el blog de reseñas de Andrés Accorsi

martes, 25 de junio de 2013

25/ 06: CITY OF TOMORROW

Howard Chaykin lo hizo de nuevo. Acá está todo lo mejor del maestro, todos los rasgos típicos de su estilo, condensados en menos de 150 páginas. Acá están la ciencia-ficción distópica, la comedia, la corrupción, la lujuria, la acción, la violencia, los chistes subidos de tono, las ideas zarpadas, la bajada de línea socio-política... todo lo que Chaykin mejor hizo en su carrera, en una sóla obra, que por cierto pasó bastante desapercibida cuando la editó WildStorm allá por 2005.
Habitualmente, en los ´80 y ´90, el maestro planteaba este tipo de historias en 88-96 páginas, y terminaba por resolver todo sobre la hora; miles de incógnitas se despejaban, una atrás de otra, en el último tramo de las obras. Esta vez la planteó para seis entregas de 22 páginas, lo cual le permite, por un lado, resolver todo con más aire, con más naturalidad; y por el otro, meter mucha splash-page y no pocas páginas de tres viñetas. Obviamente esto repercute en un notable lucimiento del dibujo, que lo deja a Chaykin muy bien parado. Es bastante evidente que acá metieron mano varios asistentes y también queda clarísimo la importancia de la labor de la colorista Michelle Madsen (que entiende a la perfección al Chaykin del Tercer Milenio) y de los letristas de ComiCraft, que detonan un asombroso arsenal de tipografías en diálogos, carteles, pantallas y onomatopeyas. Por supuesto, no faltan los clásicos truquitos del maestro a la hora de resolver la puesta en página, esas típicas viñetas con primeros planos o planos detalle, con marquitos bien finitos y metidas adentro de viñetas más grandes. De esas hay muchas, todas muy bien dibujadas y puestas donde tienen que ir.
Lo bueno es que la mayor decompresión del relato no le da pie a Chaykin para despilfarrar páginas en secuencias intrascendentes. El guión de City of Tomorrow tiene la complejidad suficiente para que cada página tenga su escena importante, su pieza fundamental para armar este rompecabezas. La complejidad a la que hacía mención está garantizada, por un lado, por el elenco: tenemos a un protagonista excluyente, Tucker Foyle, a otros cuatro personajes muy importantes, con casi tanto peso como él, a los que Chaykin desarrolla muchísimo (el padre de Tucker, Ash, Fabian y Adam), tres o cuatro personajes secundarios que hacen su aporte, más un par que aparecen, intentan cobrar protagonismo, pero terminan por durar muy poco. Tucker es un personaje 100% Chaykin: soberbio, pendenciero, ganador, decidido a hacer justicia aunque nadie se lo pida. Y los otros personajes importantes son todos cajas de sorpresas, siempre listos para habilitarle al guión nuevos giros impredecibles.
Lo otro que garantiza la complejidad de la trama es el mundo: Chaykin crea una sociedad que no existe, Columbia, la idílica isla del mañana donde los androides le brindan a los humanos toda clase de servicios. Sin aburrir con el background y las explicaciones, el autor le saca un jugo enorme al contrapunto entre los personajes de carne y hueso y los generados de modo artificial. Por supuesto, donde hay humanos hay corrupción y pronto el tecno-paraíso de Eli Foyle se convertirá en un nido de gangsters, prostitutas, narcos y garcas varios, una runfla espesa y violenta, bien condimentada con traiciones y cuernos, que le resulta atractiva a la propia presidenta de los EEUU para sus propios intereses, que tampoco son demasiado transparentes.
Con todo eso, Chaykin arma un thriller vibrante, en el que abundan la machaca (incluso sobra un poquito), los peligros y los diálogos ingeniosos, en esos incesantes duelos de esgrima verbal entre cínicos, nihilistas y meros hijos de puta. Ah, y entre toda la mala leche y la podredumbre moral, crece una historia de amor, bizarra e impredecible, pero con todo el romanticismo que puede caber en una saga de este tipo. “Después de todo, todo esto es por amor”, dice Chaykin en un bloque de texto que revela los pensamientos de Tucker cerca del final. Y no es así, es un jueguito que hace el maestro para la tribuna. Pero así como no escasea el sexo (picantito, casi al límite), el amor también tiene su quintita en este atractivo tapiz.
City of Tomorrow no aspira al rótulo de “historieta perfecta”, pero es un trabajo de enorme solidez, dinámico, entretenido, con puntas para pensar, nacido de la pluma de uno de los íconos, de los referentes que dio el comic yanki en los últimos 40 años. Un creador siempre vigente, siempre dispuesto a timbear por lo nuevo, acostumbrado a imponer su sello personal en todos los proyectos que encara. Cada nuevo trabajo de Howard Chaykin promete más que todos los candidatos de todos los partidos políticos. City of Tomorrow, además, cumple.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Andres, por favor empeza a poner la etiqueta "Historieta Perfecta" a las reseñas a las que les corresponda de ahora en mas.
Asi nos facilitas la busqueda de las imprescindibles.

Andres Accorsi dijo...

Nah, pélense un poquito las pestañas, no sean vagos...
De paso descubren cosas que no conocen...

rodrigo dijo...

Me parece que con el estilo histriónico de Accorsi es muy facil darse cuenta cuales son para el, las historietas imprescindibles.

Anónimo dijo...

Mas vale que es fácil darse cuenta.

Generalmente usa las palabras "Historieta Perfecta" cuando se encuentra con una.

Leo el blog desde el primer dia y creo que no se me pasó ninguna reseña pero si hubiera una etiqueta de busqueda de "Historieta Perfecta" me facilitaría enormemente la relectura.

Leandro dijo...

Uhh, no te puedo creer. Andrés, en serio que te gustó esta historieta? A mí me pareció muy mala. El dibujo impecable, pero el guion me pareció muy choto. No sé, voy a releerla en algún tiempo. Pero sólo porque respeto mucho tu opinión, mucho más que al ídolo de Chaykin.