el blog de reseñas de Andrés Accorsi

miércoles, 19 de junio de 2013

19/ 06: JONAH HEX: LUCK RUNS OUT

Una vez más, me voy al Lejano Oeste (Merlo, Paso Del Rey, esa onda...) a encontrarme con el cazarrecompensas más jodido de aquel violento Siglo XIX. Por suerte me esperan dos viejos amigos, Justin Gray y Jimmy Palmiotti, que no sólo no faltaron a ninguna cita en esta serie, sino que se mantuvieron al frente de la misma (ahora llamada All-Star Western) después del reboot de 2011. Ya llegarán las reseñas de ASW. Por ahora, lo que hay son seis numeritos de Jonah Hex, todos autoconclusivos, como me gustan a mí.
Aprovecho que se pueden leer en cualquier orden para empezar por el segundo, dibujado como la San Puta por el imparable italiano Giuseppe Camuncoli. Es una historia tan cruel, tan perversa y truculenta, que casi se va del western para enrolarse en el género del terror. Ni los guionistas ni el dibujante dan tregua, son 22 páginas tremendas, con una tensión asfixiante, en la que cada tres cuadritos decís “No! No podés! Pará un poco, animal!”. Una maravilla, sólo para lectores con mucho aguante.
La tercera ilustra perfectamente la compleja ética de Jonah Hex, su particular manera de entender “los códigos” del cazarrecompensas. Es otra historia redondísima, con más de un giro impredecible y un final perfecto. Por si le faltara algo, el maestro Jordi Bernet la realza con sus dibujos, siempre más caricaturescos que los del dibujante yanki promedio, aunque sin sacrificar filo ni sordidez.
La cuarta es bastante asquerosa, no sólo porque el dibujo de John Higgins no está a la altura, sino porque el argumento es macabro al pedo. Acá vemos a Jonah irse al carajo, humillar y torturar a un tipo que –equivocado y todo- sólo buscaba venganza. Y Jonah ha cometido auténticas atrocidades con tal de obtener venganza, con lo cual no se entiende bien por qué se le planta con tanta furia a este desgraciado. Y así como digo que el dibujo de Higgins no me gusta, es menester subrayar que la secuencia muda de las seis primeras páginas es una cátedra de narrativa, una parada dificilísima de la que el inglés salió más que airoso.
En la siguiente historia tenemos una vez más al español Rafa Garrés, habitual colaborador de esta serie, con su estilo raro, complejo para la lectura. Garrés combina un color clásico, muy logrado, elegante y de alto impacto, con un estilo de dibujo medio enroscado, una versión de Giraud o Hernández Palacios mezclados con esteroides y LSD. El resultado es hermoso a la vista, aunque complicado a la hora de seguir con fluidez el relato. Por suerte el guión no es de los mejores, se queda bastante en la machaca sanguinolienta.
El tomo cierra con una historia excelente, que arranca en tragedia y termina en una comedia fascinante, una vez más apoyada en la versatilidad y la expresividad del dibujo de Bernet. La tragedia de las primeras páginas tienen que ver con la historia del propio Hex, con el canon establecido por Gray y Palmiotti a lo largo de su años al frente del personaje. Un flashback nos resume la relación entre Hex y Mei Ling, el nacimiento de su hijo Jason y la huida de la mujer y el bebito, que sume al caracortada en una profunda depresión, regada con hectolitros de alcohol. Incluso destruído por la pena y el escabio, Hex acabará con la banda de Lucky Dave en una historia magníficamente resuelta.
Y dejé para el final a la primera, porque no sólo es canónica, sino que es crepuscular. El protagonista es un Hex ya veterano (cincuentaimuchos o sesentaipocos), que se encuentra cara a caripela horrenda con su hijo Jason, ya un adulto. Las primeras 14 páginas son chamuyo, no aportan nada. Pero las últimas 8 son emoción en estado puro, una sóla escena vibrante, de gran intensidad, en la que Gray y Palmiotti dejan la vida. Lamentablemente, el dibujante elegido es un Russ Heath ya muy viejito, al que le cuesta un huevo darle onda a lo que dibuja. Se nota el esfuerzo, la lucha de Heath para que las cosas que imagina en su cabeza aparezcan plasmadas en el papel, pero el fracaso es tan evidente como descorazonador. Una lástima enorme, por la calidad del guión y por la infinita chapa que los fans más veteranos le reconocemos a este maestro de intachable trayectoria, que en sus últimos años agarró trabajos en los que le fue imposible brindarse al máximo. Esta historia, con un dibujante más afilado, era un clásico instantáneo.
Una vez más, el balance del tomo da positivo. Me queda sin leer un TP más de la serie anterior y después sí, arranco con All-Star Western. Aguante Jonah Hex.

2 comentarios:

Jorge Inzaghi dijo...

me gusto el corto animado de Jonah Hex que hicieron los de DC hace unos años, todavía no leí ningun comic sobre este personaje

Anónimo dijo...

Andrés:
Hay algo de Jonah Hex dibujado por Bernet editado en español- Gracias. Saludos