Tener un blog de reseñas hace más de dos años y no haber comentado nunca un comic de Richard Sala me hace merecedor de los más ignominiosos tormentos. Como mínimo, clavos abajo de las uñas y de ahí para arriba, hasta llegar a la discografía completa de los Pibes Chorros. A mí favor debo decir que no edita comics nuevos todos los meses, ni mucho menos. De hecho, desde 2009 no lanzaba nuevas obras. Pero bueno, la Historia me absolverá, dijo Fidel Castro.
The Hidden, como libro, es medio un choreo. Está editado como la San Puta, en hermosas tapas duras, y trae 130 maravillosas páginas de historieta. Pero, ¿dónde está el curro? Es un libro de 21 x 21, cuadradito, un toque menos ancho y mucho más bajo que el típico TPB americano, y muchísimo más chico que un típico álbum europeo. Sala tiene muy claro el formato en el que se va a editar el comic y por eso muchísimas de sus 130 páginas tienen una sóla viñeta y ninguna tiene más de cuatro. Andá a saber cuál es la gracia de laburar en este formato... Me queda muy claro que esta misma historieta, publicada en un tamaño más coherente, ocuparía 90-95 páginas en vez de 130, saldría más barata y sería mucho más fácil de guardar.
De todos modos, esas quejas mariconas son nimias y baladíes (mirá qué léxico). Una vez que te metés en The Hidden, la magia de Sala te captura, te hipnotiza y ya no te importa un carajo cuántas viñetas tienen cada página ni dónde mierda vas a guardar el librito. Una vez más, Sala logra muchísimo con poco. Las cosas más grossas que pasan en The Hidden no tienen mayor explicación, el autor no ahonda en detalles ni se cuelga en el armado del contexto que va a servir de escenario para la aventura. Lo importante para él es la aventura en sí, y una vez que esta arranca, no hay como pararla.
The Hidden empieza como una especie de road movie post-apocalíptica, pero apenas pasadita la mitad se va para el lado del thriller, con una bizarra y siempre efectiva mezcla entre elementos clásicos de la ciencia-ficción y el terror. Clones, zombies y criaturas tipo Frankenstein le pondrán peligro, emociones y hasta dilemas morales espesos a esa segunda parte, en la que se respira el clima de película clase B con el que tantos lectores identifican a Sala.
En el medio hay algo muy raro: dos personajes cuyos roles en la saga terminan por ser muy menores narran a lo largo de 20 magníficas páginas una historia-dentro-de-la-historia alucinante, escalofriante y muy bien escrita, que uno espera que conecte más adelante con la trama central, pero eso nunca sucede.
Tampoco calienta demasiado, porque en esas 20 páginas es donde mejor dibuja Sala y –no jodamos- todos nos compramos sus historietas por los dibujos. Si además los guiones están buenos, mucho mejor. Pero el fan de Sala lo que ama, por encima de todo, es el dibujo del ídolo. Y acá no defrauda ni al fan más exigente. A nivel visual, probablemente este sea el mejor trabajo en la extensa carrera del Sala yanki (también están el Sala argento y el Sala francés, David Sala, un capo poco conocido en estas pampas). ¿Ubicás a Liniers? Bueno, casi todo lo que Liniers hace bien, Richard Sala lo hace mejor. El tipo tiene ese estilo bonito, simple, muy expresivo, pero amistoso, con colores puestos con sutileza y criterio, y de pronto, con ese estilo, se va al carajo dibujando freaks, monstruos, masacres y orgías de sangre, canibalismo y destrucción. Sala se hace cargo de que meter una o dos viñetas por página puede oler a choreo, por eso a cada viñeta le pone la vida y mucho más. Se mata en los fondos y si no hay fondos se luce en el color y agrega cross-hatchings limados alrededor de los personajes. A veces los fondos no entran porque los globos son grandes y con mucho texto y ese es otro deleite: nadie en el mundo rotula como Sala. Su tipografía es única, irrepetible y espectacular.
En síntesis, The Hidden es una historieta atrapante, con climas muy bien elaborados, escenas muy impactantes (y muy escabrosas), un guión que cierra a pesar de no explicar todo lo que sucede y un dibujo indescriptiblemente bello, que lo pone a Sala aún más alto de lo que ya estaba en el Olimpo de los dibujantes fundamentales, a los que hay que comprarles hasta la última poronga que editen.
sábado, 18 de febrero de 2012
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4 comentarios:
Por fin algo del Sala bueno!
Hablando de capos del dibujo. Vi en la web que va a salir un libro del Maestro Saichann con prologo tuyo, ¿se sabe mas o menos cuando estará en la calle?
Supongo que la primera quincena de Mayo...
Prestá atención a las noticias de la Comiqueando Online, que ahí seguro va a aparecer.
lo de irchard sala es mortal. a mi me alucina demasiaod. y por cierto un tipo copado para hablar. (dios salve a feisbuc)
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