el blog de reseñas de Andrés Accorsi

lunes, 28 de abril de 2025

LAS LECTURAS DEL FINDE

Normalmente, los fines de semana baja bastante mi ritmo de lectura, pero esta vez se me acumularon dos libritos que quiero reseñar hoy. Empiezo en Japón, año 1978, cuando la maestra Riyoko Ikeda produce un manga cortito, apenas 105 páginas, llamado Claudine. Se trata de una obra en clave dramática, con mucho énfasis en las relaciones sentimentales, centrado en un chico que nació en cuerpo de mujer. Claudine es el pibe perfecto, con un nivel intelectual asombroso, aptitud física notable, un carisma arrollador, una sensibilidad única y una conmovedora capacidad para brindarse a aquellas personas de las que se enamora. Pero claro, no tiene genitales masculinos, porque nació en cuerpo de mujer. Y como la historia transcurre alrededor de 1930-1935, se encuentra con una sociedad que no está preparada para aceptarl@ como varón. De esta situación salen los momentos más tensos de la trama que nos presenta Ikeda, pero además le agrega picante con personajes secundarios muy atractivos como Auguste (el padre de Claudine, que oculta secretos incómodos) y André, uno de los hermanos de la protagonista, quien le va a disputar el amor de Siréne, en un triángulo apasionante. Al igual que en su obra más conocida (obviamente me refiero a La Rosa de Versalles), Ikeda elige ambientar su historia en Francia, pero esta vez en una época un poco más cercana, y en el seno de una familia que es de clase alta, pero está lejos de los lujos de la realeza que vimos en La Rosa.... El dibujo y la narrativa están totalmente en la línea de las obras con las que Ikeda se consagró en los años ´70 (mucho más sobre esto en una GRAN nota que publicamos en el nº9 de la Comiqueando Digital). Son innumerables los recursos gráficos que pone en juego la autora para potenciar las sensaciones y las emociones que nos quiere transmitir, para que nos enganchemos todavía más con los sucesos que nos narra. Tanto en los momentos más idílicos como cuando el mundo de Claudine parece venirse abajo, Ikeda refuerza los climas en el plano visual, ya sea desde el trazo (con una multiplicidad de técnicas y un dominio asombroso de las tramas mecánicas) o desde la puesta en página, que es bastante arriesgada para lo que se veía en los ´70 en las historietas románticas. Pero quizás la clave esté en que Claudine no es una simple historieta romántica. Es más bien una indagación en la psiquis de un personaje que sufre disforia de género. No sé si en 1978 había otros comics acerca de la disforia de género, y ni siquiera sé si los profesionales de la salud ya la denominaban de esta manera. Nada de esto detiene a Ikeda, que explora esta condición a fondo, en una historia que se toma la problemática totalmente en serio. Hay amores, desamores, secretos, traiciones, celos, dramas familiares y hasta un incendio que se cobra la vida de... un personaje importante, pero el conflicto central siempre está entre las piernas de Claudine, que se siente varón, piensa y actúa como varón, se vincula con los demás como varón, pero al no tener genitales masculinos, no es exactamente un varón. ¿Cuánto condiciona nuestras vidas y nuestros vínculos esa dicotomía tan binaria como tengo pija/ tengo concha? Eso es lo que Ikeda se pregunta todo el tiempo y lo que motoriza una trama muy, muy ganchera. Ahora que el tema de la gente que nace con los genitales equivocados está mucho más visibilizado que antes, es un gran momento para leer esta breve obra maestra del manga setentoso.
Vuelvo con Deadly Class, una serie que tenía abandonada desde el 23/05/19, hace casi seis años. Me costó algunas páginas volver a engancharme con la historia que cuentan Rick Remender y Wes Craig, pero eso no aminoró el impacto de la cantidad de cosas zarpadas que pasan en el primer episodio de este Vol.3. Y después vienen episodios un poquito más tranqui, donde los personajes hablan más acerca de lo que les pasó, y ahí es más fácil recordar lo leído hace años, y de alguna manera volver a sintonizar la onda de la serie. Deadly Class ofrece una versión totalmente desangelada de las historias de chicos y chicos de escuela secundaria. Es un retrato sórdido, ultra-violento, muy mala leche, de las vidas de pibes y pibas cuyas vidas están atravesadas por el abandono, la crueldad y la muerte. También hay sexo, drogas y boludeces, y abrumadoras dosis de lo que los yankis llaman "teen angst". Pero todo en un contexto muy sangriento, con tiros, cuchillazos y demás actos de cariño y amor. En este tomo puntual, Remender exacerba el descenso de Marcus (el protagonista) hacia las fosas de la desolación. En un punto, todos los personajes están jugados y tienen motivos para mandar todo a la mierda y romper definitivamente las reglas. Pero en el caso puntual de Marcus, Remender lo pone en una encrucijada que -sumada la bancarrota emocional y moral por la que atraviesa- solo puede terminar en un nuevo estallido de violencia con ruinosos resultados. La serie está ambientada (por lo menos en estos primeros tomos) en 1988, y los autores aprovechan para meter referencias a la época, como la inminente llegada a la Casa Blanca del nefasto George Bush (padre) o el impacto entre los jóvenes estadounidenses de bandas británicas como The Smiths, Depeche Mode y The Psychedelic Furs. El dibujo de Wes Craig se basa en un claroscuro intenso, muy bien logrado, en el que se ven recursos de Eduardo Risso, Víctor Santos y hasta toquecitos de Paul Pope, sobre todo en los rostros. El color de Lee Loughride es muy lindo, pero la verdad que podría no estar, porque Craig resuelve todo muy bien con la pincelada y la mancha negra. Y entre muchos momentos excelentes, destaco la secuencia en la que Marcus alucina tras consumir hongos: ahí el dibujo se va al hiper-carajo y más allá, y lo vemos a Craig tirar unas magias loquísimas, como si de pronto se convirtiera en Scott Morse. Tengo en el pilón de los pendientes el Vol.4, así que no van a pasar otros seis años hasta que nos reencontremos con Deadly Class. Y estas son las últimas reseñas de comics que vamos a tener en Abril. Mañana voy a ver la peli de los Thunderbolts, y seguro saldrá reseña martes o miércoles, así que atenti con eso. Y el miércoles a las 22:30 estoy en vivo en el canal de YouTube de Comiqueando, con una nueva emisión de Agenda Abierta. Espero volver a postear reseñas de comics durante el finde extra-large que arranca el jueves. Gracias y hasta pronto!

1 comentario:

Nahuel2017 dijo...

Adelantadisimo a su epoca ese manga, como no se habla mas de esta obra?