el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 5 de octubre de 2023

JUEVES AL MEDIODIA

A ver si en el poquísimo tiempo que tengo llego a reseñar los dos libros que tengo leídos. ¿Dos libros, nada más, en... 258 días sin postear? Y, sí. Es lo que hay. Estoy con muy poco tiempo libre y además voy avanzando de a poco con un libro de muchísimas páginas que no se puede devorar todo de un saque bajo ningún concepto. Arranco en 1997, casi en los albores de la carrera del increíble Joann Sfar y me zambullo en las 100 fabulosas páginas de París-Londres, una novela gráfica demasiado buena para ser real. Esto es un delirio genial, una aventura con toques cómicos en la que puede pasar (y de hecho pasa) cualquier cosa. Por momentos parece un tributo a las novelas decimonónicas de Jules Verne, por momentos parece una sátira a los clásicos relatos de espías de autores ingleses, y por momentos parece un sketch de Cha-Cha-Cha con presupuesto ilimitado. No sé cuánto de esto estaba planificado y cuánto improvisó Sfar sobre la marcha, pero el resultado es tan asombroso como satisfactorio. Me reí fuerte muchas veces, me copé con los personajes, el conflicto es delirante pero -en el contexto de la aventura rocambolesca que plantea el autor- tiene todo el sentido, los diálogos son brillantes (exquisita traducción de Ana Millán para la edición española) y una genialidad más, solo para entendidos: esta historia hace referencia a otras del mismo autor, y en un punto funciona como espina dorsal del Sfar-verso. Ya desde el vamos, uno de los protagonistas es Ossour Hyrsidoux, el personaje creado por Sfar para sus primeros dos álbumes. Después mencionan al pasar a Petrus Barbygère, protagonista de otros dos álbumes, que Sfar escribió (pero no dibujó) justo antes de este. Y en un momento, un personaje le cuenta a los otros la historia de "el Malka de los leones", la misma que Sfar va a desarrollar en un álbum de Le Chat du Rabin, pero en 2002. O sea que si sos fan del ídolo de Niza, acá vas a flashear fuerte de verdad. El dibujo no se puede creer. Además de su característica (y sobrehumana) destreza con el plumín, acá Sfar usa pinceles más gruesos, fibrones, mete manchas onda Alberto Breccia, pasa de las texuras imposibles al claroscuro visceral incluso en la misma viñeta y rompe records en materia de expresividad y dinamismo en sus personajes, un elenco vasto y variopinto al que le saca un provecho inmenso. La puesta en página es clásica en casi todo el álbum: predomina la grilla de cuatro viñetas rectangulares del mismo tamaño, en dos filas de dos. Pero en las primeras 22 páginas (y en unas poquitas más a partir de ahí), Sfar prueba cosas distintas y le salen todas muy bien. A pesar de la plétora de detalles que mete este animalito en cada cuadro, y a pesar de que el texto no escasea para nada, la lectura se hace absolutamente dinámica y es casi imposible soltar el libro antes de llegar al final. Sin dudas, uno de los trabajos de Joann Sfar que más me pegó, que más disfruté y que más recomiendo en la voluminosa producción de este capo absoluto del Noveno Arte.
Un ya lejano 05/03/20 hablamos en este espacio del Vol.1 de Squirrel Girl. Desde entonces, el guionista Ryan North medio que "se puso de moda" y hoy debe tener muchos más fans que hace tres años y medio. Lo cierto es que recién anoche le entré al Vol.2 de esta serie que Marvel lanzó en 2015 y que llegó a acumular 58 revistitas, o 12 TPBs, como prefieras. La verdad, no creo que la compre hasta el final, pero este segundo librito me gustó mucho y por suerte tengo un par más en la pila del material ya comprado, a la espera de su turno para ser leído. Este segundo TPB recopila apenas cuatro episodios de la serie regular, y se completa con apariciones de Squirrel Girl en historias cortas publicadas en otras revistas, todas escritas por el maestro Dan Slott. Y si bien ninguna está al nivel de las que escribe North, son anécotas divertidas, pequeñas boludeces que contribuyen a ilustrar cuál es el rol de esta joven heroína en el Universo Marvel. Y no, ninguna de esas historias cortas están tan bien dibujadas como las que salían en la serie mensual, donde el trazo de Erica Henderson realmente hace la diferencia y le otorga a estas aventuras esa dimensión única, casi emparentada con el comic indie. En tres de los números que recopila el librito, North y Henderson se dedican a expandir el elenco de la serie, con nuevos personajes secundarios, nuevos villanos y la interacción de Doreen (nuestra joven protagonista) con más héroes y heroínas del Universo Marvel. Son aventuras que en un punto se vuelven desopilantes por la sobrecarga de elementos ridículos y extremos que incorporan, y esto está claro desde el principio. No es que te engañan prometiéndote la epopeya solemne y dramática y después te cagan, porque te dan una aventurita light y en joda. La consigna de la serie es, ante todo, cagarse de risa un rato y ver cómo esta piba se inserta de a poco en un panteón superheroico en el que -a priori- desentona grosso. Y el primer número que ofrece el TPB (el 5 de la primera serie) es la gema: 22 páginas en las que varias personas cuentan historias sobre Squirrel Girl, todas improbables, o por lo menos inexactas. Esto le sirve a los autores para enfocar al personaje desde distintas ópticas que parecerían grotescas o distorsionadas... si no fueran versiones mínimamente alteradas de historias y dibujos que ya vimos en décadas anteriores en otros comics de Marvel. Acá vemos a Henderson acomodar su trazo para subrayar que lo que se narra es en realidad una paráfrasis de algo que ya narraron Frank Miller, Todd Mike Zeck, Jack Kirby... hasta en un momento hay un homenaje a Peanuts, como para ampliar aún más el universo de posibilidades. Esta historia es muy graciosa, le da mucha chapa a Nancy (la mejor amiga de Doreen) y además te deja claro que Henderson puede dibujar en el estilo que se le dé la gana. Prometo entrarle este mes al Vol.3, a ver con qué me encuentro. Y hablando de encuentros, espero encontrarme a lectores y lectoras del blog (o de la Comiqueando) este finde en Paysandú, Uruguay, donde voy a estar participando una vez más de Heroica, el evento comiquero de dicha ciudad. Nada más. La semana que viene espero recuperar cierta regularidad en los posteos, y el 19 será momento de poner una pausa extensa en el blog, para dedicarme primero a un viaje de un mes por España, Francia y Bélgica, y después a la Comiqueando Digital que tiene que estar lista antes de fin de año. Gracias por tanto y perdón por tan poco.

No hay comentarios: