el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 27 de agosto de 2019

MORIR A LOS 27

Hoy es 27 y justo estaba leyendo Morir a los 27, una magnífica antología producida por Loco Rabia, que nos invita a descubrir las vidas (y muertes) de siete figuras de la música que tuvieron la pésima idea de palmar a los 27 años. Las siete historietas tienen la misma duración (24 páginas) pero fuera de eso, son todas muy distintas entre sí. Te invito a recorrerlas.
En la primera historia, Alejandro Farías y Marcos Vergara (dupla que ya se conoce de memoria) se meten con la trágica historia de Robert Johnson. Una historia que se contó chotocientas veces, siempre centrada en el cruce de caminos, el pacto faustiano y demás. Farías y Vergara no pasan por alto ese episodio, pero desplazan el foco de la historia hacia otro conflicto, de índole racial y de clase. Finalmente vendrá por ese lado el prematuro desenlace de la promisoria carrera de este virtuoso de la guitarra. El riesgo de no basar todo en el pacto es enorme, pero la verdad que el camino alternativo que explora la dupla resulta sumamente satisfactorio, por su originalidad y sobre todo por su espesor dramático. En la faz gráfica, Vergara vuelve a sorprender a propios y ajenos con un nuevo grafismo (otro más y van…), una línea clara y chunga a la vez, repleta de dinamismo y de expresividad, con el nivel de detalle exacto que requiere cada composición. Otro gran hallazgo del imparable autor oriundo de San Nicolás.   
Matías Giamportone (a quien nunca había oído nombrar) se ocupa de la historieta protagonizada por Jimi Hendrix y elige hacer foco en vacío existencial que siente el ídolo de la psicodelia en sus últimos días de vida. Es una historieta con poco texto, que casi describe más de lo que narra, en la que prácticamente no pasa nada. La clave está en la exploración puertas adentro de lo que flashea y/o reflexiona Hendrix… Y sí, para 24 páginas es poco. Me hubiese gustado ver a Giamportone contar algo más de la convulsionada vida de esta estrella incandescente del rock de los ´60. Por suerte el dibujo es muy lindo (pierde un poquito la “traducción” a grises de algo que parece estar pensado para publicarsea a todo color) y las transiciones entre viñetas, el armado de las secuencias y la puesta en página son todos puntos a favor.
La tercera integrante del Club de los 27 es Janis Joplin, y la dupla integrada por Javi Hildebrandt y Lauri Fernández elige otra alternativa extraña: en vez de centrarse en la vida de la cantante, juegan a mostrarnos los cruces entre ella y el glorioso Robert Crumb, otra figura emblemática de aquellos álgidos años de fines de los ´60, cuando la cultura estadounidense bullía como nunca. El guión de Javi opta por una lógica más parecida a la de los sueños que a la de las biografías, con saltos medio inexplicables entre una secuencia y otra, sin trazar una curva dramática ni plantearse un relato lineal. El dibujo de Lauri, a puro lápiz sin entintar, es una exquisitez, una orgía de líneas y texturas de gran belleza plástica. Y en la planificación de las secuencias también sobran los hallazgos.
Rodolfo Santullo y Facundo Belgradi se ocupan puntualmente de los distintos enigmas, contradicciones y zonas grises que rodean a la muerte de Jim Morrison. El guión repasa y evalúa todas las versiones que hay sobre el suceso, que obviamente chocan de frente unas contra otras. Un gran trabajo de documentación por parte de Santullo, muy bien complementado por Belgradi desde el dibujo, en el que se lucen algunos diseños de página rupturistas y un gran combo entre entintado tradicional y grises aplicados con aguadas.
El mejor guión, el que más me cerró, el que más me informó, el que más me hizo sentir que me iba del libro conociendo a fondo al personaje, es el que escribió Nicolás Peruzzo para la historieta sobre Kurt Cobain. Acá está todo: la carrera musical del prócer del grunge, sus inspiraciones, sus convicciones, sus contradicciones, los escandaletes de su vida privada, los mambos y las angustias que lo llevaron a quitarse la vida de un escopetazo… Peruzzo entiende a Cobain quizás más que el propio Cobain, y eso se disfruta muchísimo en estas 24 páginas. El dibujo de Camila Torre Notari acompaña correctamente, sin disputarle nunca el protagonismo al guión.
Alejandro Farías aborda junto a varios dibujantes (que camuflan sus estilos para parecer uno solo) la historia de Rodrigo, el ídolo del cuartetazo cordobés. Obviamente daba para hacer una historieta mucho más extensa, por eso Farías elige centrarse en los inicios de Rodrigo, darle mucha bola a ese tránsito entre el pibe que sueña con ser cantante y el momento en el que “el Potro” acaricia la consagración. Se nota que detrás de estas páginas hay una investigación grossa, que Farías no debería desaprovechar. Yo que él, reconvierto parte de este material en un primer episodio de una novela gráfica extensa y exhaustiva que narre la biografía de Rodrigo, que seguro la rompe.
Y termino con la de Amy Winehouse, una historieta muy rara escrita por Damián Connelly y dibujada por Nicolás Brondo (autor también de la espectacular portada del libro). Acá no tienen peso ni la vida, ni la carrera artística ni la muerte de la cantante británica, sino que todo gira en torno de una chica cualquiera, cuya vida conecta mínimamente con la de Winehouse. Es una historia intensa, por momentos perturbadora, dibujada por Brondo en un nivel zarpadísimo, pero es la que menos cuadra dentro de la consigna del libro.

Cierro con un balance muy positivo, la recomendación para que los fans de estos músicos y estos historietistas compren el libro y el aplauso para el que tuvo la idea de elegir este tema para una antología de historietas. ¡Rocanrrollnennnnnaaaa!  

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