el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 30 de diciembre de 2019

PIZZAS Y FETOS

Para la última entrada del año, se me juntaron un libro sobre lo que más me gusta comer (pizza) y sobre lo que no me comería ni aunque me estuviera muriendo de hambre (fetos). Arranco por los fetos.
Fetus Collection es un libro de historias cortas del maestro Shintaro Kago, quien otra vez vuelve a correr las fronteras del ero guro. Las primeras seis historias giran en torno a coleccionistas pasados de rosca (conozco un par de esos): una chica colecciona cualquier cosa que haya tocado el chico que le gusta (incluso los pechos de la novia), un tipo colecciona fotos de sí mismo recibiendo sexo oral (no te puedo ni explicar dónde la termina metiendo), un chico colecciona unas cartas re-zarpadas para ganar en un juego de sexo virtual, una chica colecciona vómitos, un tipo va reuniendo los pedazos de su novia que fue descuartizada por un asesino, y finalmente, una chica compite con otras a ver quién se hace más abortos y logra los adornos fetales más impactantes con los embriones humanos que les sacan de la argolla. Uno supone que después de eso, el nivel de grosería, revulsión, mala leche e ironía no puede subir, pero el tomo tiene tres historias más, y la tercera (Nochebuena) se va más a la mierda que la de los fetos. Es como un episodio de South Park en crack, con el absurdo mezclado con la transgresión, la guarangada y el asco más extremos. Posta, tenés que ser un genio y estar muy dañado del cerebro para que se te ocurran las animaladas que se le ocurren a Shintaro Kago en estas historias.
El dibujo, muy tranqui. No hay ningún intento de virtuosisimo por parte del autor. El foco está puesto en la narrativa, sumamente ajustada, y el resto se basa en dibujar sencillo, y en todo caso matarse en esas viñetas que sí o sí tienen que impactar heavy al lector (esos estallidos de sangre, tripas o bichos que le salen de la concha a alguna chica). Pero casi todas las páginas están dibujadas con lo justo, como tomando distancia irónica respecto de las atrocidades que narran las historias. Por momentos Kago parece un mangaka jugando a la línea clara franco-belga, o al revés: un autor de la línea clara franco-belga tratando de dibujar manga, con resultados muy dudosos.
Si ya entraste en el espiral demente del ero guro, obviamente te recomiendo a full Fetus Collection. Si no, me parece un libro demasiado extremo como para iniciar a nuevos lectores en esta enfermedad.
¿Vamos a comer algo más rico? Camila Torre Notari y su novio Chelo recorrieron casi 30 pizzerías de Bueno Aires y Camila convirtió esas experiencias en breves historietas, en las que cuenta las charlas durante la ingesta de pizzas, algunos detalles de cada local y a veces cierra con un veredicto acerca de la calidad (siempre alta, porque fue a las mejores pizzerías, posta) de lo que comieron. Están todos los íconos, todas mis pizzerías favoritas: Güerrín, El Cuartito, La Mezzetta, Santa María, Las Cuartetas, Nápoles… un par de las que a mí no me copan (Kentucky, Angelín) y varias que nunca había oído nombrar y a las que me dieron muchas ganas de ir, a ver qué onda.
Pero paradójicamente esas historietas (las de Cami y Chelo en las pizzerías) me atraparon menos que las otras, esas en las que la autora nos tira un montón de datos sobre la pizza, su historia, cómo prepararla, cómo se hace la fainá, qué es y cómo se hace la focaccia, la fugazetta, la pizza vegana… un montón de información que yo (aún siendo hardcore fan de la pizza) desconocía. Además, estas son las historietas más largas, donde se la ve a Camila narrar más suelta, con más espacio, sin apretar información ni calzar mucho texto en viñetas muy chiquitas.
No son historietas para todo el mundo porque no hay conflictos, no hay problemas a resolver, ni villanos a derrotar. Gira de Pizzerías no es ni siquiera slice of life (slice of muzza, capaz). Es un libro festivo, pensado para celebrar el placer de sentarse a morfar una buena pizza en pareja o con amigos, y no hay mucho más que eso. El dibujo de Camila está al mismo nivel que en su trabajo anterior (El Angel Negro, reseñado el 06/11/18), con momentos en los que se disfruta la sana influencia de Angel Mosquito, y con la virtud de no perder encanto ni peso gráfico en esas páginas de cuatro tiras, en las que se acumulan 10 ó 12 viñetas microscópicas. Las tonalidades de gris y de amarillo también suman un montón. Y las páginas que sólo ofrecen ilustraciones tienen un nivel de detalle realmente exquisito.
Recomiendo Gira de Pizzerías a los fans de Camila Torre Notari y a quienes quieran descubrir (de modo ameno, cero pretencioso) los secretos de la pizza y los templos de Buenos Aires en los que los gordos le rendimos tributo a la combinación más perfecta de masa, muzza y magia que pueda existir.
Cumplidísima la consigna de ofrecer 120 entradas durante 2019, les doy las gracias de corazón a todos los que vinieron el sábado a festejar conmigo los 10 años del blog y los invito a reencontrarnos por acá el año que viene, para arrancar con la undécima temporada.


9 comentarios:

claudio g dijo...

gracias a vos capo por ser una guia en esta falopa hermosa que es la historieta

Brian Janchez dijo...

feliz año, Andres. Un placer leerte en cada entrada.
brian.

Gorki dijo...

Felicidades,Andrés. Siempre acá al pie del cañón esperando tus reseñas. Gran saludo.

Netomancia dijo...

¡Feliz año Andrés, felicitaciones por la década ganada del blog y llegar a la excelente cifra de 120 reseñas en el año!

Diego Ibañez - San Lorenzo (Sta. Fe) dijo...

Felicidades, un lujo el blog y los dos libros!! En este momento complicado para comprar variedad tus reseñas son indispensables. Vamos por mucho más 365 comics por año!!!

M. Florencia Bordas dijo...

Buen año y que sigan los éxitos!

Sisu dijo...

Feliz de haber participado, gracias a vos!!
A por el 2020...
Sisu

Adrián dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Adrián dijo...

¡Felicitaciones Andrés! Tu laburo es muy groso y es La Guía para los que amamos el noveno arte. Me sumo a tu década ganada y al próximo año. Saludos.