el blog de reseñas de Andrés Accorsi

viernes, 28 de junio de 2013

28/ 06: BLACK WIDOW

A fines de 1999, cuando todavía no había empezado el reinado mágico de Joe Quesada y Bill Jemas y cuando faltaban años para que el personaje cobrara chapa de la mano de Scarlett Johansson y las pelis masivas, alguien en Marvel decidió darle la oportunidad de brillar a Black Widow, la eterna segundona.
A la hora de buscar guionista, fueron a la opción más obvia: Devin Grayson, que por aquel entonces escribía Catwoman en DC. En sólo tres episodios, Grayson tenía que pilotear un desafío bravo: reconciliar a Natasha con su pasado como espía y presentarnos a una nueva Black Widow, una chica joven, inexperta, hambrienta de gloria y absolutamente leal a Rusia (en contrapunto con Natasha, que en los ´60 traicionó y se pasó al bando de los yankis). Todo esto, atravesado por una aventura, claro, porque para que este tipo de comics funcionen, los personajes tienen que vivir situaciones límite cada 22 páginas. En una demostración de vanguardismo, Grayson elige como villanos a los fundamentalistas islámicos, dos años antes de los antentados en las Torres Gemelas y el Pentágono. Diez años después, Pierre Christin elegiría a los mismos villanos para la historieta que vimos ayer, aunque obviamente con más huevos, porque te dice claramente que son de Georgia (no de “Rhapastan”) y por lo que veíamos ayer del cuidado meticuloso por conservar el verosímil. Lo de Grayson es mil veces más pochoclero, repleto de escenas de alto impacto, pero claro, el verosímil queda más roto que cuando Prat Gay y Lilita Carrió se definen como “de centroizquierda”.
Y en el dibujo hubo un poquito más de riesgo: el elegido fue J.G. Jones, que en ese momento no era un artista cotizado, ni mucho menos. De hecho, este fue su primer trabajo para una de las “big two”. Pero qué trabajo, maestro! No sé cuánto tardó Jones para dibujar esas 66 páginas, ni cuántos asistentes metieron mano. Lo cierto es que es un trabajo absolutamente consagratorio al que no sé si logró superar en los 14 años transcurridos desde entonces. Esto es dibujo académico-realista de gran nivel, con la referencia fotográfica muy bien integrada, una gran simbiosis con los coloristas, miles de truquitos para darle ritmo a la narrativa y un preciocismo muy fino, como para dotar al pochoclo de una cierta pátina de sofisticación. Gran labor, en serio.
A todo esto, el TPB ofrece una segunda miniserie de tres episodios, y de nuevo hacen la obvia: a Grayson se suma Greg Rucka, que la acababa de romper con el debut de Queen & Country, otra serie de espionaje con protagonista mujer. Esta vez la aventura ocupa un rol casi secundario. A Grayson y Rucka les interesa más bucear en la mente de Yelena Belova (la nueva Black Widow) para definir mejor quién es, cómo se va a relacionar con Natasha y desde dónde va a encarar su laburo como agente del recontra-espionaje. Para eso arman una trama muy psicológica, con psicopateadas al límite, bastante ganchera aunque aún menos verosímil que la anterior. La acción transcurre en New York (en el barrio donde paré yo en Octubre) y eso permite que venga a jugar con las viudas el querido Daredevil, un personaje que garpa incluso cuando lo ponen de suplente, a jugar los últimos 10 minutos del partido. Nick Fury también aparece, pero aporta poquito.
El dibujo está a cargo del glorioso Scott Hampton, un dibujante de la línea pictórica, a quien uno relaciona mucho más con historias de castillos, hadas, duendes y criaturas fantásticas que con una de machaca urbana en el Upper West Side. El maestro igual se la banca: dibuja lindas peleas, hermosos primeros planos y cuando no puede zafar de dibujar los fondos, retrata las locaciones de New York con magia, sutileza e inobjetable criterio estético.
Ninguna de las dos saguitas son joyas y a la vez ninguna de las dos falla en sus propósitos. O sea que si sos fan de Black Widow, o de alguno de los cuatro autores mencionados, o te parece interesante el rol de los espías y agentes onda James Bond o Golgo 13 en un mundo en el que existen los superhéroes, en este libro vas a encontrar buenas dosis de machaca, buenos diálogos, muchas situaciones fuertes y –como bonus track- la presentación de una nueva Viuda. No sé si Yelena Belova hoy sigue activa, pero acá muestra condiciones para meterse en el grupito de los personajes atractivos a los que estaría bueno verlos desarrollarse más. Hay por lo menos un TPB más de Black Widow que no tengo y me interesa leer, así que voy por él.

3 comentarios:

P.C. dijo...

Yo lo único que leí de Black Widow es lo que dibujó Sienkiewicz, que con decir eso creo que ya no necesita comentario. Lo gracioso es que tiene tapas dibujadas por el choto de Greg Land, entonces le pasé por encima mil veces sin siquiera interesarme (porque la edición de Panini ni siquieta tiene el nombre de los autores en el lomo ni en la parte de arriba de la tapa, sino en la parte derecha del libro, vaya uno a saber por qué), hasta que ví el nombre y me mandé de cabeza. Vos leíste eso?

Andres Accorsi dijo...

No, ese es precisamente el tomo que quiero leer y no tengo. Ni bien lo vea en inglés y a buen precio, lo capturo.

P.C. dijo...

La historia me pareció lo suficientemente entretenida como para sostener el dibujo, sin llegar a ser nada especial tampoco. Hay otro dibujante de relleno en casi todos los números que ahora no me acuerdo cómo se llama pero es bastante bueno y mete unos dibujos que sin llegar a la magia de Sienkiewicz no desentonan para nada. Por ahí lo estoy ninguneando y es otro capo, pero yo no lo conozco.
La cuestión es que para ser un personaje que no me interesa en lo más mínimo, resultó ser una historieta bastante buena, con buena intriga, alguna que otra escena de acción para mantener el ritmo y muy buenos dibujos. Una de las cosas que más me gustó es que logra hacer que te caiga bien el personaje (teniendo en cuenta que yo no conocía prácticamente nada antes de leer esto) sin recurrir a escotes gratuitos y poses a la Image. Las escenas donde hay culo y tetas están bastante bien integradas en la historia y en ningún momento huele a fan service ni te quedás con la sensación de que Black Widow es un gato como el que te trata de vender Greg Land en la tapa.
Últimamente he visto varias veces que la típica estrategia de meter una tapa de puta madre y dibujos chotos adentro se está invirtiendo. No entiendo qué tipo de estrategia es poner una mierda onda Land en la tapa, escondiendo los dibujazos que hay adentro.