el blog de reseñas de Andrés Accorsi

jueves, 25 de julio de 2024

LECTURAS EN CONTINUADO

Hoy tengo para reseñar dos publicaciones que pertenecen a sendas series con las que vengo avanzando duro y parejo. El Vol.14 de Nosotros Somos los Muertos es el anteúltimo de esta notable antología creada a fines de los ´90 por Pere Joan y Max, y una vez más me dejó estupefacto con el nivel de las ilustraciones que aparecen como complemento a las historietas: ahí encontré trabajos hermosos de Linhart, Keko, Dave Cooper, Jim Woodring, el propio Max y Luci Gutiérrez. No te digo que si las historietas fueran todas chotas, igual está todo pago gracias a las ilustraciones, pero casi. De todos modos, hay buenas historietas, también. La de Miguel B. Núñez, por ejemplo, que es inquietante y está muy bien narrada. También la de Chris Ware y la de Lorenzo Gómez me resultaron muy interesantes. También esa breve y muy hermosa adaptación de un texto de Fernando Pessoa que realiza Juan Berrio, con una técnica que probablemente sea lápiz sin entintar. Y hay dos gemas: por un lado, la de Kati Kovács, autora italiana realmente genial, cuya existencia desconocía hasta ayer; y por el otro, una nueva historia corta del austríaco Mahler, dibujada así nomás, pero con un guion perfecto, en el que los diálogos y los bloques de texto giran en torno a la relación entre el comic y las supuestas "artes mayores". Son cinco páginas, que deberían ser de lectura obligatoria para cualquiera que decida dedicarse a la historieta. Y después, como siempre, hay historietas que no me causaron demasiada gracia, o que me llamaron la atención desde la estética pero no me engancharon con las historias (o directamente no entendí qué me estaban tratando de contar). Esta vez van a ese montón los trabajos de Carlo Hart, Paco Alcázar, Kai Pfeiffer, Sonia Pulido, Max, Lola Lorente, Guillem Cifré y hasta el ídolo de ídolos, el inmortal Miguel Gallardo. Sobran las excusas: 1) hay que rematar las historias en pocas páginas, 2) no existen las colaboraciones entre dibujantes y guionistas (en este número, porque no está Santiago García), 3) se supone que es una publicación experimental, donde nadie se pone la gorra para controlar que los guiones tengan sentido... y son todas válidas. Pero, cuando visualmente es todo tan atractivo, uno se ceba mal y pretende que, además, le cuenten historias copadas. No siempre se puede. Veremos con qué me encuentro cuando me sumerja en el último NSLM.
Retomo también la lectura de Dead Dead Demon´s Dededede Destruction, esta extraña serie del maestro Inio Asano, que Ivrea está publicando de manera sumamente espaciada. Me encanta. Me cerró totalmente la forma en que Asano arranca para un lado y después clava la finta y sigue para el otro, desparramando rivales al mejor estilo Messi. En este tomo, el tema de los invasores ya no es un condimento medio bizarro para un slice of life de pibitas del secundario. Ahora es el tema excluyente de la serie: todo pasa por estos seres extraños, sus naves, la posibilidad de que emitan una radiación, la violencia con la que se los combate, los planes del gobierno japonés para eliminarlos, la reacción de la sociedad frente a estas políticas... De a poquito, casi de keruza, DDDDD se convirtió en un manga sociopolítico, donde es importante lo que le pasa a Kadode y Ontan, pero claramente el foco está puesto en otro lugar. Asano pone sobre la mesa temas recontra-picantes en el mundo actual, como el problema de la inmigración, la pandemia de post-verdad, la manipulación de la opinión pública por parte de los poderosos... y sobre todo nos invita a preguntarnos ¿qué hacemos con el distinto? ¿Coexistimos con él, o aprovechamos su otredad para justificar un nuevo genocidio? A esta altura de la serie, DDDDD se trata de eso. Tiene comedia, tiene momentos muy graciosos (potenciados por la excelente traducción de Manuel Mercado), y además tiene el raro equilibrio que le permite al autor combinar una trama muy densa, donde todo el tiempo vemos muertes escabrosas como si fuera algo normal, con un clima en el que los chistes pelotudos no desentonan en lo más mínimo. Ese contraste entre momentos cómicos y momentos trágicos se suma al otro contraste, el que nos propone Asano desde el dibujo, donde vemos fondos absolutamente realistas (claramente basados en fotografías) habitados por personajes muy caricaturescos, sin la menor pretensión de realismo. Esto ya es una marca registrada del autor, y en DDDDD cobra mucha fuerza, entre otras cosas porque está muy bien hecho. En general, todo el aspecto visual de este manga es fascinante, por su dinamismo, la gran variedad de ideas que despliega Asano para la puesta en página, la versatilidad en el trazo, la expresividad de los personajes, el riesgo a la hora de deformar algunas cosas y mantener muy verosímiles otras... Sin dudas la magia de Asano sigue intacta y su talento para ponerle onda y corazón a cualquier tipo de historias también. Tengo en el pilón de los pendientes el Vol.6, al que seguro le entraré el mes que viene. Nada más, por hoy. Gracias a tod@s l@s que ya se descargaron el nº9 de Comiqueando Digital en la tienda virtual y nos comentan cosas lindas sobre ese numerazo al que tanto huevo le pusimos. Ya estamos trabajando en el nº10.

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