En estos tiempos en que
los días se parecen tanto entre sí, se me ocurrió clonar la entrada del jueves
pasado, con dos lecturas que no sólo se parecen mucho, sino que continúan
directamente de las de ese día.
Empiezo con el Vol.2 de
Spirit of Wonder, con más historias cortas realizadas durante la década del ´90
por Kenji Tsuruta. Acá tenemos una novedad interesante y es que, si bien cada
historia es autoconclusiva, Tsuruta se reserva el derecho de retomar a algunos
personajes para nuevas historias. En este tomo regresa Maiko, la chica del
batiscafo a la que vimos en el Vol.1, y además hay dos historias (la primera y
la última) protagonizadas por el mismo elenco de personajes.
El resto, va más o menos
para el mismo lado. Historias costumbristas, a veces más bien románticas, con
elementos científicos que pueden virar hacia lo fantástico. Y conflictos muy
light, a los que invariablemente les falta fuerza. La historia mejor planteada,
con la premisa más atrapante, es la más larga: 33 páginas… de las cuales
Tsuruta desperdicia la mitad con escenas que no le aportan nada a la trama. O
sea que ni con mejores ideas para los argumentos logramos vencer el principal
obstáculo que tiene Spirit of Wonder, que es la impericia de Tsuruta a la hora
de escribir los guiones.
Me encanta cómo Tsuruta
plasma esa fascinación que tiene por lo europeo, y por la labor científica de
las últimas décadas del Siglo XIX. No es algo frecuente en los autores de
manga, y acá se disfruta un montón. También me gusta que un tipo que maneja con
tanta perfección la figura femenina no caiga en la tentación de estar todo el
tiempo mostrando chicas en bolas, o con la menor cantidad de ropa posible. Acá
vemos chicas en ropa interior y trajes de baño, pero no más de las imprescindibles,
y no en poses de fan service, con angulaciones forzadas para que se luzcan más
los culos y las tetas. En realidad, a nivel visual TODO este manga es perfecto.
Tsuruta (ya lo dije) es un distinto, un virtuoso, un dibujante exquisito,
elegante, original, creativo, capaz de emocionar con su línea a un monolito de
piedra o a un economista neoliberal. Y si bien no conecto con su forma de
encarar los relatos, sigo hipnotizado con sus mangas porque como dibujante me
parece demasiado genial. Me queda para la próxima el tercer y último librito de
esta serie.
Y retomo también el
Ant-Man de Nick Spencer y Ramón Rosanas, con este segundo TPB, que también
sigue la línea del anterior: desarrollo de personajes a pleno, excelentes
diálogos, dosis exactas de acción y machaca y ese bienvenido tono de comedia
que nos hace sentir a Scott Lang como un personaje cercano, casi un amigo.
Desde la primera viñeta, Spencer nos convence de que este no es el típico
superhéroe guacho-pistola que se las sabe todas y resuelve todo sin despeinarse.
Scott tiene más problemas que Medio Oriente y transpira grosso la camiseta, a
veces para rescatar un empate. Y lo hace con buena onda, con picardía, a veces
con trampa… “argentinescamente”, si se me permite el horrible neologismo.
Este vez Spencer no logra
gambetear (como en el tomo pasado) la breve trayectoria de Cassie Lang como
superheroína, pero es un elemento de escasísimo peso en las tramas, casi un
comentario al margen para cumplir. Felizmente, la caracterización de Cassie es
tan buena, que no necesita salir a a repartir trompadas para convertirse en un
personaje fundamental para la serie.
Everybody Loves Team-Ups
es un tomo con varios momentos conmovedores, pensados para emocionar al lector
nuevo y para satisfacer al fan clásico de Ant-Man que lo sigue desde fines de
los ´70. El desfile de héroes y villanos invitados no cesa, los chistes son
realmente graciosos y funciona muy bien el “romance” entre Scott y Beetle (un
personaje creado al voleo por Ed Brubaker al que Spencer le dio chapa y
carnadura en Superior Foes of Spider-Man). Creo que no hay más Ant-Man de
Spencer fuera de estos dos tomos, pero ojalá me equivoque.
El dibujo de Rosanas, de
nuevo, me pareció muy competente. Una muy buena base clásica, tipo Barry
Kitson, con cositas de Ty Templeton en la línea y de Kevin Maguire en las
expresiones faciales. Esta vez hay muchas menos páginas con chotocientas viñetas
microscópicas, así que la labor de Rosanas se luce un poco más.
Y esto es todo, por hoy.
Nos reencontramos pronto con nuevas reseñas, acá en el blog.
2 comentarios:
Perdón por postear aquí, pero no encontré un lugar mejor. Estuve buscando en el blog y en el canal de youtube algúna reseña de The Boys de Ennis y no encontré nada:
¿Tenés previsto reseñarlo en algún momento?
¿no es un material que te interese? De ser así, y sin ánimo de joder demasiado, ¿Por qué?
Gracias, Rody
No, no hay ni va a haber reseñas de The Boys.
Antes de empezar con el blog leí los primeros episodios y como no me engancharon, nunca seguí.
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