el blog de reseñas de Andrés Accorsi

domingo, 27 de septiembre de 2020

MULTIPLE WARHEADS Vol.2

Hace unos cuantos años, el 06/01/15, yo cerraba la reseña del primer tomo de Multiple Warheads con la frase “No sé si hay un Vol.2 de esta serie, pero si salió, trataré de entrarle cuanto antes”. Me tomé mi tiempo, pero finalmente cayó en mis manos ese dichoso Vol.2 Y me gustó un poco menos que el Vol.1, porque ya no juega el factor sorpresa. Ya sabía con qué me iba a encontrar, ya sabía a qué juega este marciano llamado Brandon Graham, cuáles son las reglas que gobiernan el idiosincrático universo de Multiple Warheads. O sea que, al no estar entre desconcertado y fascinado por todos esos caprichos lewiscarrollescos del autor, me concentré más en la acción que Graham propone para Sexica y Nikoli (los protagonistas de la serie) y me encontré con lo mismo que la vez pasada, pero más rápido. Me choqué a más velocidad y más de frente con esta forma atípica que tiene Graham de plantear y desarrollar los conflictos y me convencí más de que, como historieta de aventuras, Multiple Warheads tiene más problemas que Medio Oriente. También me molestó menos, porque –de nuevo- ya sabía dónde me estaba metiendo. El resto, va por los mismos carriles que el Vol.1: Sexica se embarca en una misión arriesgada junto a Bruno y Kitchen Sink (muchachos acostumbrados a negocios de dudosa profilaxis) mientras que Nikoli cae en la aventura medio de rebote, como consecuencia de sus ganas de explorar un poco más este mundo bizarro y lleno de sorpresas. La excusa para que al final todos los personajes confluyan en un mismo lugar no está ni remotamente buena, pero era eso o mandarlo a Nikoli muchas páginas al banco de suplentes. No hay una intención de Graham de potenciar el impacto dramático de los momentos más jodidos de la acción, ni de presentar las peripecias desde una mirada épica. Si el lector percibe lo que sucede como grandioso, es porque el dibujo, el despliegue gráfico que le pone Graham a algunas escenas puntuales, lo lleva para ese lado. Casi todo lo que más me gustó en el Vol.1 también reaparece acá: faltan sólo los chistes subidos de tono (esos que giraban alrededor de la pija de lobo que Nikoli tiene implantada entre sus piernas), pero están los otros chistes, los juegos de palabras absurdos, los detalles microscópicos, ese clima alucinado en el que puede pasar cualquier cosa, esa especie de Unión Soviética distorsionada que sirve de decorado para las andanzas de los protagonistas, con todos esos lugares, criaturas, costumbres y objetos tremendamente bizarros… Por momentos parece una historieta de Moebius por la que desfilan personajes de Max Cachimba, tipo esas teteras con pies y ojos que le gusta dibujar al ídolo rosarino. A ese nivel de deformidad mental está Brandon Graham, y de esos desbordes de su imaginación se nutre a full Multiple Warheads. El dibujo mantiene ese nivel descomunal del tomo anterior. La línea clara, expresiva, que todo el tiempo (sobre todo en fondos y paisajes) me remitió a Moebius, la onda psicodélica (que por momentos nos lleva al underground yanki de fines de los ´60), las formas redondeadas, la paleta de colores perfectamente acompasada al relato, muchos logros en los rostros de los personajes (que es donde menos influencias se le ven a Graham), todo realmente muy lindo, muy bien dibujado. La narrativa también ofrece un menú muy amplio, con muchas decisiones locas a la hora de armar las secuencias y mostrar desde paisajes majestuosos hasta chistes que se desarrollan en las márgenes de las viñetas, apretaditos, como los que metía Sergio Aragonés en las páginas de MAD. La idea de tratar a los globos de diálogo como elementos físicos, con los que los personajes pueden interactuar y convertir en distintas cosas, sin duda es la más arriesgada de las muchas ideas excelentes que despliega Graham en estas páginas. O sea que si le entraste al Vol.1 y te gustó, no tengo dudas de que el Vol.2 también te va a gustar. Si el Vol.1 no te gustó, o te pareció “meh”, ni te gastes. Este es un comic extraño, pensado para seducir a algunos y dejar medio en pelotas a otros, sobre todo por esto de la forma que tiene el autor de plasmar la faceta aventurera de sus relatos. En todo lo demás (el world-building, el desarrollo de personajes, los diálogos, los dibujos, etc.) me parece que Multiple Warheads sigue siendo una opción realmente convincente, original y cautivante. Nada más, por hoy. Estoy leyendo un tomito de Nippur que espero terminar y reseñar pronto, acá en el blog.

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