Retomo las reseñas, ahora
en la cuenta regresiva rumbo a la San Luis Comic Con, donde voy a estar este
viernes, sábado y domingo junto a una cantidad inverosímil de artistas de
primer nivel.
Tenía pendiente el Vol.2
de Spinnerette, ese comic que tuvo bastante éxito en la web y en Argentina se
publicó en libro a través de OVNI. El principal cambio respecto del Vol.1 (ver
reseña del 24/10/19) está en el dibujo, porque apenas empezado este tomo, Rocío
Zucchi reemplaza a Walter Gómez al frente de lápices y tintas. La impronta de
Zucchi es menos grotesca que la de Gómez, logra un equilibrio más sutil entre
rasgos superficiales que nos remiten al shonen y una narrativa típica de comic
de superhéroes, y además se va menos al carajo a la hora de dibujar la anatomía
de las mujeres, las sexualiza un poco menos. Indagando un poco más, logré
confirmar que esto que acá vemos impreso en blanco, negro y grises
originalmente se publicó a todo color, y que la tarea de colorear el comic
recayó en el siempre eficaz Exequiel Fernández Roel, que en el libro aparece
acreditado como “Grises”. En realidad, alguien de OVNI se encargó de “traducir”
a grises las páginas coloreadas por Exequiel, con resultados no del todo
satisfactorios. Por momentos, todas esas tonalidades de gris crean un “efecto
empaste” que desluce un poco el dibujo fresco, dinámico y a la vez muy
detallado de Zucchi.
Y el guión…
lamentablemente es tan flojito como el del Vol.1. El amigo Krazy Krow (oriundo
de Corea del Sur) descuida bastante el tono de comedia que había logrado en el
inicio de la serie, que ahora vira rápidamente hacia una machaca violenta,
oscura y peligrosa contra un villano muy hijo de puta (oh, casualidad, nacido
en Corea del Norte), como si pasaras de leer… Moon Girl & Devil Dinosaur a
leer Punisher, así, de un sacudón. La trama romántica tampoco tiene peso, y de
hecho el propio personaje protagonista se diluye un poco, ya que Krazy Krow
abre mucho el juego a los compañeros y enemigos de Spinnerette. Posta, no hay
mucho más por afuera de la batalla contra el maligno Coronel Glass. La vez
pasada no lo mencioné, pero la traducción está a cargo de Mauro Mantella, quien
se ganó mi respeto y admiración… como guionista. La traducción, en cambio,
tiene varias inconsistencias y una cantidad alarmante de frases que suenan muy
mal al oído argentino, algo que se resuelve con el simple ejercicio de leer los
diálogos en voz alta. Esperaba mucho más de Mantella, sinceramente.
Tengo entendido que hay
más episodios de Spinnerette dando vueltas por la web, pero a) OVNI no los
publicó y b) la serie no me enganchó como para ponerme a buscarlos. Así que
hasta acá llego con este personaje. Ojalá alguien (OVNI, Ivrea, Magoya)
publique pronto algún comic dibujado por Rocío Zucchi con un guión sólido y
copado. Me resisto a ver a esta talentosa autora desperdiciando su talento en
proyectos tan poco trascendentes como este.
Y cierro con un
lanzamiento reciente, Héroes en el Aula, una historieta para chicos escrita por
David Rodríguez (Deivid, para los amigos) y dibujada por Aleta Vidal. Es una
historia breve (48 páginas) donde Deivid trata de contar una historia
entretenida y de delinear con onda y cariño a los… ocho personajes
protagónicos. Y no, lamentablemente no le alcanzan las páginas para todo eso.
Sobre todo porque, por encima de la trama, Héroes en el Aula se juega entera al
mensaje que quiere transmitir: un mensaje relevante, sumamente positivo, en
contra del bullying y la discriminación en las escuelas. Deivid cumple con
creces la misión de bajar esta línea, pero –para mi gusto- no llega a
complementarla con una historia tan potente como el mensaje y los valores que transmite.
Seguramente los chicos menores de 11 ó 12 años que compren el libro no van a
tener las objeciones que tengo yo a la hora de engancharme con lo que narra
Deivid, y lo van a disfrutar muchísimo y hasta se van a sentir identificados
con mucho de lo que pasa en estas páginas.
Al margen de esto, Héroes
en el Aula tiene su principal atractivo en el dibujo de Aleta Vidal, que acá
entrega el que probablemente sea el mejor trabajo de su carrera. Desde la
planificación de la página hasta el color, toda la faz gráfica de este comic es
espectacular. La línea sintética y amistosa, el diseño de los personajes, la
composición de los cuadros, las expresiones faciales, el lenguaje corporal de
los chicos, los fondos, la acción. Se nota el compromiso, la pasión, la onda
que le puso Aleta a cada viñeta, a cada secuencia. Imposible hojear este
librito sin sentir la necesidad imperiosa de atesorarlo por siempre. No tengo
dudas de que el año que viene más de una maestra de escuela primaria le va a
pedir a todos sus alumnos que lean, estudien y debatan en clase Héroes en el
Aula.
Y nada más, por hoy. Tengo
por delante unos días medio enkilombados, así que no sé si llegaré a postear en
el blog antes del viaje a San Luis. Vamos a intentarlo, obvio, pero puede
fallar.
Ah, otra cosa: nadie
respondió nada acerca de la posibilidad de festejar con un evento los 10 años
del blog. ¿Qué onda? ¿Armamos algo, o no hay quorum?
6 comentarios:
Ojalá se arme... leo cada nueva reseña y es siempre orientación en nuevas lecturas y o intereses. Aguante
Yo feliz pero vivo en Chile. cualquier cosa online participo ;)
Si Andres!estaria bueno algo por los diez años
si, andres, hace la celebracion.
brian.
Sí a celebrar este maravilloso blog!!
Una lastima que este en viviendo en Mexico sino me sumo
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