el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 29 de abril de 2020

OYASUMI PUNPUN Vol.13

La mala noticia es que estoy leyendo pocos comics. La buena es que estoy leyendo muchos textos SOBRE comics, porque por primera vez (seguramente por efecto del aburrimiento que genera la reclusión domiciliaria infinita) estoy escribiendo un texto largo (obviamente referido al Noveno Arte) que eventualmente se va a publicar. En una de esas se convierte en un libro, en una de esas en una serie (larga) de artículos acá en el blog, o en el sitio web de Comiqueando, o en los dos lugares. Pero en algún momento se va a dar a conocer y ahí habrá una sobredosis de “Andrés Accorsi hablando de comics” para aquellos que se animen a bancarme en este nuevo disparate.
Mientras tanto… ¡terminé Oyasumi Punpun! El manga de Inio Asano que empecé a leer allá por Diciembre de 2018 llega a su fin con este Vol.13 más gordito que los habituales.
En la reseña del Vol.12, me aventuré a vaticinar que “tanta oscuridad tan cerca del final no hace más que prometer que Punpun va a terminar MUY para el orto”. Bueno, una vez más le erré por bastante. No te digo que hayamos tenido un final exactamente “feliz”, pero estuvo muy lejos de la tragedia para la que yo me iba preparando a medida que avanzaba en la lectura del tomo anterior. En cuanto al subplot de Pegaso, el gurú de las buenas vibras, en cambio, yo dije: “tengo mis serias dudas de que Asano logre cerrar convincentemente esta punta del argumento, o integrarlo un poco más al tronco de la saga”. Y acá la emboqué. Todas esas escenas dedicadas a esta línea argumental llevan a… la nada misma. Se sostienen en diálogos muy interesantes (y obviamente en los maravillosos dibujos de este animalito llamado Inio Asano) pero como historia no cierra por ningún lado, ni le aporta nada a la historia principal.
Y claro, ahora que uno puede ver la obra completa en perspectiva, son MUCHISIMOS los tramos de estos 13 tomos en los que Asano pierde tiempo en pelotudeces que no aportan nada. Es obvio (o en realidad se me hizo obvio al llegar al final) que acá no había un plan, que el autor iba fruteando sobre la marcha. Para este capítulo se me ocurrió que le pase tal cosa a Punpun, lo meto de una. Para este no se me ocurre nada con Punpun, pero tengo una escena copada con un personaje nuevo, que no sé si va a enganchar con lo que veníamos narrando, adentro, dale que va. Así es como desaparecen personajes interesantísimos (por supuesto con el tío Yuichi a la cabeza), y el elenco protagónico fluctúa tanto. Incluso en las últimas… 46 páginas, en ese epílogo estirado hasta el infinito y más allá, Asano trabaja durísimo para darle chapa a un personaje que no había aparecido nunca. Es así, no puede parar.
Los finales que plantea el autor para Aiko y Nanju Sachi me parecieron logradísimos y la última vuelta de tuerca para Punpun, sinceramente jamás me la vi venir. O sea que, a grandes rasgos, puedo decir que este manga extrañísimo, que prácticamente no necesitó de elementos fantásticos para convertirse en una de las lecturas más desafiantes con las que me encontré en estos años, terminó bien. Me queda el gusto amargo de pensar que lo que Asano contó en 13 tomos se podría haber contado (con una buena poda de personajes secundarios intrascendentes y volando a la mierda todas las escenas que no aportan nada a la trama central) en cinco, o como mucho seis. Pero bueno, quejarse de que los mangakas estiran es como quejarse de que los gobiernos neoliberales ajustan, o de que la AFA de Chiqui Tapia beneficia siempre a Boca. Son obviedades, son cosas intrínsecas, inevitables, que van a ser siempre así. ¿Te metiste en un manga de 13 tomos? Preparate para la estirada brutal, los personajes secundarios de relleno, y las más variopintas peripecias que a la larga no conducen a ningún lado.
Por lo menos en Oyasumi Punpun el relleno no son peleas interminables, ni colegialas que lloran porque el chico que les gusta no les habla. Este es un manga (como ya dije) mucho más de vínculos que de trama, más de introspección que de acción, y eso lo hace complejo, difícil, por momentos muy retorcido, y también lo hace profundo, intenso y honesto como pocos.
En la faz gráfica, la verdad que me saturó un poco el laburo de Asano y su ejército de asistentes. Tengo sin leer otras tres obras del ídolo (entre ellas la edición argenta de Solanin, el manga con el que me hice fan de Asano allá por 2009), pero las voy a dejar para la segunda mitad del año, porque quiero desintoxicarme un poco de esa estética tan pendiente de la foto retocada. Por momentos, Oyasumi Punpun me hizo acordar a The Amazing World of Gumball, ese dibujo animado en el que personajes de diseño sencillito, naïf y bonito se mueven sobre fondos tomados de la realidad. Me doy cuenta de que ese no es el efecto que buscaba Asano al ametrallarnos viñeta tras viñeta con esos fondos hiper-realistas, mega-cargados de detalles. Pero a mí me pasó eso, llegué al punto de decir “pará, flaco, inventate ALGO. Un celular, un par de ojotas, un estampado para la remera de Punpun”… Lo único que podría verse irreal, más propio del imaginario gráfico de un mangaka que del mundo posta, es precisamente el manga que dibuja Sachi, pero Asano no nos lo muestra.
En fin, si venís a full con Asano, no dudes en entrarle a Oyasumi Punpun. Y si te gustan las historias bajoneras, casi sin chistes, en las que vemos el tránsito de la infancia a la madurez de chicos con problemitas, esta puede ser tu Biblia Absoluta.
Gracias por el aguante y hasta pronto.


2 comentarios:

maximiliano dijo...

Hola Andres, con respecto a la secta, no me pareció un arco al pedo, creo que hay un mensaje de Asano, seguramente en algun momento dudaste si los tipos podian hacer lo que decian, incluso quiza te convenciste en algun momento, creo que el mensaje de Asano es "viste que cualquiera puede caer? vos caiste";
tene en cuenta que las sectas en Japon son todo un tema, uno muy jodido y que es casi tabu.
Un abrazo.

Andrés Accorsi dijo...

Sí, leyendo textos SOBRE Punpun de otros colegas, entendí un poco más el rol de Pegaso en la trama. Los paralelismos con Jesucristo, el "combate" contra el Daruma... cosas que Asano no enfatiza, o no muestra con demasiado espesor dramático en el manga, pero que si te los muestran, están.
Abrazo y gracias por el aporte!