el blog de reseñas de Andrés Accorsi

sábado, 30 de marzo de 2013

30/ 03: LAS AVENTURAS DE GUALTER EL CONEJO

El paseo por la historieta latinoamericana reciente no podía dejar afuera a Uruguay, donde el año pasado se editó esta extraña gema del Noveno Arte, una vez más a través de los fondos concursables del Ministerio de Educación y Cultura.
Las Aventuras de Guálter el Conejo nos invita a jugar de la mano de Agustín Cafferata Espina, un dibujante de estilo aparentemente simple, correcto, sin mayor impacto... hasta que te metés en la historia. No hace falta recorrer ni siquiera un décimo de las más de 220 páginas de este libro para caer bajo el influjo de un autor de asombroso talento para la narrativa, capaz de desplegar un arsenal de recursos que parece infinito, para mantenernos siempre azorados, con los ojos muy abiertos, en una especie de montaña rusa de sacudones impredecibles y momentos únicos, de esos que no recordás haber vivido durante la lectura de ninguna otra historieta. Hay varias escenas intencionalmente minimalistas, pensadas para que el autor casi no se tenga que calentar por el dibujo; pero cuando la próxima sorpresa, el próximo experimento limado, pasa por algún firulete visual arriesgado, el trazo de Cafferata explota, se eleva para alcanzar niveles de verdadero mago del pincel y la tinta china. El resultado es una fiesta para los ojos, repleta de hallazgos, piruetas y proezas absolutamente impredecibles, que ponen a este historietista uruguayo MUY a la vanguardia en lo que se refiere a puesta en página, a armado de las secuencias, al manoseo bien entendido de la propia gramática del comic.
Como te imaginarás, con tanta acrobacia narrativa es lógico que ese sea el foco de la obra y no el guión en sí. Cafferata escribe al estilo “stream of consciousness” (perdón, no sé si hay una expresión castellana para esto), es decir, va fruteando, sin una dirección muy clara. Así como están perfectamente planificadas las secuencias, se nota que el autor no planificó la obra en su totalidad. Jamás le importó saber cuántas páginas necesitaba para resolver cada una de las puntas argumentales que abre, y de hecho no llega a resolver casi nada. En total hay cuatro líneas: la de Guálter (que paradójicamente no es la principal), la de Güilliam y Raúl, la de Algus y el Vendedor, y la de Rafinha y los terroristas, que es la que más se asemeja a una narración clásica de aventuras. El resto acumula extrañas peripecias en busca de cosas que nunca encuentran, que se hacen entretenidas por los malabares que hace Cafferata con la narrativa, y por los diálogos, que son muy reales y muy graciosos. En ningún momento hay siquiera un amague de que estas líneas vayan a confluir, sino que cada una avanza por su propio cauce, unas más aventureras, otras más metafísicas, otras más humorísticas, y así. Como si esto fuera poco, hay escenas que transcurren “por afuera del libro”, un bizarro meta-comic en el que Octavio, el supuesto guionista de la historieta, da explicaciones, resume lo ya sucedido, o interactúa con otras criaturas que tienen a su cargo la presentación de las dos partes en las que se divide la obra. Todo esto, por supuesto, en clave de joda.
Finalmente y después de más de 220 páginas de saltos al vacío (empezando por el formato del libro), me quedé con ganas de otras 220 páginas de Guálter y los otros bichos que protagonizan este trip. Incluso sin cerrar las puntas argumentales, sin darle demasiada bola al desarrollo de los personajes, Cafferata me convirtió en fan de este mundo ensimismado, incoherente, digno de Lewis Carroll en ácido, en el que puede pasar cualquier cosa y –lo más lindo- de cualquier manera. Si te bancás esta aproximación totalmente atípica al relato de aventuras, o si querés ver a un monstruo descontrolado derribar pre-conceptos acerca de cómo se plantea una novela gráfica y asumir todo tipo de riesgos en materia de narrativa, Las Aventuras de Guálter el Conejo van a pasar a formar parte de tu religión. ¿Viste cuando yo digo “esto es más raro que bueno”? Esto es MUCHO más raro que bueno. Pero a la vez es BUENISIMO.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No tiene que ver con este post, pero aviso por si alguno le interesa, ayer compré los tres tomos de "Present" (el tomo 1 fue reseñado aca) a $45 en una famosa comiquería/distribuidora que está en Corrientes y Uruguay (si, los 3 a $45).

Nacho.

Unknown dijo...

off-topic: en la reseña anterior mencionaste a taiyo matsumoto y yo lo estoy descubriendo ahora. qué extraño descubrir un mangaka con notoria influencia de un dibujante argentino!

quique alcatena dijo...

Agustín es un fuera de serie.