el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 3 de septiembre de 2020

THE WRETCH Vol.1

¡Volvieron los superhéroes! Bue, más o menos… The Wretch (el desgraciado, sería en castellano) es un personaje con poderes que pelea del lado de la gente necesitada. Pongámosle que –por la magnitud de las amenazas a las que enfrenta- se lo puede considerar un superhéroe. Es un bicho raro, de todos modos. No habla, no tiene rasgos faciales y sólo se expresa con los ojos. No sabemos cuáles son sus poderes, ni su origen, ni qué hace cuando no está en acción contra monstruos y amenazas varias. Estamos hablando de un personaje bastante atípico, pensado sobre todo para que su creador narre más o menos lo que se le da la gana. Y además estamos hablando de una obra personal, arriesgada y fascinante del maestro Phil Hester, un historietista descomunal, que en esta época (año 1997) estaba en un momento fenomenal. Las seis historietas que componen el tomo tienen guiones de calidad bastante disímiles, pero no hay ninguno definitivamente horrendo. Los más flojitos (los dos primeros) se la bancan con decoro, y de ahí en más, Hester pega saltos muy notables en su eficacia como guionista, apoyado sobre todo en sus virtudes como narrador. El último episodio, donde el autor se dedica sobre todo a homenajear a Jack Kirby, no está a la altura de los tres mejores, pero también es atractivo. Y probablemente el mejor de los seis sea el quinto, donde Hester juega a meterse en la cabeza de cinco adolescentes de escuela secundaria y pela momentos dignos de un guionista grosso, con 20 años de trayectoria a sus espaldas. Posta, si me decís que esas 23 páginas las escribió Neil Gaiman, o Grant Morrison, te lo re-creo. La del tributo a Kirby también desentona por el lado de la grandilocuencia. Hester estaba desarrollando a The Wretch como un héroe de barrio, que se ocupaba de amenazas no mundanas, pero sí munícipes, circunscriptas a la calle y la gente común, por debjao del radar de la policía y los medios de comunicación. Por ese lado venían in crescendo los hallazgos del autor, por ahí se venía edificando la leyenda de este personaje al que –por motivos que no logro descifrar- hoy poca gente conoce o recuerda. También esa última historia es la única que no tiene un subtexto social, un mensaje sutil acerca de temas referidos a la desigualdad entre ricos y pobres, o a la discriminación en sus distintas (y funestas) formas. En las cinco anteriores, Hester se las rebusca para bajar línea de modo para nada estridente pero sí disfrutable. Y si hablamos de disfrutar, lo que seguramente hará que quieras comprar este libro y que lo disfrutes como lo disfruté yo, va a ser el dibujo. Más allá de su devastador talento como narrador, más allá de los logros que le vimos en varios de los guiones de este tomo (e incluso en el que reseñamos aquel lejano 07/11/10, que contenía historias más antiguas), el ancho de espadas de este autor es el alucinante impacto que produce su dibujo. Fuera de la mímica de Kirby (que le sale perfecto), Hester tiene un estilo perfectamente definido, basado en un manejo espectacular del claroscuro. Masas negras, espacios blancos y chau, no hace falta nada más para que la magia de Hester brille en la página con todo su esplendor. Tener como protagonista a un personaje que no habla le sirve al autor para prodigarse en secuencias mudas, también de altísimo impacto, donde se lucen como nunca los cambios de enfoque, la planificación del relato gráfico y la fuerza de ese trazo generalmente bien grueso, bastante a contramano de lo que estaba de moda en el mainstream yanki de fines de los ´90. Me dieron ganas de buscar y releer las revistitas con el material anterior de The Wretch, de cuando la publicaba Caliber y Hester le metía muchos más detalles al diseño del personaje. Esto, en cambio, es un recopilatorio de la serie que publicaba Slave Labor, y tengo entendido que en total son tres TPBs. Ojalá algún día consiga baratos los otros dos. Nada más, por hoy. Mañana es 4 de Septiembre, Día de la Historieta, y no puedo menos que desearles que lo pasen muy bien, rodeados de infinitas viñetas. Nos reencontramos pronto con nuevas reseñas, acá en el blog.

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