía y la literatura “de vanguardia”. Además esas 16 páginas son las únicas del libro dibujadas por el descomunal Simon Davis, que en el tomo anterior había aportado muchísimo material de alto nivel visual.
En este tomo por suerte hay poquito Steve Yeowell, ocho paginitas muy locas de Sean Phillips, bastante de un Andy Clarke al que todavía le faltaba un montón, bastante Greg Staples clonando a Simon Bisley a lo pavote y apenas un par de historias cortitas (y con guiones tirando a impresentables) a cargo de Paul Johnson, lejos el pico más alto dentro de una faz gráfica algo despareja. Y no tengo más material de la 2000 A.D. sin leer. Eventualmente volveremos a explorar esa rama del comic británico, pero no sé cuándo.
¿Qué onda los dibujantes argentinos que trabajan para editoriales de EEUU en historietas con estilo similar al manga? Hasta ahora hemos visto poco o nada de esto en el blog, pero cayeron en mis manos los tres tomos de StarCraft: Ghost Academy, un comic de la editorial TokyoPop publicado en 2010 y vinculado (lógicamente) al universo del famoso videojuego StarCraft. Esto está escrito por Keith Decandido y el guión es tan malo que no sé si voy a poder llegar hasta el final del tercer tomo, y mucho menos juntar aguante para reseñar los dos tomos que todavía no leí.
El atractivo que tiene Ghost Academy es, sin dudas, el dibujo de Fernando Heinz Furukawa (FHF), un argentino con padre alemán y madre japonesa. FHF tiene un estilo muy alineado con el manga más comercial, una especie de Masashi Kishimoto un poco más oscuro, o más cargado, con menos tendencia a la síntesis. Esto no es exactamente un manga, porque está contado en sentido occidental y porque el manejo del tiempo narrativo no se parece al de ningún manga, sino más bien al de un comic mainstream occidental. FHF es un dibujante de gran solidez, de gran despliegue. Repite mucho algunos planos, pero sus páginas no se ven estáticas ni aburridas. Y el trazo está claramente potenciado por la aplicación de los grises, que lo levantan muchísimo. FHF trabaja en esta obra con un equipo de asistentes, entre los que están su mujer, la talentosa Rocío Zucchi, Leandro Rizzo, Gabriel Luque y Gonzalo Duarte, que para mí era guionista, pero ahora me entero que también es colorista, letrista y en Ghost Academy trabajó aplicando las tonalidades de gris. Muy notable todo el aspecto visual de este comic, desde el diseño de personajes (que no sé si es 100% original o está tomado de los videojuegos) hasta el laburo a destajo en los fondos.
Lástima el guión, que es realmente paupérrimo, de escasísima originalidad, estirado y reiterativo al recontra-pedo… Posta, cuesta un huevo llegar al final de un tomo de tantas páginas cuando está todo tan mal escrito, tan prendido con alfileres, con personajes definidos con brocha tan gruesa… En una de esas está apuntado sólo a los muy fans del StarCraft, que ya conocen y aman con pasión al universo del videojuego. Lo cierto es que a mí me pareció prácticamente irredimible.

Esta semana seguramente habrá nuevos posteos, acá en el blog. Gracias por el aguante y hasta pronto.

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