Lindísima noche para salir
a atorrantear por ahí, pero antes, las reseñas de los últimos libros que estuve
leyendo en la semana.
Arranco con SHIELD´s Most
Wanted, el primero de los dos libros que compilan la breve serie de Black Widow
lanzada después de Secret Wars por los maestros Mark Waid y Chris Samnee. Sí,
ya sé que dejé colgada en algún punto la serie de Daredevil de estos dos
grossos. Prometo retomarla, en algún momento. Pero mientras tanto, tenemos este
thriller violento, trepidante, casi perturbador. Un arco argumental zarpado,
donde vamos a ver a Natasha matar gente a sangre fría, enfrentarse a un nuevo
adversario (y a SHIELD) y revisitar episodios turbios de su pasado, de la época
en la que el régimen stalinista de la ex-URSS la convirtió en la agente secreta
más letal sobre la faz de la Tierra.
Esto está muy bien, el
dibujo de Samnee es excelente, me dejó con muchísimas ganas de leer el Vol.2
(se viene pronto), pero también con algunas cosas para cuestionarme. Primero,
¿este Waid es el mismo de siempre? No parece. Acá no hay un sólo paso de
comedia, hay oscuridad y sangre a raudales, los otros personajes de Marvel
aparecen en roles prácticamente intrascendentes, en 120 páginas nos cuenta lo
que se podría haber contado sin ningún problema en una graphic novel de 64…
Todas cosas con las que uno no asocia ni ahí al guionista. Repito: no está mal,
está bárbaro. Pero parece mucho más… Greg Rucka que Mark Waid.
Y segundo, algo que recién
mencioné al pasar, que es la brutal descompresión del ritmo del relato. Me
imagino a alguien leyendo esto de a 20 paginitas por mes y le quiero ir a dar
un abrazo y ofrecerle mi hombro para que llore. Esta vez el truquito para
estirar no son los diálogos, sino las extensas secuencias mudas, en las que sólo
vemos acción al recontra-palo, muy bien llevada a la página por un Samnee que
deja la vida. O sea que lo que perdemos en sustancia a nivel guión, lo ganamos
en intensidad y despliegue visual. Cierra bastante, aunque yo prefería la
graphic novel de 64 páginas. Si sos fan de Waid, de Samnee, o de Natasha, dudo
que esta serie te defraude. Veremos qué onda el segundo tomo.
Me cuesta explicar lo bien
que la pasé leyendo Intensa, la nueva novela gráfica de Sole Otero. Si una
comedia de alto voltaje erótico te hace reir y te produce algún zumbido en la
entrepierna, como que ya está, ya tiene el aplauso asegurado. Intensa fue mucho
más allá: Sí, me cagué de risa y sí, me amotinó la carne (como diría el Más
Grande), pero además me hizo pensar sobre las relaciones de pareja desde una
óptica muy ingeniosa, y al final me tiró la fatality cuando Sole remata con un
giro brillante la trama de ciencia-ficción, que hasta ahí parecía más bien una
excusa para que pasaran las cosas disparatadas que pasan a lo largo de estas
174 páginas.
Intensa tiene una premisa
hiper-ganchera, diálogos geniales, garches muuuuy explícitos, de esos que no
veíamos desde la época en que leíamos (con una sola mano) la Kiss Comix, una
mirada irónica sobre la vida de los porteños mitad intelectuales/mitad chetos
que pululan por Palermo, sutiles guiños a los que leemos literatura argentina
contemporánea, y sobre todo ese enfoque que se disfraza de didáctico pero en
realidad es humorístico, con el que Otero analiza a fondo las complejas
sutilezas y las grotescas obviedades de los vínculos afectivos, el amor, la
pareja, la seducción, el deseo, el tira y afloje entre personas que casi
siempre se atraen pero rara vez se entienden. Sin spoilear nada del argumento (porque quiero que todos la lean), Intensa me llevó de las
situaciones cotidianas de birras y mensajitos de whatsapp hasta la limadura
cósmica de razas alienígenas en guerra, de la mano de un humor muy eficaz, de
alto vuelo. ¿Me gustó más que Poncho Fue? Muchísimo más. Poncho recontra-fue.
El dibujo y el color están
al mismo y excelente nivel de las otras obras recientes de Sole, con el
agregado de que la vemos dibujar cosas que nunca antes había dibujado. El
problema que tengo con la faz visual del libro excede por completo a Sole y
abarca a un montón de autores y autoras actuales: ¿qué es esa pelotudez de no
dibujar las calles entre las viñetas, la reputa madre que los parió? ¿Por qué
creen que la página va a quedar mejor si apoyan una viñeta sobre la otra, sin
dejar espacio entre ellas? Visualmente no aporta NADA y a nivel narrativo
agrega una complicación totalmente innecesaria. Una historieta sin las calles
(o zanjas) es como un cuento o una novela sin puntos ni comas. Si te esforzás,
por ahí lo entendés igual, pero eso te distrae de lo importante, que es seguir
el hilo de la historia. No entiendo, realmente, de dónde viene este capricho
absurdo de omitir las zanjas. ¿Cómo los editores no les paran el carro a los
autores que vienen con las páginas sin zanjas? ¿No se dan cuenta lo choto que
es leer historietas así?
Dentro de todo, en Intensa
no se sufre taaaanto este desacierto. No fueron tantas las veces en las que me
colgué inspeccionando los dibujos, en busca de esa frontera esquiva entre una
viñeta y la siguiente. Tiene que ver con una buena planificación de las
secuencias por parte de la autora. Pero me imagino esto con las zanjas y –sin dudas-
sería infinitamente más lindo de leer.
Bueno, nada más. Aguante
Black Widow, aguante Sole Otero y a la hoguera las historietas sin zanjas entre
las viñetas. Grazie per tutti y nos reencontramos pronto, acá en el blog.
1 comentario:
Me apunto a Intensa, se ve interesante!!
Saludos!!
Publicar un comentario