Para la última entrada del año, se me juntaron un libro
sobre lo que más me gusta comer (pizza) y sobre lo que no me comería ni aunque
me estuviera muriendo de hambre (fetos). Arranco por los fetos.
Fetus Collection es un libro de historias cortas del
maestro Shintaro Kago, quien otra vez vuelve a correr las fronteras del ero
guro. Las primeras seis historias giran en torno a coleccionistas pasados de
rosca (conozco un par de esos): una chica colecciona cualquier cosa que haya
tocado el chico que le gusta (incluso los pechos de la novia), un tipo
colecciona fotos de sí mismo recibiendo sexo oral (no te puedo ni explicar
dónde la termina metiendo), un chico colecciona unas cartas re-zarpadas para
ganar en un juego de sexo virtual, una chica colecciona vómitos, un tipo va
reuniendo los pedazos de su novia que fue descuartizada por un asesino, y
finalmente, una chica compite con otras a ver quién se hace más abortos y logra
los adornos fetales más impactantes con los embriones humanos que les sacan de
la argolla. Uno supone que después de eso, el nivel de grosería, revulsión,
mala leche e ironía no puede subir, pero el tomo tiene tres historias más, y la
tercera (Nochebuena) se va más a la mierda que la de los fetos. Es como un
episodio de South Park en crack, con el absurdo mezclado con la transgresión,
la guarangada y el asco más extremos. Posta, tenés que ser un genio y estar muy
dañado del cerebro para que se te ocurran las animaladas que se le ocurren a
Shintaro Kago en estas historias.
El dibujo, muy tranqui. No hay ningún intento de
virtuosisimo por parte del autor. El foco está puesto en la narrativa,
sumamente ajustada, y el resto se basa en dibujar sencillo, y en todo caso
matarse en esas viñetas que sí o sí tienen que impactar heavy al lector (esos
estallidos de sangre, tripas o bichos que le salen de la concha a alguna
chica). Pero casi todas las páginas están dibujadas con lo justo, como tomando
distancia irónica respecto de las atrocidades que narran las historias. Por
momentos Kago parece un mangaka jugando a la línea clara franco-belga, o al
revés: un autor de la línea clara franco-belga tratando de dibujar manga, con
resultados muy dudosos.
Si ya entraste en el espiral demente del ero guro,
obviamente te recomiendo a full Fetus Collection. Si no, me parece un libro
demasiado extremo como para iniciar a nuevos lectores en esta enfermedad.
¿Vamos a comer algo más rico? Camila Torre Notari y su
novio Chelo recorrieron casi 30 pizzerías de Bueno Aires y Camila convirtió
esas experiencias en breves historietas, en las que cuenta las charlas durante
la ingesta de pizzas, algunos detalles de cada local y a veces cierra con un
veredicto acerca de la calidad (siempre alta, porque fue a las mejores
pizzerías, posta) de lo que comieron. Están todos los íconos, todas mis
pizzerías favoritas: Güerrín, El Cuartito, La Mezzetta, Santa María, Las
Cuartetas, Nápoles… un par de las que a mí no me copan (Kentucky, Angelín) y
varias que nunca había oído nombrar y a las que me dieron muchas ganas de ir, a
ver qué onda.
Pero paradójicamente esas historietas (las de Cami y Chelo
en las pizzerías) me atraparon menos que las otras, esas en las que la autora
nos tira un montón de datos sobre la pizza, su historia, cómo prepararla, cómo
se hace la fainá, qué es y cómo se hace la focaccia, la fugazetta, la pizza
vegana… un montón de información que yo (aún siendo hardcore fan de la pizza)
desconocía. Además, estas son las historietas más largas, donde se la ve a
Camila narrar más suelta, con más espacio, sin apretar información ni calzar
mucho texto en viñetas muy chiquitas.
No son historietas para todo el mundo porque no hay
conflictos, no hay problemas a resolver, ni villanos a derrotar. Gira de
Pizzerías no es ni siquiera slice of life (slice of muzza, capaz). Es un libro
festivo, pensado para celebrar el placer de sentarse a morfar una buena pizza
en pareja o con amigos, y no hay mucho más que eso. El dibujo de Camila está al
mismo nivel que en su trabajo anterior (El Angel Negro, reseñado el 06/11/18),
con momentos en los que se disfruta la sana influencia de Angel Mosquito, y con
la virtud de no perder encanto ni peso gráfico en esas páginas de cuatro tiras,
en las que se acumulan 10 ó 12 viñetas microscópicas. Las tonalidades de gris y
de amarillo también suman un montón. Y las páginas que sólo ofrecen
ilustraciones tienen un nivel de detalle realmente exquisito.
Recomiendo Gira de Pizzerías a los fans de Camila Torre
Notari y a quienes quieran descubrir (de modo ameno, cero pretencioso) los
secretos de la pizza y los templos de Buenos Aires en los que los gordos le
rendimos tributo a la combinación más perfecta de masa, muzza y magia que pueda
existir.
Cumplidísima la consigna de ofrecer 120 entradas durante
2019, les doy las gracias de corazón a todos los que vinieron el sábado a
festejar conmigo los 10 años del blog y los invito a reencontrarnos por acá el
año que viene, para arrancar con la undécima temporada.
9 comentarios:
gracias a vos capo por ser una guia en esta falopa hermosa que es la historieta
feliz año, Andres. Un placer leerte en cada entrada.
brian.
Felicidades,Andrés. Siempre acá al pie del cañón esperando tus reseñas. Gran saludo.
¡Feliz año Andrés, felicitaciones por la década ganada del blog y llegar a la excelente cifra de 120 reseñas en el año!
Felicidades, un lujo el blog y los dos libros!! En este momento complicado para comprar variedad tus reseñas son indispensables. Vamos por mucho más 365 comics por año!!!
Buen año y que sigan los éxitos!
Feliz de haber participado, gracias a vos!!
A por el 2020...
Sisu
¡Felicitaciones Andrés! Tu laburo es muy groso y es La Guía para los que amamos el noveno arte. Me sumo a tu década ganada y al próximo año. Saludos.
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