Hermoso clima en Buenos
Aires en el último finde de la chetocracia, casualmente compuesto por los días
6-7-8. Y mientras nos preparamos para iniciar los festejos, no está mal clavar
un par de reseñitas de los últimos libros que leí.
Mirá quién volvió: nada
menos que Tarzan, con un librito de 1996 que reúne dos historietas realizadas
por Russ Manning a mediados de los ´70, que estaban inéditas en EEUU. El
maestro Manning realizó este material por encargo de editoriales de Europa
(donde desde siempre la demanda de comics de Tarzan es mayor que en nuestro
continente), tomando levemente como base algunos relatos de Edgar Rice
Burroughs. El resultado son dos novelitas de 50 páginas cada una, que conforman
un díptico porque ambas (The Land that Time Forgot y The Pool of Time) están
ambientadas en la misteriosa isla de Caspak. ¿Qué hace Tarzan lejos de Africa,
en una isla del Pacífico cerca de Perú? La explicación no me cerró en lo más
mínimo.
En general, nada del
argumento me cerró en lo más mínimo. Los guiones son una sucesión de peripecias
extremas, hilvanadas de modo caprichoso de modo tal que cada dos o tres páginas
Tarzan y sus aliados tengan que enfrentar peligros mortales. En vez de fieras
africanas hay animales prehistóricos y en vez de bravos guerreros del
continente negro tenemos cavernícolas, pero básicamente esto es más de lo
mismo: aventura clásica sin profundidad ni sorpresas. Lo único apenitas zarpado
es que cuando Manning habla del terrible trato que estos cavernícolas intentan
darle a las mujeres (todas hermosas y de cuerpos esculturales) queda bastane
claro que se refiere a abusos de tipo sexual, aunque el dibujo no lo grafique.
Todo lo demás suena antiguo, remanido, blandito. Las peleas sin sangre, los
diálogos acartonados, los villanos estereotipados… Muy poco para rescatar en
este aspecto.
Por suerte, el dibujo de
Manning es muy lindo, muy plástico. También un poco pecho frío, a años luz de
lo que para esta misma época hacía Joe Kubert en los comics de Tarzan que
editaba DC, o incluso lo que hacía Gil Kane en las planchas que salían en los
diarios. Manning se luce sobre todo cuando muestra a lo personajes en acción,
de cuerpo entero. Los primeros planos me gustan bastante menos que esas tomas
panorámicas, en las que el maestro también dejaba la vida en los fondos. Y me
gustó también la puesta en página, muy funcional al ritmo de los relatos. O sea
que si sos fan de Russ Manning, este librito es poco menos que imprescindible
aunque sea por los dibujos. Y si sos fan de Tarzan, por ahí no, no te aporta
demasiado. Si no sos fan ni del autor ni del personaje, ni te acerques porque
no tiene ningún sentido.
Vuelvo a Argentina, año
2019, y me reencuentro con Rocío Ogñenovich (vimos un trabajo suyo el
27/10/19), quien a lo largo de 48 páginas presenta el inicio de una saga
llamada Hera. Visto de lejos, es un comic precioso, parecido en su estética a
un título cool de Image. Las tonalidades de color en la portada, el logo, todo
va para ese lado, muy atractivo.
Después, a la hora de
internarse en la historia, aparece un dibujo que evidencia algunos problemas a
medida que la autora plantea planos más amplios. A la inversa de lo que
comentaba recién de Russ Manning, los primeros planos de Ogñenovich son muy
buenos, mientras que los planos más abiertos, donde los personajes se ven de
cuerpo entero, me convencieron mucho menos. El color (rubro en el que la autora
contó con la colaboración de Alejandro Basso) está muy bien logrado de punta a
punta del tomito y ayuda bastante.
Pero Hera falla en lo más
importante, que es la trama. Hay un conflicto, pero es leve, poco ganchero, y
se explicita cuando ya van casi 30 páginas de… preludio a la aventura, que se liquida rápido y deja muchísimas puntas abiertas. La
consigna ya la leí mil veces (una chica del mundo real pasa a un mundo fantástico
con hechiceros, dragones, castillos, etc.) y la verdad es que, para que me
enganche con algo tan trillado, hay que pelar personajes y diálogos bastante más
interesante que los que me ofreció Hera. No descarto en lo más mínimo que el
guión pueda mejorar en las entregas posteriores, pero estas 48 páginas me
dejaron con gusto a poco. Una pena, porque la calidad de la portada y de la
edición en general son realmente infrecuentes en nuestro mini-mercado.
Nada más por hoy. ¿Habrá
otro posteo antes de que asuman Alberto y Cristina? Ni idea, en una de esas
hay. Y cierro con la noticia de que el 28/12, para los festejos de los 10 años
del blog, vamos a tener la presencia de Nicolás Gath (Tierra-X), Gonzalo Ruiz (9
Paneles) y Matías Mir (Ouroboros, Zinerama), tres jóvenes referentes de la difusión
del comic en las redes a los que sigo a todas partes y que me van a estar
acompañando para pensar en voz alta sobre este tema. Un honor, posta.
1 comentario:
Si sale algo NO PAGO para celebrar que el blog cumple 10 años, me copo
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